Seudo película de ciencia-ficción, por llamarla de alguna forma, mala a rabiar. Un insulto a la inteligencia o al nivel cultural de los espectadores, que al señor Bert I. Gordon, (El alimento de los dioses, 1976), le importo bastante poco en hacer y al productor en poner la pasta el señor Zimbalist,(Cat women of the moon,1953), especialista en este tipo de producciones mucho mejor que esta. Una simple historia, un planeta que entra en el sistema solar y deciden crear un cohete para aterrizar en dicho planeta y de paso hacer el primer viaje interplanetario para el hombre. Bueno para que saliese baratito del interior de la nave nada, de pronto vemos un cohete despegar y un breve viaje por el espacio (de cartón), y aterrizar en dicho planeta….que es como la tierra dicho sea de paso. A partir de aquí los diálogos, las situaciones los bichos que salen, y todo lo demás es un despropósito y como decía antes un insulto a la inteligencia, hacernos creer, aunque fuese el año 1955, que una pobre y simple iguana es un Tyranosaurus rex…..para troncharse. Cantidad de anacronismos, cantidad de imagines reales del archivo de documentales….y cantidad de tonterías una tras otra. Los actores parecen sacados de los anuncios de época, una rubia y morena y otro rubio y moreno, para que no haya problemas….Probablemente una de las peores de la época y desde luego del genero, que con el titulo además quiso aprovechar el tirón de King Kong (1933), que por suerte para esta, solo se parece en eso, en el título. Un apunte cómico más para que vean la originalidad de los creadores, esta película la produjo Zimgor productions…….Zim de Zimbalist y Gor de Gordon……unos cracks. Para incondicionales del genero y los que se quieran tronchar de risa, aunque eso si, no llega a los niveles de cutrez de la obra maestra de este genero de series Z, The creeping terror (1964) de Vic Savage, que esa si, esa si que se las trae.

La verdad es que esta película no empieza mal, y la historia en sí, puede resultar interesante desde el punto de vista de la ciencia-ficción. Un mundo subterráneo, es algo que ha rondado en las mentes de muchos escritores de sci-fi, Julio Verne y su “Viaje al centro de la tierra” filmada en 1959, sin ir más lejos, y que en algún caso ha dado para alguna novela decente como “El descenso” de Jeff Long, (1998). Pero en esta película en la cual reinan los anacronismos, todo se va al garete en cuanto se internan en el mundo subterráneo. Aparte de unas larguisímas escenas mientras ascienden la montaña, y que los diálogos comienzan a languidecer casi desde el principio, el film se mantenía con cierto interés, dado lo interesante de la historia. Pero lo dicho, en cuanto aparecen los habitantes albinos y sus “esclavos” todo carece del más mínimo sentido y algunas escenas y diálogos, son especialmente risibles. Creo sinceramente que a Jhon Agar (Tarántula!, 1955) le engañaron para esta película, no es que después hiciese grandes cosas, pero aquí esta especialmente desafortunado, al igual que el resto del reparto. Posiblemente con otro guionista esta película hubiese dado más de sí, y también hay que tener en cuenta que fue la primera película como director de Virgil W. Vogel, que luego (afortunadamente), centro su carrera en la televisión, realizando episodios para series como Misión: Imposible, (1970), Centennial (1978) y muchas más. Es una fallida película solo para los incondicionales del género……….como yo.

De inicio conste que soy fan de Dan Curtis y Matheson, creadores sobre todo el segundo, de todo un universo literario y cinematográfico dedicado al genero fantástico en casi todas sus vertientes.
Dicho esto, he de decir que aquí, Dan Curtis, especialista del género en televisión, con películas estimables como "Pesadilla diabólica" (1976) o "El estrangulador de la noche" (1973), realiza aquí uno de sus peores trabajos y el penúltimo dedicado al género de terror hasta 20 años después, en que volvió con "Trilogía del terror II" en 1996. Y digo penúltimo porque ese año estreno meses más tarde, "La maldición de la viuda negra", telefilm algo superior a este.
Al igual que en "Trilogía del terror" (1975), el telefilm esta dividido en tres partes individuales e inconexas, como sí de episodios de media hora se tratase manteniendo ese espíritu de serie B televisiva que tan buenos resultados le dio en otros trabajos.
Pero en este el asunto naufraga, la media de los tres no da para mucho ya que son flojos los tres siendo el primero con mucho el peor de los tres y el ultimo el mejor, sin ser tampoco gran cosa. Todo el trabajo en si, se resiente de un más que probable escaso presupuesto, que aunque no sea excusa ya que este director había dado muestras de poder trabajar con presupuestos cortos, aquí da la sensación de que nunca consigue darle el tono ni la tensión adecuada o simplemente ya estaba cansado de trabajar en este género ya que como he dicho antes pasaron veinte años hasta que lo retomo.
Hasta el reparto es irregular en la película, destacando a Ed Begley Jr. (Gallos de pelea, 1974), Joan Hackett (El hombre terminal, 1974), Patrick MacNee, (Aullidos, 1981), Anjanette Comer, (Sierra prohibida, 1966) y Horst Bucholz (Los siete magníficos, 1960).
Rescatable por su aire televisivo setentero, pero a pesar de su reparto, y de su director y guionista, el telefilm, defrauda.

La mezcla de géneros en el cine, es algo habitual en la historia, y no siempre con grandes resultados. En este caso concreto la mezcla es de terror y western, mix que siempre me ha llamado la atención aunque no hay muchas películas y desde luego destaca sobre todas ellas Bone Tomahawk, la opera prima de S. Craig Zahler que rodó en 2015.
Esta The Pale Door, del semidesconocido director Aaron B. Koontz (Camera Obscura, 2017), no es de las que entrara en la historia de las brillantes. Y eso que la idea no esta mal del todo, pero una primera parte del film, bastante plana en la que apenas pasa nada, lastra bastante la película, aunque eso si ... da paso a un desenfreno bestial. Que por cierto, con ese giro tremebundo no deja de recordar al Abierto hasta el amanecer de Tarantino, pero a años luz, claro.
El principal problema aparte del presupuesto, son los actores, escasamente creíbles y desganados, tampoco el atrezzo, que en un western de 2020 chirría en exceso la falta de suciedad o de ropa excesivamente nueva, y eso hoy día canta mucho. Tampoco me encanta esa fotografía que a veces le hace parecer un telefilm. Por rescatar algo aparte la historia en si, que no esta nada mal, aunque si trillada en el genero de terror, son los efectos especiales, que si que son más que aceptables al igual que la banda sonora.
Pero bueno, es un film que se deja ver, ese despelote brutal en el burdel, lo salva de la quema, aunque su puntuación en FA a dia de hoy, (y sin pinta remontar), apunte a lo contrario.
Es una muestra del genero de terror&western, que quedara seguramente en el olvido, pero como serie B, y para aficionados a este extraño y difícil de ver genero, no les decepcionara.

Vaya, la verdad es que a fuerza de ver todo lo que llega a mi alcance del género “found footage”, de vez en cuando encuentro alguna que se salva. Pocas, eso sí.
Y esta “Skinwalker Ranch” es una de ellas. Lejos, muy de lejos de ser una buena película, la incluyo en el paquete de las aceptables, por su originalidad y tratamiento de un tema aparentemente sobrenatural, sobre los hechos sucedidos en un rancho de Utah y su área limítrofe. Lugar que además existe y que ha sido objeto de extraños y variados incidentes a lo largo de su historia. Con buscar en Wikipedia sin ir más lejos, uno ya puede hacerse una idea de lo que estoy hablando.
Evidentemente el film exagera esos incidentes, (espero…!), pero nos encontramos con una cinta del género “metraje encontrado” más que aceptable, sobre todo si la comparamos con la cantidad de films similares que en los últimos años proliferan como setas, la mayoría mediocres o infumables .
La película sigue el patrón ya establecido en este tipo de género, unos documentalistas, algunos escépticos otros no, que tratan de filmar un extraño lugar en el que hayan sucedido incidentes de tipo inexplicable en el pasado. Discusiones entre ellos, gritos, peleas con los dueños del lugar, extrañas apariciones y desapariciones, sustos, etc.
Bueno el camino es el mismo en todas, la forma de transitarlo no. Y aquí es donde este film tiene un punto por encima de otros trabajos similares. Aparte de sostenerse en un guion superior a los habituales en este género, el tono siniestro, porque no sabes a que atenerte en ningún momento debido a la variedad de los extraños sucesos, está muy conseguido, o por lo menos, a mí me lo parece.
Dirigida por Devin McGinn, que también aparece en el reparto, en el que este, es su único trabajo de momento tras las cámaras, porque como actor tiene varias apariciones en alguna serie. Por este trabajo, para mí por lo menos, será un director a seguir.
Del reparto nada destacable, algunos, la mayoría incluso, en su primer trabajo, salvo Erin Cahill (Lisa en el film), rostro ya visto en varias películas y series. Todos solventan a pesar de su inexperiencia, su papel en el film.
Sin duda para ser visionada por los aficionados a este género, a los que no les seduce el “found footage”, yo pasaría, ya que tratar de verlo como un film de terror más, seguramente les decepcionara. Atentos a la impactante escena inicial…