Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Críticas de Kaori
Críticas 2.113
Críticas ordenadas por utilidad
5
25 de julio de 2022
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Termino «La noche más larga» y entro en la página ansiosa por leer esas críticas que la puntúan con doses y treses para encontrarme con cero argumentos a esas notas. Solo dicen que es mala y no tiene sentido, pero sin ningún por qué. Admito que me ha fastidiado. Lo más curioso es que muchos no han entendido la serie, así de sencillo.

Para que no haya más equívocos tengo que decir que «La noche más larga» no tiene final. Sorpresa. No es un desenlace, sino un «continuará». La historia no se resuelve y de hecho se queda en una especie de clímax argumentativo que doy por sentado que se ha dejado para una segunda temporada.

Bien, no voy a ocultar que mi atracción inicial hacia la serie fue la presencia de Alberto Ammann, ahora ya madurito pero igualmente encantador. El elenco está lleno de rostros conocidos y competentes, nada que decir al respecto. Luis Callejo, no sé si ya encasillado en el papel de villano sin escrúpulos, compone un asesino que no consigue el poder de sugestión que se espera de él, pero su Simón guarda muchos misterios que queremos conocer.

En cuanto a guion, no le veo grandes gazapos. De momento. Una cosa muy mía, aunque no sé si también de la serie, es que como no sé leer mapas ni entender planos, las indicaciones de vamos a la azotea, no podemos ir por el pasadizo, la entrada tal está bloqueada…; a mí todos esos datos no me aclaraban casi nada. De todos modos, lo más importante es el planteamiento con el que juega y la acción que se desarrolla. Podríamos preguntarnos si quizá no hubiera sido más fácil para el grupo asaltante entrar en la cárcel de forma directa, sin negociar; pero no por la puerta, como quieren entrar ellos, sino por los puntos débiles del edificio, como puede ser la azotea. También es verdad que han tenido muy poco tiempo para preparar el golpe. Damos por hecho que no pudieron llevarse a Simón durante el traslado por carretera, claro. Igualmente, estos profesionales son bastante incompetentes, ¿eh?: mala puntería, falta de concentración…

En esta ocasión, tenemos un protagonista hombre blanco heterosexual como director de una prisión psiquiátrica que querrá salvar a su hija a toda costa. Realmente yo me pregunto cuál es la decisión correcta. Nadie parece tener razón en la historia, el dilema es serio. ¿Aceptar un chantaje? ¿No aceptarlo y poner en riesgo muchas vidas? Pensaba mientras veía «La noche más larga» que saber identificar los motivos válidos por los que matar y morir es un auténtico arte.

Hay menos acción de la que nos gustaría pero en su mayor parte es una acción masculina, así que bien en ese sentido. El problema que le encuentro es que la tensión que se produce es relativa: las simpatías hacia este puñado de asesinos y criminales encerrados en una cárcel no es tan natural ni tan fuerte como para que suframos por su futuro. La historia busca que los comprendamos y queramos, pero esto es muy delicado cuando ves sus acciones. De hecho, me importa más bien poco el pasado de Cherokee o de Nuria, la skinhead que no suelta ningún discurso racista; tiene que quedar bien, claro.

Bueno, los reclusos tienen que quedar tan bien, que si matan a alguien será un pederasta asqueroso (interesantísimo personaje, lástima que dure tan poco), no tienen malos pensamientos hacia una chica de quince años que aparece entre un grupo de hombres encerrados durante años y el jefecillo es un tullido con piernas ortopédicas. El recluso más noble y bueno será un hombre trans y si hay un abusador, ten por seguro que no será uno de los delincuentes. Los que se rebelen contra la autoridad serán mujeres, cómo no, las más chulas, aunque no significa que queden mejor por ello, al contrario. Ahí está Willy, un hombre recto, creo que se porta de diez en todo momento, un héroe, y sin alardes.

Cuando se desvía de la historia principal, flaquea, pero los seis capítulos mantienen el interés en su conjunto, con algún que otro episodio más aburrido, y dan un entretenimiento sano y cómodo. Habrá que esperar la continuación.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
3 de octubre de 2014
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que una mujer de treinta años se confunda con una niña de doce podría pasarse por alto como licencia de guión si «El Mayor y la menor» aportase otras cualidades. Como no es el caso, nos tiramos toda la película pensando que estos americanos están cegatos al no ver el evidente engaño.

Podríamos decir que Ginger Rogers hace todo lo que está en su mano para parecerse a una niña si no fuera porque no es así: los labios perfilados o las larguísimas pestañas son una pista más que esclarecedora de su verdadera edad, por no decir las curvas de sus caderas. Vamos, partiendo de que esto no tiene ninguna lógica, hay que esperar que la trama sea cómica y romántica pero te quedas con las ganas. Risas, ninguna, y situaciones divertidas, no las recuerdos. Además, la relación entre el Mayor y Susan es extremadamente sosa y ellos apenas comparten escenas, así que el interés que pueda haber en las aventuras de Susan queda muy limitado. Ray Milland me gusta en su papel de caballero militar, aunque bastante obsesionado con «el servicio activo»; sinceramente, su prometida tiene razón: pa’ qué quiere meterse en una guerra. Qué manía con hacerse el héroe.

En fin, con poco empuje. No te chupes el dedo.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
29 de marzo de 2014
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
En fin, en fin, qué historia más medio fea, y esto no va por los protagonistas, que son dos guapos bien guapos: Grace Kelly, bellísima y favorecida por esos recogidos que despejan sus rasgos rectangulares, y Louis Jourdan, un apuesto y moreno francés. Si es que la parejita no puede encajar más.

Claro, que hay un tercero en discordia que aunque no pueda competir en hermosura, sí lo hace en talento, elegancia y simpatía: el fenómeno Alec Guinness. Un príncipe, una princesa y un profesor forman este triangulo imperial y europeo que empieza con gracia y desenvoltura hasta un desenlace con tintes, bien mirado, dramáticos.

Los cisnes son de otro mundo, nos dicen, pero ¿y las anguilas? Fijémonos en que la anguila Alberto (Guinness) parece no ser consciente de lo que le vendría encima como esposo de una mujer que no le quiere, que quiere a otro y en la que no va a encontrar demasiado calor. ¿Está seguro que desea eso? ¿Acaso no merecen ambos un matrimonio feliz? Yo creo que sí, y de hecho me pregunto hasta qué puntos Charles Vidor defiende las relaciones por interés y por deber antes que por amor.

Esta película en concreto pide a gritos un final romántico, que además dentro de esos palacios se ha de disfrutar con más esplendor. Y mejor mirando las estrellas.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Toy Story 3
Estados Unidos2010
7,9
116.951
Animación, Voz: Tom Hanks, Tim Allen, Joan Cusack, Don Rickles ...
4
6 de enero de 2013
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siento debilidad por los peluches. Todos y de cualquier forma, color y género. Sí, por qué no admitirlo. Mi regalo soñado y aún no cumplido es un peluche gigante, de esos enormes que ocupan media habitación. Uno blandito y suave al que abrazar en esos momentos de infantil madurez. Si es que son más que juguetes.

Tras esta oda al peluche, quedará claro el poco gusto que le he visto a «Toy Story 3». Mejor que la primera, eso desde luego, y mucho más entretenida, pero igualmente vacua y demasiado cerebral, que es lo que ahora prima en la animación. Buzz y su acento andaluz es tan absurdo, que, oye, tiene su punto, y lo de Barbie y Ken es posiblemente lo más ingenioso de todo. Por supuesto, yo me quedo con Lotso, el Osito Abracitos (que encima huele a fresa), ese preciosísimo oso rosa, ya raído, pero gordo y esponjoso, como tienen que ser los peluches. Dirán lo que quieran, pero este señor oso es en el fondo un sentimental que necesita solamente un poco de cariño. Y que no le echen a él las culpas de nada, que los juguetes, por muy vivos que estén, no pueden (o si no, ¿por qué leyes se rigen?) pasearse por el mundo como si de humanos se tratasen y elegir piso, jefe y lugar de trabajo. Vamos, hombre.

La animación, dentro de lo que cabe, es bastante buena y hay una serie de personajes-peluches entrañables, como el erizo y el unicornio, aunque esto debe de ser por mi ya manifiesta predilección. También hay que decir que la idea del abandono de la infancia, simbolizada en los juguetes, es interesante, aunque se resuelve a golpe de corrección emocional y psicológica plenamente actual: un muchacho universitario no puede, ni debe, andarse con fantasías, sentimentalismos, recuerdos imborrables ni mundos oníricos. A Andy ya le toca «madurar», así que tira todo lo que te ate, lo que ames, lo que fue importante una vez, y empieza de nuevo haciéndote un hombre. Que miedo.

Sólo me queda añadir una cosa: ¡pobre Osito Abracitos!
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
9 de mayo de 2012
3 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Esta es la mejor película de Disney? ¿De la misma Disney que hizo «Bambi» y «La Bella y la Bestia»? Cuando algo se repite una y otra vez, acaba pareciendo verdad, y al final no se sabe por qué se dice lo que se dice.

No digo que no me guste «El rey león». No es una gran película, pero tampoco está mal. He leído por ahí que no es una historia para niños, y ahora mismo estoy pensando que es justo al revés: es una peli precisamente para los chiquillos, que se emocionan con el «Hakuna Matata» (en realidad, una estupidez) y se ríen con Pumba y Timón, los dos personajes posiblemente más recordados entre los críos. La trama seria, la del reino en peligro, queda en una especie de limbo que se resuelve con una rapidez pasmosa y sin apenas esfuerzo; y no digo ya esfuerzo físico, sino esfuerzo mental y espiritual dignos de un verdadero Rey. Grave e imperdonable error.

La primera media hora es excelente: banda sonora, imagen, personajes interesantes y un planteamiento que capta de inmediato la atención por lo que tiene de grandioso y emotivo, con un heredero de un basto imperio que tiene que aprender a ser rey. Sin embargo, llega un momento decisivo en la historia (sí, ese que estáis pensando) en la que puede seguir elevándose o empezar a decaer, y por desgracia la película se hunde porque no sabe, o no quiere o no puede, afrontar la tragedia y adentrarse con valentía en lo profundo de la culpa, la superación personal, el sentimiento de pérdida o el sacrificio. Muy al contrario, la trama se estanca por completo y Simba cae en la absoluta mediocridad, convirtiéndose en un personaje sin ningún encanto.

No deja mal sabor de boca si no nos paramos a pensar en lo que podría haber sido y no fue y nos centramos en lo que nos ofrece «El rey león»: risas, colorido, una buena banda sonora, la calidez y calidad del dibujo hecho a mano; y una primera parte con grandes valores y algunas lágrimas. No está mal.

¿La mejor de Disney? No, no me lo creo.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow