Argumento original. Actuaciones buenas. Situaciones creíbles, a pesar de su extremismo. Ambientación idónea. Ritmo adecuado, aun siendo un poco lento.

Pero la pena es que se nos presenta el ambiente refinado de la música como un mundo de locos. Todos los personajes principales deberían ir al psiquiatra.

Cuánto más interesante hubiese sido esta misma película con un poco más de alegría y de humanidad. Mostrando a unas personas cultivadas que necesitan experimentar una sexualidad alternativa de tipo sadomasoquista, sin que por ello dejen de mostrarse plenamente humanas.

Se trata de una película sencilla, sin grandes pretensiones, pero realizada con oficio por parte del director, guionista y actores.

A pesar de que su final se sitúa realmente "más allá de la realidad", durante toda la película se mantiene dentro de esquemas creíbles aunque sorprendentes. Y el final no sorprende por su inverosimilitud, sino que se acepta con una sonrisa indulgente sabiendo que, en el fondo, se trataba de un cuento ingenuo bien contado.

La película tiene cierto encanto. No hay que buscar en ella más valores. Música cantable de la época, coreografía excesivamente simple, actuaciones correctas, technicolor rabioso, etc.

Judy Garland y Frank Sinatra tienen un papel mínimo.

Es lo único bueno que tiene esta película: el ballet del Amor Brujo. Está presentado de una manera original y resulta muy atractivo a pesar de su antigüedad fílmica.

El resto de la película no hay por donde cogerlo. Buenos bailarines y buenos paisajes (a veces), pero todo ello enmarcado en unas situaciones y unas actuaciones pésimas. Es la típica película anticuada y llena de tópicos. Hasta te divierte ver cómo van conduciendo su coche los protagonistas por toda le geografía española sin orden ni concierto.

Los actores son buenos. La realización y el ritmo son adecuados. El argumento es interesante.

Pero el guión no está lo suficientemente cuidado para que todas las escenas que estamos viendo en la pantalla nos resulten verosímiles. No terminamos de aceptar como posibles algunas de las situaciones presentadas.

Y entonces el interés de la película baja porque no podemos sentirnos completamente identificados con los personajes.