A mi lo que más me ha gustado es la dignificación que hace de la prostitución, que inunda la película.
Modelos en fiestas caras. Chicas que irradian buena onda y que comparten piso. Misses para orgías de superlujo. Y hasta esposas de burgueses médicos (¿O no es una forma de prostitució?). Todas estas mujeres mostradas como auténticas diosas.
De la precisión del guión, la puesta en escena, el vestuario, la música etc. no hablamos, simplemente es Kubrick.

De plena actualidad. La película es muy interesante porque es cienciaficción de la que tiene mucha ciencia sazonada con un tanto de ficción. Ya es un clásico del género. Le sobra metraje en su parte central. ¿Cómo era aquello? Planteamiento, nudo y desenlace. El nudo un poco flojo.

Es una película y nada más. Es decir lo es todo. Es una tremenda historia de amor, de vida . No hay más. No hay guerra fría, no hay demócratas de toda la vida, no hay feminismo. Hay un peliculón de los de antes de los que hicieron grande el cine. Si el cine es una manera de contar historias. Si te gustan las buenas historias. Esta es de lo mejor en décadas. Un hombre y una mujer corriendo tras lo imposible, venciendo miedos a veces y dejándose vencer por ellos otras veces, tratando de exprimir la corta y difícil vida que les ha tocado vivir. Viviendo y muriendo. Una obra de arte.

Dicen que es una película de género, un regreso al cine clásico. La vedad es que sacado de la idea de los bolsos es una sucesión de tópicos y de sustos típicos que cansan. Hasta esa magnífica actriz que es Isabelle Huppert hace una interpretación hierática que para los que la hemos amado nos decepciona. Un peñazo.

Existen dos mundos paralelos, el de la botella y el otro. Lee Remick es un mundo, Jack Lemmon es otro mundo.
El alcohol no es un demonio o sí. Pero eso lodecides tú y no el guionista. Los dos actores ya lo dan todo para dártelo mascado.