La música atrapa y es sobrecogedora. A esto ayuda la fotografía y el ritmo de montaje ten bien llevado de la peli. La miseria se vive y abraza al espectador cuando es necesario, y sabe hacerse a un lado cuando no. Entretenimiento de calidad.

Interesanto relato sobre la madurez de unos personajes carismáticos y una animación nada común. Parece una serie sin sentido y puramente comica, pero las escenas sentimentales ayudan a rascar hasta llegar al telón de fondo. Se tiene que ver, aun que no es prioritaria.

Tiene algunas escenas interesantes y la música complementa la imagen genial. Además de eso, transmite todas las sensaciones posibles para acercarte a los personajes. Hay un cierto abuso de primeros planos, pero a parte de eso no sobra ni un segundo de metraje. La manera de musicalizar es más propia de la ópera que del musical, haciendo que se acerque más al estilo de película de época. Perfecta para ver si estás aburrido y con ganas de 3 horas de música.

La definición de obra compleja. Lynch sabe llevar al espectador por los mundos del bien y del mal con simbolismos que hacen pensar y ser una obra interactiva, atravesando la pantalla. La actuación de Dennis Hopper es maravillosa y la combinación de la banda sonora con a imagen emociona a cualquiera. Una bendición para el cine de adolescentes, demostrando que, a veces, también pensamos.

Montaña rusa de emociones y de introspección de una niña preadolescente. Sin ninguna duda, una obra que puede hacer reflexionar a los más pequeños y obligarles a tener una charla con sus padres sobre emociones y sentimientos a los que más les cuesta manejar este ámbito. Sin darnos cuenta, la película nos hace sentir al menos durante unos instantes todas las emociones que aparecen representadas en la cabeza de los personajes. Un bien relato sobre entendernos y madurar emocionalmente.