A veces, al elegir una película para ver no hay que complicarse mucho, sobre todo si quieres pasar una noche divertida y llena de frescura. Este film logra su cometido, trata de hacernos pasar una noche llena de entretenimiento aunque no busque la carcajada fácil y Ben Stiller como siempre en su punto humorístico. Al verla me recordó mucho a los buenos momentos que pasé viendo Jumanji, de hecho es bastante parecida y si a esto le sumamos al actor Robin Williams que actuó en la película anteriormente dicha pues tenemos como resultado un Jumanji ambientado en el museo.

Esperaba algo más de esta película. Creo que se le podía haber sacado mucho más jugo, sobre todo al tema del terror, el control através del miedo, etc. Los actores hacen su papel, el mejor es el de Bryce por el peso que tiene en el film, aunque Joaquin no lo hace mal. Brody me encanta y Sigourney es una gran actriz. Me ha gustado esta película por el misterio que me transmitía en un principio, toda la aldea parecía llena de secretos pero al final solo había un único secreto y como he dicho anteriormente me ha decepcionado, leí varias críticas y esperaba algo extraordinario. Se deberían haber centrado más en la represión, el deseo de ver mundo. Lo que no he llegado a entender es porque a los personajes les cuesta sacar sus sentimientos, ¿tienen miedo acaso de sentir y de no ser perfectos, traicionar a los seres que quieren por desear a otras personas? es posible. Esperaba una mayor conspiración. Los personajes no me llegan a transmitir esas ansias de saber. La banda sonora es bastante buena. Pero recomiendo verla. Ni me ha sorprendido ni me ha iluminado.

Había escuchado duras críticas hacia la película pero sin dejarme llevar por las habladurías me dispuse a contemplarla. La decepción ha sido grande. Iré por partes.

Como punto fuerte está la ambientación del film, una buena fotografía, una banda sonora aceptable y un Ethan Hawke que pese a lo que muchos dicen, ha hecho un buen papel, al menos creíble (también hay que tener en cuenta que es el único personaje destacable en el largometraje, el resto son personajes arquetipos y sin personalidad alguna).

Como puntos en contra queda lo demás. Un argumento que apuntaba maneras pero que se queda en nada. En esta ocasión Amenábar no profundiza en el mundo satánico ridiculizando los rituales con una parodia de brujas más propia de "Las brujas de Zugarramurdi".
Los personajes son absolutamente patéticos. Emma Watson decepciona muchísimo durante la película, poca expresividad, poca credibilidad... y que decir del psicólogo, personaje al que se le podría haber sacado mucho partido pero que nos sorprende con su psicología barata, sacando conclusiones verbales que no se mostraban de forma visual. Sí, esta es una forma de insultar al público. La poca fuerza del personaje se delata en una conversación final con el protagonista en lo que tendría que ser el climax. Al final no hay dicho momento, dejándote como quien dice con el calentón.
El cura se presenta como un personaje plano, únicamente enfocado en su sectarismo y el resto de personajes, la familia de la chica, el padre, la abuela, el hermano... te dejan indiferente.

En conclusión, sales del cine pensando que es domingo aún siendo viernes y que no has ido al cine sino que has estado viendo Antena 3 en el sillón de tu casa.

¿Qué puedo decir de una película que me ha encandilado, fascinado y encantado desde el minuto uno?
Una banda sonora que si bien no es la mejor que haya conocido el mundo del cine se adapta perfectamente a una película llena de planos bellísimos, algunos similares a cuadros recordándonos a Velázquez y artistas similares.
Un guión inteligente, elocuente y sublime. Un reparto bien seleccionado y una Keira Knightley que borda su papel, haciéndonos sonreír con sus risas y gestos. Un lenguaje que va más allá de las palabras, un guión corporal que debes seguir con atención, cada gesto cuenta, cada mirada. Unos escenarios cuidados y que reflejan la época. Planos adecuados para cada situación y el uso del tiempo como recurso emocional. Un Matthew Macfadyen que nos emociona con su timidez encantadora. Y es que hasta su arrogancia nos resulta atractiva.

Hay cariños que surgen con el tiempo, hay quienes deben conformarse con lo que les llega en el momento, ya que no podrán optar a nada más.
¿Pero qué hay de esas soñadoras que prefieren la soledad a yacer junto a quien no aman? ¿no es de valientes arriesgar en la espera aunque el resultado fuera quedarse soltera y más aún en aquella época?
El amor, a veces, va más allá de palabras, a veces se grita con las miradas, a veces se oculta bajo una máscara de soberbia.
El amor no es para conformistas, ni para quien no se ama. Solo es para los que se atreven a amar.

Pocas veces he puesto un 3 a una película pero en el caso de esta no he podido evitarlo.
Chico y chica se conocen en verano, típico, y en dos semanas están coladitos el uno por el otro. La química entre ambos brilla por su ausencia y el afán por aparentar romanticismo en sus conversaciones nos lleva a observar como esta palabra no aparece en la película, ni se palpa ni se siente.
John está bueno, hay que decirlo, pero chico, de ahí a ser oficial...
Amanda Seyfried nos deleita con sus canciones, algo ya habitual en una actriz que nos sorprendía en "Los Miserables", pero aparte de cantarle un par de sonatas a John en el sofá, las cartas son poco creíbles y el piano de fondo tampoco es que transmita demasiado.
Hablando con el padre sobre monedas dice que se lo ha pasado muy bien pero no cuela y John con una semi sonrisa nos insinúa que ama a Savanah pero no, esto tampoco cuela.
Agujeros por todos lados, sin química, con diálogos que ya podrían ser deprimentes porque así al menos nos transmitirían algo, pero nos dejan indiferentes y la banda sonora por el estilo.

No se si mi crítica puede ser lógica y más aún viéndome obligada a dar a pause, echar hacia adelante y definitivamente dejando el film a medias. Con esto lo digo todo. Sino quieres perder tu tiempo y mucho menos una tarde de domingo no la veas por favor, no la veas.