Efectivamente, hubiese funcionado mucho (o infinitamente) mejor como corto. Las actuaciones están bien, la fotografía está bien, pero es extremadamente larga para lo que cuenta. Quita una cabra por aquí, la desagradable visión de un cadáver por allá y empezamos a ganar enteros, y es que la película tiene más relleno que Carmen de Mairena.

Una vez asumimos que un tío que está un poco p'allá manda flores a una tía de su curro, que casualmente está en un momento un poco jodido y tampoco está muy p'acá, y que de aquí sale un romance, nos podemos esperar cualquier giro de guión... Si no habéis desistido en su visualización, claro, porque la única forma que se les ha ocurrido para hacernos empatizar con los personajes debe ser aburriéndonos, para que entendiésemos la monotonía de sus días (o algo). Todo transcurre a ritmo de tortuga, centrándose en tres personajes, olvidando otros, y en mi opinión tirando de recursos dramáticos de lo más facilongos para hacer "estallar" la tensión, recurriendo al "devenir de la vida", por decirlo de alguna manera...

Así pues, el final es como poco, "poco satisfactorio", y es que lo último que se puede esperar después de tan larga espera para el desenlace de semejante trauma con trazas de psicopatía y ese personaje sulfurante, tengamos que asumir tal liviandad. Beñat debe debe revolverse en su tumba.

Seré breve. La primera mitad de la película es un coñazo. O los dos primeros tercios. La trama no avanza, es tediosamente lenta, algunas escenas que intentan ser graciosas son incoherentes, ridículas y genéricas a partes iguales. Además las escenas de "acción" son incluso genéricas. El prólogo más largo del mundo. Incluso los diseños son sacados de la peor cara del anterior episodio. Y el fanservice... Uffff...

Sin embargo, la segunda mitad es la bomba. Las peleas están bien, visualmente se vuelve una pasada, la trama te agita una y otra vez y sientes que estás viendo algunas de las mejores escenas de la saga. El guión sin embargo hace aguas, hay cosas que no deberían barrer bajo la alfombra y giros en los acontecimientos que en parte están planeados y en parte son tan toscos que no acaban de tener sentido por torpezas de quien sea que esté a cargo, o escenas eliminadas o yo qué sé.

Lo dicho, una primera mitad que te hace querer morirte, que te hace pensar que lo que queda no la puede salvar de ser sensiblemente peor que cualquier otra, incluso que El ataque de los clones. Pero una segunda mitad que, con sus defectos y sus cosas mejorables, no deja de ser épica, vibrante y emocionante.

Como amante de la ciencia ficción, y no sólo en el terreno del cine, los comentarios de que Annihilation iba a ser un pelotazo fueron música para mis oídos.

La película es una adaptación de un libro, tomando más bien las ideas principales y luego haciendo con ellas un poco lo que han querido. No he leído dicho libro, pero sí las diferencias respecto a este, así que no puedo decir otra cosa que terminan siendo historias casi diferentes partiendo de una misma idea, y desconozco si el libro la ejecutó de mejor forma.

El filme consigue atraparte, es una película de ciencia ficción, pero principalmente una película de misterio, una película con mucha tensión y momentos de auténtico terror (la mejor escena de la película lo es), y también preciosista en lo visual, con muy buen gusto y sin excesos. Desafortunadamente, el motivo de la película es su trama, que deja la mayoría de los misterios en el aire, y que apuesta por el efectismo en detrimento del guión, encontrando no ya sus mayores lagunas sino sus mayores fallos en el final, siendo este además bastante típico para el escenario que se plantea. Mucho me temo que no es más que otra réplica del estilo Nolan, que además expone cierta falta de creatividad por parte de Garland. Eso sí, si el primero hubiese sido el director, mucho mejores habrían sido las valoraciones.

Una película sin lugar a dudas recomendable, que sin embargo expone las debilidades endémicas de la ciencia ficción de nuestros días. Vandermeer, el escritor del libro, se ha venido muy arriba diciendo que se hablará tanto de su final como del de "2001", pero qué le vamos a hacer, a mí me haría la misma ilusión una versión así de un libro mío.

Si bien John Wick 4 mejora a su predecesora en calidad de las tomas de acción y sus consecuentes coreografías, la verosimilitud más que esfumarse ha sido apaleada, vejada y humillada en un descarrilamiento de fantasmadas y golpes letales que no hacen un rasguño al bueno de John Wick. La resistencia a múltiples atropellos y caídas desde varios pisos de altura es más propia de un Capitán América que del que se supone que, aún siendo el asesino más letal del mundo, es humano.

La franquicia ha abandonado todo gusto en favor de la acción macarrónica que llenaba salas hace un par de décadas. Muy buen rodaje y excepcionales coreografías salvan a este insulto a la inteligencia de un cinco o un suspenso.

La primera mitad de la película es una auténtica maravilla. La película no se toma en serio a sí misma en ningún momento, y si lo hace desde el prisma bollywoodiense, lo que importa es que terminamos por bailar a su son, en una constante de romance, tragedia y humor que arrasa con todo, pero por desgracia esa genialidad sólo se aprecia en las partes musicales y el principio y el final de la segunda parte.

Al poco tiempo del transcurso de la segunda parte, hay una gran fiesta repleta de personalidades que alguien no asiduo al cine de Bollywood adivinará como apariciones de las grandes personalidades de ese cine, pero si bien un papel corto, un simple cameo o incluso una película basada en una reunión de viejas glorias puede ser un añadido homogéneo para los inexpertos o un plus para los habituales, en este caso nos encontramos con una escena sin inspiración ninguna, sencillamente se convierte en un pase de celebridades que no sólo desentona sino que es largo, tan largo como para aburrir, y tan aburrido como para aniquilar el ritmo a ojos de quien no encuentre familiar esa gran reunión.

Para colmo, la segunda parte abandona el combo de humor, romance y tragedia pomposo pero gracioso de la primera, para dar paso a una historia de venganza y tirar a ratos del factor nostalgia, abandonando por completo el romance, convirtiendo la tragedia en una obsesión enfermiza y casi olvidando las risas. Si la antes comentada escena corta-rollos no era suficiente para romper la fusión del público extranjero con este tipo de cine, un cambio de panorama hacia una amarga persecución terminará con el interés de otro buen puñado de espectadores... Pero es que la cosa no acaba ahí, no se trata de una cuarta o quinta parte del conjunto, se trata de una parte igual de larga que la desenfadada primera, y padece de ese mal que tanto ocurre en las producciones de ciencia-ficción hollywoodiense: Querer explicarlo todo, complicar más y más las cosas para alargar de forma dolorosa la aberrante revancha. Hay muchas cosas buenas en esta segunda mitad, pero sin duda la descartaría.