Los 2000 comenzaron con un aluvión de cintas de acción, pero pocas fueron tan logradas como esta.
The Italian Job tenía más adrenalina que su original, y seguramente también menos interés narrativo y de personajes, pero con todo sigue siendo una más que notable opción de entretenimiento. Buenos intérpretes, un equipo competente y carismático, y persecuciones de infarto por las calles de Venecia y Los Angeles para un thriller muy correcto y sobre todo muy entretenida.
De lo mejor que se puede encontrar por ahí en este género.

Sin duda, Pesadilla en Elm Street es un clásico. Vista hoy por adolescentes, puede que no dé mucho miedo o que sus sustos puedan parecer muy vistos, pero es justo al contrario, amiguitos. Todo salió de aquí. Esta es la original. Bueno, esta, Halloween y Viernes 13, pioneras del slasher.
La verdad, vista hoy, y después de haber sido copiada y parodiada hasta el infinito, las apariciones de Freddy en algunos casos dan ya más risa que miedo, y es curioso cóm resulta mucho más aterrador cuando no lo estamos viendo que cuando lo tenemos en pantalla en todo su deforme esplendor. Secuencias como la del primer asesinato, escalofriante, o el espléndido e inesperado final (¡y cómo olvidar la cancioncilla diabólica!) dan por sí solas más miedo que todos los slasher "noventeros" post-Scream juntos. No por casualidad, Scream también era de Wes Craven. Una de las mentes más lúcidas del terror de todos los tiempos.

Lo mejor: Es una pionera en su tipo de horror
Lo peor: Ha perdido algo de fuerza con los años

Muy notable drama de Icíar Bollaín, con una historia preciosa de fondo.
Buena mezcla de drama y notas de comedia que, partiendo de una anécdota (un grupo de mujeres mayoritariamente extranjeras llegan a vivir a un pueblo condenado a la extinción donde ya apenas quedan mujeres), reflexiona sobre la soledad, la necesidad de un hogar y aquello que cimienta las relaciones entre las personas. Especialmente interesante es el tímido personaje de un Luis Tosar antes de explosión tres años después con Los lunes al sol, aunque todos los integrantes del reparto están fantásticos.
Sensible, esperanzadora, profunda y emotiva.

El 1 que se lleva esta secuela de Sé lo que hicisteis el último verano es por el final. Reconozco que no me lo esperaba y me ha divertido bastante.
Lo demás es algo que no llega ni a los zapatos de su antecesora, que tampoco es que fuera una obra maestra del terror (más bien lo contrario) pero se dejaba ver bastante bien. Esta es absurda, estúpida, con diálogos que funden varias neuronas al mismo tiempo y con un tono sentimentalón (sí, sí, como lo leen) en la conclusión que provoca bastante risa. La pobre Jennifer Love Hewitt está aquí más sola que nunca ante el peligro, pues no tiene alrededor ni al cara plúmbea de Freddie Prinze Jr, que por exigencias del guión (o porque ya entonces alguien se había dado cuenta de que detrás de su innegable belleza había... nada) se pasa casi toda la película descolgado del resto de los pobres muchachos víctimas del pescador loco.
Ni entretenida, ni terrorífica (¿Se supone que esto da miedo? ¿De verdad?), ni siquiera divertida. Penosa.

Lo mejor: El final
Lo peor: Es mala con avaricia

Un año antes de aquel comienzo tan cani, choni y reggaetonero (aunque entonces no estuviera de moda el reggaeton) que tuvo la saga The Fast and the Furious, Dominic Sena estrenó 60 segundos, que ya de por sí era bastante choni y cani.
Una pena que Sena se haya perdido en cosas como En tiempo de brujas, con los inicios tan prometedores que tuvo con Kalifornia o la posterior Operación Swordfish, cine de acción bien hecho y bien entendido, que no insultaba la inteligencia de nadie y entretenía de forma sana y espectacular. 60 segundos tampoco estaba mal, la verdad. El guión y los personajes eran lo que eran y tampoco se les podía pedir más, pero la cosa era entretenida y tenía momentos de acción inspirados. Además, la química entre Nicolas Cage y Angelina Jolie era buena, por mucho que él no sea precisamente Pacino y ella, recién recibido el Oscar, estuviera ahí solamente para explotar ese sex-appeal que Dios le ha dado.
Correcta.

Lo mejor: Entretiene y es espectacular
Lo peor: Profundidad cero