Ejercicio de cine cincuentero este Houdini, que aun no siendo tan "gran" como en su título indica, se esfuerza en su más de hora y media, en adentrarnos de una manera simpática y amena, y con más bien escaso dramatismo, en la vida del legendario mago de origen húngaro.

Claro está que George Marshall, no hace un gran biopic de la vida de Houdini, solo se limita a rodar envase del guión que sobre la novela de Harold Kellock compone Phillip Yordan, la cual no es muy rigurosa con algunos hechos de la vida del gran ilusionista, entre ellas el final de la película. Las actuaciones de Tony Curtis y Janet Leigh, pareja en la vida real por entonces, son correctas. Como dato curioso Curtis nacido en Nueva York, procede también de una familia de judíos húngaros como Houdini, en el que él también húngaro y reputado Ernest Laszlo, frecuente colaborador de los directores Robert Aldrich y Stanley Kramer se suma al film con una buena fotografía.

Tampoco creo que haya nada más que decir de está modesta propuesta de cine, pero pienso que era una magnífica ocación para hondar en la historia de un personaje que tuvo una vida que cinematográficamente daba para más. De todas formas escapemos con truco o sin el como lo habria hecho el gran mago, de los encorsetamientos que tiene está película y disfrutemosla como al final quedo, es decir un mero y simpático entretenimiento, que al fin y al cabo es lo que la mayoria de las veces buscamos en el cine y en eso "El gran Houdini" cumple.

Regular comedia americana con algo de ciencia ficción, que tuvo cierta fama en su día entre el público adolescente y estudiantil, y tambíen cierto éxito por entonces, en los alquileres de los videoclubs de los ochenta. El video ya estaba omnipresente en muchos hogares y empezaba a disputarle una batalla a las salas de cine en las que se seguia proyectando el celuloide tradicional.

Rodada en California y Los Angeles, Movida en la universidad apenas se recuerda como un film de mero entretenimiento juvenil, anecdótico si cabe, que cuenta con pocas escenas destacables si acaso los efectos especiales, te hacen reir un poco aunque son algo flojos, al igual que el guión y sus dos jovenes y principales interpretes Scott Baio y Willie Aames, este último protagonista en la famosa serie televisiva de los setenta "Con ocho basta" y que tuvo el dudoso honor de ser nominado dos veces ese mismo año a los premios Razzie en su tercera edición, como peor actor por esta película a la que nos referimos y por la canadiense "Paradise", premio que curiosamente iria a parar a manos del gran Laurence Oliver, por el film bélico "Inchon" de Terence Young, ¡increible! tratandose del gran Sir Laurence.

En 1982 la producción mundial pudo haberse acercado a los tres mil largometrajes, el cine americano continuaba en su esplendor en un momento de cierta recuperación económica e invade todas las pantallas del mundo, con enormes éxitos comerciales en todos los países, como es el caso de ¿Victor o Victoria?, "Desaparecido", "E.T.El Extraterrestre", "Tootsie", "Oficial y caballero", entre otras, además de adentrarse en ese año en varios festivales europeos, con una notable muestra de cine independiente.

No fue el caso de esta comercial película, que tuvo una innecesaria secuela en 1990 "Destape en la universidad" de Doug Campbell, con intervención nuevamente como coguionista del mismo mediocre director Robert J. Rosenthal.

Yo no les recomiendo que pierdan su tiempo con ella, es tan prescindible como el día demás que nos da este duro y dificil para muchos, bisiesto año.

A la hermana mayor de Warren Beatty, Shirley MacLaine se le conoce tambíen por su creencia de la reencarnación de la cual es devota. En esta pasable comedia la vemos siete veces reencarnandose en diferentes papeles de mujer adultera.
Salvo la primera y última de las 7 minihistorias, que son las que salvan de la catastrofe a este film, que parece mentira que la haya filmado De Sica, creador de titulos tan respetables y absolutas obras maestras como Ladrón de bicicletas (1948), Umberto D. (1952), o Dos mujeres (1960), entre otras.

En definitiva para fans de la MacLaine entre los que yo tambíen me encuentro, en la que la actriz de Virginia, nos ofrece en su interpretación una estupenda variedad de registros, y en el que se pueden sacar conclusiones interesantes entre lineas, citando algunas populares citas celebres.

Esté primer largometraje de los hermanos Ríos fue en su día, la primera gran producción cinematográfica del cine canario. Una modesta historia que toma como marco los paisajes de la abrupta y escarpada isla de la Gomera, en el que él campesino Benito de mote "Guarapo" intenta por todos los medios buscar un futuro mas próspero, intentando embarcar clandestinamente hacia tierras americanas, como muchos otros canarios de está y otras islas del archipiélago, que en plena posguerra tuvieron que iniciar su éxodo y que aun hoy en pleno siglo XXI en las susodichas islas cada vez menos afortunadas, sigue estando de una u otra manera, de vigente actualidad.

La lucha de Guarapo por escapar de la injusticias del caciquismo y la guardia civil de la época, hace que se esconda en el húmedo y frondoso monte de la bella isla colombina, y que algunos paisanos campesinos por medio del peculiar modo de comunicarse (por cierto, único en el mundo) a traves del silbido, lo ayuden a conseguir su objetivo de abandonar, la isla dejando a tras, amor, necesidades, y arraigo en busca de la esperanzadora emigración.

Estos hermanos tinerfeños, más dedicados al mundillo audiovisual, a traves de documentales y cortometrajes, fuerón nominados con este film al Goya a la mejor dirección novel, plasmando de una manera simple y sencilla un drama de rebeldía y supervivencia, en la que apoyados por un quizás excesivo deleite fotográfico, consiguen hacer una película discreta y pasable.

Hasta la fecha el título más recordado y el de mayor interés, de su llamada trilogía del cine canario.

Versión cinematográfica basada en la tragedia de Otello, el moro de Venecia de William Shakespeare, también llevada a la ópera con música de Giuseppe Verdi y con un libreto integral del poeta y compositor Arrigo Boito, fue estrenada triunfalmente un 5 de febrero de 1887 en el Teatro de la Scala de Milán, donde la exigencia técnica del papel protagonista es una de las cumbres del repertorio italiano.

Primera película rodada en Europa por Orson Welles y la segunda incursión a las obras del dramaturgo inglés, anteriormente había abordado Macbeth (1948) y posteriormente Campanadas a medianoche (1966).
Está que nos ocupa es una adaptación que no estuvo exenta de multitud de problemas, entre los que destaca un rodaje interminable (cerca de tres años), diferentes localizaciones, y la falta de presupuesto y que en su día a pesar de haber ganado la Palma de oro en el festival de Cannes, no dejo de ser un fracaso, paradojicamente todo lo contrario de lo que le ocurrio en su estreno a la comentada anteriormente versión operistica.
Pero algo tiene este hijo, de un inventor autodidacta y de una madre pianista, que casi todo lo que "toca", queda impregnado de un sello muy personal, como esté Othello fiel reflejo de otras tantas obras de esté genio tan versatil, que de una manera precoz alcanzo el exito, tanto en el mundo del teatro, la radio y por supuesto el cine.
La película comienza con la muerte del protagonista, en una acción que se desarrolla en una ciudad portuaria de la isla de Chipre a finales del siglo XV. Los venecianos celebran la victoria sobre los turcos, Otello y su mujer Desdemona llegan para suceder a Montano como gobernador de la isla. Iago alférez de Otello, papel interpretado inconmensurablemente por el actor irlandes Michéal MacLiammóir, está celoso de Otello y de su capitán Cassio, por lo que planea con el veneciano Roderigo enfrentar a Otello y a Cassio.
Todos estos hechos y más acontecimientos desembocaran en una tragedia de incontrolados y desquiciados celos por parte de Otello, todo ello filmado en un gran ambiente expresionista y tenebroso, casi oscuro, y con una extraordinaria interpretación de todo el reparto, en el que Welles consigue con no pocas dificultades, hacer una obra redonda y muy personalisima.

Cuando se cumple por estas fechas el 25 aniversario de la muerte de esté gran guionista, actor, y director, el mundo del cine no puede dejar de mirar hacia atras, en las obras acabadas y a medio acabar de esté genio único, considerado hoy en día por muchos especialistas como el mejor cineasta del pasado siglo XX.