O mejor a la funeraria, porque este cadáver sigue errando por la televisión a pesar de haberse podrido hace varias temporadas. Las series de médicos llevan bastantes años estando de moda, el sex-appeal de la bata blanca es innegable, pero me sigue resultando inexplicable que nadie haya decidido darle carpetazo final para mantener algo de dignidad.

La diferencia entre las series americanas y las españolas es evidente, pero en esta temática la diferencia cualitativa es aun mayor, supongo en este caso para que la ficción se ajuste a la realidad. Hospital central tuvo sus buenos momentos, es lo que suele pasar cuando un producto aun tiene algo que decir y se contratan actores decentes...actualmente, sólo Esther, Javier, Fernando y la psiquiatra (OJO, QUE NO PSICÓLOGA) se salvan, y es que se encuentra huérfana de su actor más carismático y notable, que no es ni más ni menos que una copia de House (Vilches). ¡Qué nivel, Maribel! Las tramas se repiten hasta el absurdo, tanto en el plano personal como en profesional, y es toda una seña de identidad la contratación de actores amateurs (por favor, que nadie me diga que esta gente se gana la vida como actor, y si me lo dice que me pase el email de la productora porque creo que en dos dias estoy rivalizando con Maca como directora de urgencias) como accidentados. ¿El guión? A ratos inverosímil, a ratos forzado, a ratos surrealista...diría que lo escribe el Luisma después de calzarse una botella de Jack Daniels, pero es que para esmerarse tanto en pifiarla hay que hacerlo a conciencia, ensañándose.

A día de hoy, sólo hay algo que puede mantener mínimamente fiel al espectador, y es el triángulo Maca-Esther- Vero, y la verdad, ya cansa... están exprimiéndolo tanto que ha perdido toda la gracia y cada vez se enreda más. Han conseguido destrozar la única historia con cierta magia.

Mención aparte merece una de las mejores actrices que ha dado el panorama español después de Mar Flores y Ana Obregón (que como no podía ser menos,también ha hecho sus pinitos aquí), la gran Carolina Cerezuela, que sí, que ya sabemos que dos ***** tiran más que dos carretas, pero ¿de verdad le tienen que dar también diálogo? Por lo que parece, la chica está ahi para revolver y saciar los más oscuros instintos del espectador masculino (y alguno femenino) junto a Maca, buscando el morbo fácil. Y de esta “original” pastilla revitalizante para "levantar" la audiencia llevamos ya 3 dosis en forma de temporadas.
Otro que rivaliza con la explosiva rubia al Oscar por su interpretación es el ex míster España del Samur...viendo las triquiñuelas de los guionistas para atraer a la audiencia no es descabellado pensar que próximamente ambos paseen por Urgencias con bata…sólo con bata.


La audiencia sigue bajando, porque el espectador no es tonto. Que alguien desconecte al paciente

la película se centra en Mikel, un chico bien dentro de una típica familia matriarcal vasca que habita en un pueblo bizkaino. A pesar de ser un joven comprometido con su pueblo, tener un buen trabajo y una novia siente que le falta algo, y sólo experimentando consigue sacar su verdadero yo de entre tantos tabúes que nos imponen desde pequeños. Uribe maneja a la perfección el tiempo y los personajes están muy bien desarrollados, además la película muestra sin tapujos el compromiso de la izquierda abertzale por su pueblo y los métodos fascistas de la policía, que sin ningún pudor sigue torturando y eliminando a su criterio a pesar de hallarse en los 80, en plena democracia. La película deja el final abierto...séran sus afinidades políticas o sus tendencias sexuales las que condujeron a la muerte a Mikel Miranda?