A mí me ha pillado un día en el que tenía mucho tiempo libre para dedicarlo a cualquier cosa como ver una película tan diferente como ésta y además con una cierta narcolepsia mental fruto de las pocas horas de descanso de los dos últimos días. En este contexto, he conseguido ver la antena dejandome llevar por la fantasía del cómic, cuento, o lo que quiera que sea esto. También me he permitido darle vueltas al coco y divagar con teorías sobre qué significará esto, qué quieren transmitir con esto otro, ¿será esto un icono de tal cosa? ¿representa este personaje a ...?

Y le he dado un siete.... pero he de ser sincero, si me pilla un día de esos en que solo quiero ver cine fácil la dejo en el minuto 2.

Así que, para verla... depende cómo te pille el cuerpo.

Es lo que tiene esta sociedad moderna. Hay una solución para todo. Que naces tonto de remate…no te preocupes, alguien extremadamente listo montará un curso para desatontarte un poco, eso sí cobrándote 5000 dolares. Después de todo ¿de qué vivirían los listos si no existiesen los tontos? ¿De qué vivirían algunas compañías cinematográficas si no hubiese tontos como yo que vieran películas tan impresentables como ésta?

En este caso el superlisto es Billy Bob Thornton, aquí Dr. P, que dándose cuenta de la cantidad de lelos que andan a dos piernas se monta una academia semiclandestina en la que intenta, con métodos algo rebuscados, hacer un grupo de hombres de una pandilla de pardillos. El alumno aventajado por tonto desde el principio es Roger (John Heder) aunque después resultará ser el más aventajado por ser el que más progresa, cosa que aunque pueda parecer positiva, en este caso no lo es sino que le traerá más problemas.

Una película que a pesar del título no creará escuela. Con esto no digo que no vayan a hacerse más porquerías de este tipo…sin duda, y muchas e incluso con títulos similares pero para entonces ya ni nos acordaremos de ésta. Yo la vi ayer y, hoy intentando escribir estas cuatro letras de advertencia a aquellos incautos que estén pensando verla, ya casi no recuerdo porqué dura, encima de todo, 100 min. Sigue una fórmula parecida a Ejecutivo Agresivo pero ni Heder se acerca a aquel Sandler ni mucho menos aún B. B. Thornton se parece en algo al profesor encarnado por Nicholson. Las situaciones que se plantean carecen de frescura, están muy recurridas, y los personajes carecen de gracia en sí mismos y en los chistes que protagonizan. Mal, denigrante y esas cosas que escribimos cuando estamos cabreados con la peli y con nosotros mismos (en mi caso por haberme dejado atrapar ante la presencia de Billy Bob Thornton y Michael Clarke Duncan).

…Y mira que no le pido mucho a una película de este tipo. Cuento con que tendrán un guión disparatado, que los actores serán perfectos desconocidos o glorias caídas en desgracia (que, en EE.UU. en lugar de ir a Supervivientes pues hacen peliculillas de este tipo), también cuento con que no todas las parodias serán divertidas, que habrá mucho gag tonto y chistes malos para rellenar huecos pero, ni siendo comprensivo encuentro otro término que no sea Mierda para definir la idiotez que es Epic Movie. Es mala, pero mala de verdad. Para describir la sensación que supone verla entera se me viene a la mente Tom Hanks en dos ocasiones, una cuando meaba en La Milla Verde y otra cuando se quitó el diente con el patín en Naufrago. Junta las dos y te quedas corto.

La historia en sí va de cuatro hermanos que sin conocerse son reunidos por el “destino” y se ven inmersos en la salvación de un reino que está en manos de una malvada bruja. Amenizando todo pues lo típico, parodias de varias películas y personajes, algunos de los cuales, como el capitán Sparrow o Magneto, llegan a resultar graciosos, pero son dos leucocitos en la piscina de pus que supone el resto. Muy poca gracia en las recreaciones, unos numeritos musicales insufribles, ni un chiste bueno en hora y cuarto, mucha carne al descubierto para una película de este tipo y, en definitiva, un MOJÓN (escrito con tipo de fuente Times New Roman de 72 y en negrita).

Si es domingo por la tarde y tienes que escoger entre ver Epic Movie o sacarte los ojos con un abrelatas entonces, no te lo pienses dos veces, limpia un poco el abrelatas para que no escueza mucho y de paso te evitas la tentación de ver la segunda parte (que la habrá).

¿Por qué pasan estas cosas? ¿Nos estamos volviendo todos locos?

Vamos a calmarnos y vayamos poco a poco…mientras la veía me han surgido varias preguntas. La primera ¿qué pintan la araña y la mosca (Rade Serbedzija y Val Kilmer;) en todo esto? ¿A quién convencieron primero para actuar? Supongo que a Rade y éste a su vez embaucaría a Val: “venga, Val Kilmer, vamos a participar en este proyecto, que será divertido…como cuando Zidane y Ronaldo montan un campamento de verano para niños que quieren ser futbolistas”; el otro que todo sea dicho es “un santo” accedió: “vale, pero salgo poquito ¿eh?, y en un ambiente oscurito para que no se me reconozca mucho…yo por mi parte voy a engordar quince kilos para despistar al personal” ¿Cómo vas a despistarnos, chaval? Si nos pasamos 32 minutos de reloj esperando que aparezcas la primera vez, y contando ésta solo sales 3 veces, en total ni cuatro minutos, si está más tiempo en pantalla tu nombre en los títulos de crédito que tú actuando. Cuando no te interese algo di “no” y ya está, quedas mejor y a nosotros no nos venden la moto. Por otro lado no me extraña (aunque también me apena) lo de Joaquín de Almeida, debe tener firmado un contrato vitalicio con la Luna, sale en todas.

Y hablando de la directora Luna, AKA María Lidón (cuando veo lo de AKA no puedo dejar de pensar en Kill Bill), ¿el pseudónimo lo elegiste porque cuando diriges estás allí o porque tu cine realmente es de otro planeta y por eso no lo entendemos aquí, en la Tierra? Aclárame algo, por favor ¿cómo puedes hacer algo como lo que he visto? ¿Cómo puede Adela escribir una historia como la que me he tragado? ¿Cuándo discutís el argumento y la puesta en escena de vuestro siguiente crimen cinematográfico? ¿Durante una fiesta de pijamas o ya tomadas las copas después de un cumpleaños?

Si vuestro concepto de terror se limita a rodar una película oscura, con túneles, sombras y linternas, remarcando los momentos álgidos con una luz roja y enfoques distorsionados ya falláis en la base. Y la niña de blanco la única inquietud que le crea al espectador es saber si estuvo algunos meses entrenando con Fermín Cacho, para hacer tantos kilómetros corriendo por los túneles.

Os aclaro algo, en adelante, cuando decidáis hacer “una de miedo” (o de cualquier otro género) no os preocupéis ni por el argumento, ni por la puesta en escena ni por nada de nada ¿vale? En mi caso será suficiente para helarme la sangre ver vuestros nombres en el cartel.

Aunque es de justicia reconocer que Moscow Zero tiene dos cosas buenas: La primera, que solo dura (aunque mientras la ves parece más) una horita veinte minutos y, la segunda, el diálogo cuando regatean el precio de los guías, pero claro, es un calco de cuando Edward Lewis contrata para toda la semana los servicios de Vivian Ward (Pretty Woman).

Para que luego nos quejemos porque no hay cepillo de dientes en la habitación del hotel, o porque al llegar a Amsterdam nos comuniquen que nuestras maletas están en las Islas Canarias...

Ingredientes para esta película: 6 chicas guapas, 5 matones, 4 escenas impactantes (desagradables), 3 torsos femeninos al aire, 2 remordimientos de conciencia a cuál más absurdo (voto por el último, si alguien encuentra un porqué al mismo que lo comparta) y 1 médico con un concepto algo extraño de la expresión "buena causa".

Como aderezo, una trama descabellada, algunas horas de caminata a distinto ritmo por la selva, y otras cuantas de buceo a pulmón libre; un porrazo por aquí, un tiro que otro por allí y, poco más.

Previsible a cada instante, no ofrece nada que no hayamos visto cien veces.

Es de suponer que lo que han gastado en moda de baño, lociones contra los mosquitos, pilas de linterna y baterías para la cámara subacuática es lo que se habían ahorrado en guionistas.