Basada vagamente en los comics de la trilogía de Nikopol, de Enki Bilal, y dirigida por el propio Bilal, tiene un argumento algo diferente. A pesar de la falta de presupuesto es una peli digna y recomendable, ya que es por lo menos diferente en su argumento y diseño a la mayor parte de pelis de ciencia ficción, que en general no hacen gala de gran originalidad.

Lo Mejor: dirección artística, originalidad del argumento, los actores también están bastante bien (teniendo en cuenta que se habrán tirado todo el rodaje hablando con un croma).

Lo Peor: es bastante irregular, tanto en la historia como en el aspecto visual. Alterna partes brillantes con otras bastante cutres, más por falta de medios que de talento, seguramente. Las infografías a veces parecen de videojuego.

Sí, ví esta película en el cine (en aquella época no existía filmaffinity). Me gusta mucho la historia antigua, y me meto en cualquier película en la que salga un tipo con una espada. Esta película salió aprovechando el tirón de gladiator, que es una película entretenida, pero sin rigor histórico (después comprendí que Gladiator no es una película histórica).
Esta es justo lo contrario. Reconstruye bien el periodo histórico (aunque bastante cutre), pero es muuuuy aburrida. Eso me pasa por meterme en una película francesa (aunque viendo la banderita resulta que es canadiense, es lo mismo). Además de aburrido, todo es cutre, sobre todo los efectos usados para multiplicar al personal (la misma tortuga de legionarios pasando una y otra vez). Y la batalla del cartel no existe.

Lo mejor (o mejor dicho, lo que se salva): Brandauer, respeta la historia, algunas escenas de acción (los teutones a caballo).
Lo peor: todo lo demás, especialmente Cristophe Lambert, El corte de pelo de CL, Inés Sastre, el guión, la dirección, el guión, el cutrerío y el guión.
Si tienes un exámen sobre la guerra de las Galias puedes verla, pero es más divertido el libro.

Hacer una película ambientada en un barco de vela de la gran época de la navegación (siglos XVI-XIX) es muy caro, porque para empezar hay que construir un barco (o varios).
Rodar en alta mar es muy complicado, especialmente rodar una tormenta. Rodar una batalla naval es muy difícil, mucho más que una batalla terrestre y muchas tomas sólo las puedes hacer una vez, porque las cosas se rompen.
Tienes que vestir, maquillar y entrenar a 200 actores. En muchas escenas hay como 50 personas en acción, y en las batallas, más de 100. Si uno se equivoca, tienen que repetir todos.

Pero el mayor problema es este:

Las películas de barcos o piratas rodadas entre "Rebelión a bordo" y "Piratas del Caribe" han protagonizado algunos de los mayores fracasos en taquilla de la historia. "La Isla de las Cabezas Cortadas" o "Piratas" de Roman Polanski, aún siendo mejores que "Piratas del Caribe", fueron fracasos estrepitosos.
Ésta consiguió cierto éxito, pero no fue tan arrollador como para iniciar una serie (según Weir y Crowe, les hubiera gustado). Incluso el final da para el comienzo de una segunda parte.

Por lo tanto hay que quitarse el sombrero ante Peter Weir y su tripulación. Han hecho una gran película, de las que se pueden ver una vez tras otra. Desde entonces, no es que hayan salido muchas más películas de temática naval (sólo la holandesa "Admiral").

Ya sabemos qué podemos esperar de las películas "históricas" del viejo Ridley Scott:
1. Excelente dirección artística (vestuario, escenarios, etc.)
2. Un desarrollo entretenido aunque no siempre coherente.
3. Poco rigor histórico, en favor del entretenimiento.
Aquí tenemos:
1. Excelente dirección artística (al menos en esto, Scott no falla)
2. Una película aburrida y monótona.
3. 0 rigor histórico. No esperaba 10 ni 8, pero 3 ó 4 por lo menos.
Entiendo que los ingleses sienten tanta simpatía por Napoleón (que fue su archienemigo en el siglo XIX) como por Hitler, pero aquí Ridley convierte al personaje más importante del siglo XIX en un bobo sin carisma ni inteligencia que lo único que sabe es ganar batallas. 3/4 de la película son sus problemas con Josefina, ni rastro de sus maquinaciones políticas, de su relación con sus generales y soldados, de su impacto internacional (aparte de que todos lo detestan, lo cual no era cierto).
Incluso las batallas son pasables. Austerlitz está bien, Toulón no está mal, Waterloo, un desastre.
Y de Joaquin Phoenix ni hablo. Qué desperdicio.

Se le pueden perdonar sus escasos medios y la pobre ambientación o rodaje de las escenas de "acción" o combate, al ser una película de autor, pero el caso es que las escenas dramáticas son aburridas, monótonas y la película tiene un ritmo cansino (y eso que es cortita).
Los personajes siempre hablan con el mismo tono de voz, no hay tensión dramática, y a veces parece que vienen de una oficina en vez de una batalla. Y como nunca se quitan las armaduras (algo muy poco realista, los caballeros sólo se ponían armadura en las batallas o entrenamientos), uno acaba con dolor de cabeza por el constante "clic-clac" que suena durante toda la película.
El argumento apenas rasca en el triángulo amoroso o la traición de Mordred, el Rey Arturo tiene tanta personalidad como los caballos.
Lo único salvable son algunos diálogos entre Lancelot y Ginebra.

Ha envejecido bastante mal.