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España España · Granada
Críticas de Nadja
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Críticas 492
Críticas ordenadas por utilidad
7
30 de agosto de 2020
39 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vivimos en un mundo donde la mayoría de personas aprenden por primera vez de sexo con el porno. A eso se limita la educación sexual de muchos y muchas. Poco se habla del consentimiento, del deseo o del placer.
Pocas veces se aborda de una manera honesta y real lo que estos conceptos significan realmente.

El cine y la televisión tampoco ayudan mucho a eso. Considerar romántico o erótico películas tan vistas como ''Cincuenta sombras de Grey'' o ''365 dni'', donde una mujer decide que es increíblemente fantástico experimentar vejaciones, sometimiento y malos tratos por parte de su pareja, resulta realmente deprimente y molesto. Y pensar que hay cientos y cientos de personas que engullen ese tipo de películas como si fueran un credo que mola mucho llevar a la práctica, da que pensar.

Los medios de comunicación llevan años cosificando la imagen de lo que debe ser un hombre y una mujer.
Diciéndote que debes sentir, que te debe poner, como debes actuar según el prototipo que encarnes. Pero es que esas personas que salen en anuncios de televisión presumiendo de cuerpos y vidas perfectas no existen. No somos nosotros mismos. No sienten lo que nosotros sentimos. No son reales.

Y esos cuerpos con los que muchos y muchas se masturban, tampoco lo son. Así no es una mujer y tampoco un hombre. Las mujeres y hombres reales no seguimos ese patrón. No tenemos un cuerpo perfecto y en muchas ocasiones tampoco una mente perfecta. A veces tenemos unos kilos de más o de menos. No tenemos una cara de anuncio, no damos el canon de belleza. No necesitamos grandes pechos o una cintura de avispa para resultar atractivas.

Teniendo esto en cuenta, es una verdadera gozada contar con series como ''Normal people''. Una serie que no tiene miedo de abordar todos estos conceptos y analizarlos uno por uno. Hacia muchísimo tiempo que no veía algo tan real y cercano en la televisión. La manera en la que son abordadas las escenas de sexo es toda una proeza. Y es que es tan importante que entendamos lo que significa el consentimiento. Lo que posibilita un si y un no. La forma en la que los actores expresan el deseo y el placer que experimentan sus personajes está a otro nivel.


La educación sexual que la mayoría de jóvenes reciben solo se limita a hablar de prevenir embarazos no deseados o de métodos anticonceptivos. Sin embargo, absolutamente nadie habla de preocuparse por el otro o de tener en consideración los deseos o el placer del otro. En esta serie podemos ver por primera vez a un hombre y una mujer que no solo se limitan a buscar su propio placer de forma egoísta, sino que también buscan despertar y provocar el placer en el otro. Siempre con respeto, siempre desde el consentimiento ajeno. Y es tan jodidamente importante mostrar eso. Educar a través de eso. Formar personas mediante esa idea.

Pero la labor de ''Normal people'' no solo se limita a eso. Cuestiona la estructura patriarcal que educa a los hombres para que alardeen de sus relaciones sexuales y vean el hecho de expresar sentimientos como algo extraño. Connell y Marianne son personajes con los que es relativamente fácil empatizar. Son demasiado cercanos. Es imposible no haberse sentido como ellos en algún momento de la vida. Porque Connell y Marianne no tienen una mente perfecta ni una vida perfecta. Luchan constantemente enfrentando la idea de lo que deberían ser para cada una de las personas que los rodean y lo que en realidad son. Evaluando lo que significa la intimidad y la conexión.

El parece ser un chico popular que no tiene problemas para caerle bien a todo el mundo, pero en realidad siempre se siente fuera de lugar. No se encuentra cómodo con nadie. No es el mismo con nadie. Ella da la impresión de tener una gran personalidad y una autoestima blindada en acero contra los ataques de los demás. A pesar de ello, en el fondo es realmente frágil, insegura y vulnerable.

Otra de las cosas que más me han gustado de esta serie es como trata los problemas mentales. Es una verdadera suerte ver a un personaje que decide acudir a un psicólogo cuando experimenta ansiedad y depresión. ¿Cuántas veces hemos visto eso en una serie o en una película?. Muy pocas, la mayoría de veces estos problemas los vemos resurgir por medio de la violencia. Contra uno mismo o contra los demás. Pero no, aquí vemos a un hombre que no tiene miedo de ir al psicólogo y que normaliza pedir y obtener ayuda psicológica de un experto cuando atraviesas un mal momento sin miedo a que lo llamen loco. Porque todos, absolutamente todos, pasamos en nuestra vida por buenos y malos momentos y a veces pedir ayuda y afrontar que tenemos un problema no es un signo de debilidad. Sino de una increíble valentía.


En el caso de Marianne, por primera vez se prueba el hecho de que la violencia domestica marca de forma irremediable a los niños pequeños. Algunos siguen los patrones de los maltratadores y otros adoptan otro tipo de actitud. Por primera vez he visto a una mujer que nos hace replantearnos el bdsm no como algo que empodera a la mujer, sino como otro tipo más de maltrato que cuando alguien acepta por decisión propia esconde problemas mentales y traumas.


Como digo, no pensaba que mereciera la pena tras ver unos cuantos episodios. De primeras me parecía un culebrón a la irlandesa, no muy diferente a mil cosas que se han hecho antes. Sin embargo, su belleza, profundidad y calidad me han cautivado. Es realmente emotiva, sincera y honesta. A esto se le suma la magnífica fotografía que nos deleita con unos paisajes y unas perspectivas muy cuidadas, la corta duración de cada episodio (apenas 30 minutos), las magníficas actuaciones de los desconocidos Paul Mescal y Daisy Edgar- Jones y una moraleja realmente rica en forma y contenido que nos habla de cómo el amor no tiene por qué poderlo todo siempre y construir una relación sana resulta tan simple como saber comunicarse con el otro y dejarlo ser, estés o no a su lado.

Sigo en spoiler por falta de espacio....
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nadja
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7
21 de enero de 2018
35 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es mi primera incursión en la critica a una serie española, ya que la mayoría que he podido visionar me han parecido verdaderas bazofias. Pero con esta producción Alberto Rodriguez consigue crear un producto que brilla por si mismo y deslumbra a todo el que pose la mirada en el. Ademas de esto, nos muestra interpretaciones estelares de actores a los que nunca les habríamos adjudicado ese potencial.
Podría decir muchos de los motivos por los que me ha encantado La peste pero lo voy a resumir en cinco puntos muy importantes.

1) La ambientación. Se nota que han desplegado gran cantidad de medios para organizar unos decorados y una acción tan minuciosos y tan adecuados a la época que se trata. Uno puede intuir que detrás de esta serie hay un gran trabajo a nivel bibliográfico y un gusto preciso y sofisticado por el detalle.

2) El feismo. Es un acierto retratar con total crudeza y honestidad la vida de las clases bajas. Rostros anónimos entre la multitud que sobreviven a base de perspicacia y agudeza. Hombres, mujeres y niños con semblantes marcados por el hambre, la suciedad y la miseria. No se escatima en ocultar lo horrible, lo deforme, lo decrepito. Se ambiciona retratar lo real aunque sea perverso y horrendo. Aunque no sea agradable de ver. Y es que esta historia es la historia de las personas que vivían en esas calles, las personas que luchaban cada día por sus vidas y tenían mas miedo a la maldad de dios que a la de los hombres.

3)El toque feminista que le pone a la serie un personaje como el de Teresa, mujer que se quiere abrir camino en un mundo de hombres. Que no se limita a respetar la autoridad de la época y defiende lo que es suyo por derecho propio. Y es que Teresa desea poder controlar la fabrica de su marido, tener voz y voto en el mundo laboral y no ser menospreciada por su sexo. De este modo reta a todo el que cuestiona su validez y se pone en peligro al dar trabajo en su fabrica a prostitutas. Algo impensable en esa época.

4) El hombre es la peste. La peor epidemia es la maldad y la codicia humana. El fanatismo religioso que esconde la sombra de la avaricia y la hipocresía de los que matan por dinero y poder usando la palabra de dios como escudo. La ignorancia humana como mejor arma para que esos falsos ídolos nos manejen anulando sentimientos como la compasión o la empatia y aprovechando el gusto por el sadismo y la crueldad ajenos.

5) El sueño de la razón produce monstruos. El conocimiento es a la vez cárcel y liberación. La sabiduría te hace llegar mas lejos que al resto pero es un camino solitario y tortuoso que conduce a la infelicidad y tiene un precio muy caro. Es el precio de la verdad, de quemar a tu propio dios y aspirar las cenizas de tu ego. Cenizas que tienen un sabor embriagador pero que dejan una marca permanente.



Grandiosa primera temporada, espero que no hagan una segunda y jodan lo conseguido con esta. Sigo en spoiler desvelando demasiado...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nadja
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3
15 de julio de 2017
50 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta podría haber sido una buena película sobre la anorexia. Pero se queda corta y ademas nos vende personajes basados en estereotipos y topicazos que son mas difíciles de creer que la existencia de un unicornio.
A continuación diré lo que me ha gustado y lo que no.
Me ha gustado que la protagonista tuviera un sitio en internet donde colgara sus vivencias y que este hecho hiciera que una chica se suicidara. El tema de las redes sociales y el efecto devastador que tienen en las personas(sobre todo en estos casos) es de apreciar.
Otra de las cosas que me han gustado es que se muestre el físico descarnado y los efectos de esta enfermedad. Pero sobre todo el deterioro a nivel psicológico que produce. Y es que nuestra protagonista es una adolescente con un padre ausente, una hermana que no la entiende, una madrastra que apenas conoce y una madre lesbiana bipolar y esquiva que esta mas interesada en discutir sus problemas que los de su hija.
Con todo esto es normal que Eli quiera desaparecer, desintegrarse, dejarse morir.
Y para ello escoge dejar de alimentarse. Que una chica se suicidara tras ver sus dibujos(el único medio de expresión que tiene) no ayuda.
No me han gustado los personajes estereotipados. La madre naturista y zen que pasa de su hija, el padre que siempre esta preocupado por llevar dinero a casa pero que solo se limita a eso.
Tampoco me ha gustado el personaje de Keanu Reeves, totalmente pedante y innecesario. Que hace que todo parezca un videoclip cutre de justin bieber.
Es una película muy predecible. Cualquiera puede averiguar lo que pasara a continuación. Mucho antes de que suceda. Y eso no es un acierto, es una gran desventaja.
Por ultimo no me gusta que en cada maldita película de adolescentes tenga que verse una historia de amor redentora que salve a nuestros protagonistas del hedor de la vida.


Hay cosas mas importantes y mas bonitas por las que vivir que una relación de pareja o un chico que conoces de hace tres semanas.


Lo siento, pero no.



Creo que lo que he mencionado arriba hace que el resultado de la película sea demasiado bajo y insustancial. He visto películas que narran este trastorno con mejor maestría.

Le doy un tres por la honestidad a la hora de plasmar algunas cosas. Ojala fuera honesta en todo.


Porque nos dice que nos hace querer morirnos, pero nos da pocos motivos realistas para decidir porque seguir viviendo.
Nadja
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6
19 de junio de 2022
48 de 70 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se llamaba Verónica y tenía 32 años. Estaba casada y vivía felizmente junto a su marido y sus hijos de cuatro años y nueve meses, a los que quería con locura. Trabajaba de carretillera en una fábrica de camiones para la empresa Iveco en Madrid. Su vida dio un giro radical cuando una antigua ex pareja difundió sin su permiso un video de contenido sexual donde aparecía sola. Casi todos sus compañeros de trabajo recibieron el video, que llegó incluso a manos de su marido. Algunos compañeros empezaron a acosarla, a murmurar, a señalarla. Se acercaban hasta su puesto de trabajo para ver en persona a la chica del video. La presión fue tan intensa que llevo a Verónica a suicidarse ahorcándose un día de Mayo del año 2019. Verónica solo fue culpable de una única cosa. De decir que no, de querer ser libre, de creer que era un ser humano y no un objeto. Y su negativa le salió cara, demasiado cara. No cedió al chantaje de su ex novio que la quería de nuevo a su lado y al que le irritaba que hubiera rehecho su vida con otro hombre y que fuera feliz sin que el formara parte de su vida. No cedió a su chantaje ni a su manipulación y entonces el pasado volvió a atacar con fuerza al presente, haciendo que surgiera un pedazo de intimidad que solo le pertenecía a ella misma, un pedazo de intimidad que amenazaba con destruir su presente y su futuro. Y el agresor lo consiguió, sus cómplices lo hicieron posible. Una sociedad dominada por el porno y en la que las mujeres aún siguen siendo meros objetos de disfrute acompaño con su mirada cómplice todo el proceso.


He contado la historia de Verónica al comienzo de esta crítica porque cuando supe de la existencia de su caso me removió mucho por dentro. Tanto que después de visionar esta serie de Netflix, he sentido que al menos una de sus historias estaba inspirada en su caso.


La nueva serie española de Netflix creada por Laura Sarmiento y Verónica Fernández (que también escriben su guion) se basa en estos relatos y pone en manifiesto lo que significa el sexting. Este término se refiere al envió de contenidos eróticos o pornográficos por medio de teléfonos móviles. Desgraciadamente esta lamentable practica en la que las mujeres suelen ser las principales víctimas, está muy de moda y son casos como el de Verónica los que nos lo recuerdan. ‘’Intimidad’’ nos habla de todo esto y de cómo semejantes acciones afectan a la vida de una persona, destrozando a su entorno familiar, su estabilidad laboral y su salud mental. Y es que el sexting no es más que otro tipo de violencia machista que del mismo modo que los feminicidios, esta ideada para acabar con la vida de las mujeres que la sufren.


La serie nos traslada a tierras vascas (concretamente a la ciudad de Bilbao y los pueblos de Vizcaya) que han sido salpicadas recientemente por el terrible escándalo del que ha sido víctima una política prometedora, a la que han querido joderle la carrera difundiendo un video donde aparece teniendo relaciones sexuales con otro hombre. Sin embargo, Malen (interpretada magistralmente por la genial Itziar Ituño) decide que esto no pondrá fin ni a su vida ni a su carrera y se dispone a plantarle cara a todos los que la quieren ver avergonzada y hundida. Mientras tanto, Bego recibe la noticia de que su hermana se ha quitado la vida. Muy pronto descubrirá los motivos que la impulsaron a ello. Y es que Ane llevaba mucho tiempo sufriendo el acoso de sus compañeros que se enviaron unos a otros un video de contenido sexual donde aparecía y que la intimidaron sin piedad desde el primer momento en que esas imágenes llegaron a sus celulares. Ane y Malen son dos mujeres que aparentemente no tienen nada en común. Han crecido en entornos diferentes y pertenecen a diferentes clases sociales. Una abandono los estudios muy pronto y comenzó un trabajo de baja cualificación mientras la otra iniciaba una carrera universitaria y optaba a puestos de trabajos de alto rango. Una es anónima y la otra es pública. Sin embargo, ambas son víctimas del mismo daño. A ambas la exposición de su intimidad les cambia la vida, conduciéndolas por caminos diferentes.


He leído críticas de otros usuarios que estaban más centradas en las actuaciones o en algunas partes de la trama que en lo que realmente significa esta serie. Yo no voy a puntuar ‘’Intimidad’’ por su elenco o por algún aparente fallo del guion (que alguno tiene). Series como esta no se hacen para destacar sus fallos. Series como esta son necesarias y se deben valorar única y exclusivamente por que muestran una parte de la realidad que es necesario hacer visible, por lo que esta serie no solo me parece necesaria, también es justa.


Y sí, es cierto que quizás ciertas cosas del guion podrían haber mejorado o se podrían haber caracterizado mejor a algunos personajes. Puede ser. No obstante, el valor de ‘’Intimidad’’ y su función con la sociedad es innegable. No se los demás, pero a mí con eso me basta. El elenco se acompaña de las increíbles actuaciones de un grupo de actrices muy conocidas dentro del panorama. Ana Wagener y Emma Suarez vuelven a demostrar su valía y su experiencia. Itziar Ituño también está bastante creíble en ese papel de política inalterable pero las que destacan por encima de todas las demás son Verónica Echegui y Patricia López Arnaiz que brillan de manera indiscutible interpretando a una Ane y una Bego inolvidables.


Creo que una serie como esta debería ser de visionado obligatorio. Por todas las Ane del mundo, por todas las Verónicas. Porque exista un mundo mejor para ellas. Porque todos nos esforcemos en construirlo.
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Nadja
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7
7 de abril de 2020
38 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda película del director Lorcan Finnegan supone una apuesta altamente arriesgada e innovadora y tal vez ese sea su mayor atractivo, crear algo diferente en un mercado (el del mundo del terror y la ciencia ficción) donde cada nueva película parece una copia de la anterior. Con un guion brillante, que el mismo y Garret Shanley idean, nos encontramos ante una propuesta terrorífica y sorprendente por partes iguales. Si hubiera que definirla dentro de un género propio seria dentro del terror surrealista.


Los primeros minutos del film son claves para entender su posterior desarrollo y su desenlace final. En pantalla se nos presenta un nido de polluelos donde uno de ellos tiene mayor tamaño que el resto de sus compañeros. El polluelo del que hablamos va expulsando a los más pequeños y débiles del nido, hasta ocupar el nido y al final se descubre que pertenece a otra especie. Es un cuco. De este modo, se nos presenta a una especie parasitaria que a lo largo del film nos recordara a su vez a la propia especie humana.


Nosotros también somos cucos. Seres que pueden parecer aterradores si se los observa detenidamente. Casi sin darnos cuenta nos hemos convertido en los depredadores más grandes de la tierra. Usamos el poder y los medios que poseemos a nuestra disposición para doblegar a las demás especies que nos rodean (esas a las que consideramos inferiores), ocupamos sus hábitats y eliminamos de este modo el mundo natural que los rodea. Los obligamos a desplazarse y nos servimos de ellos para subsistir. Sin embargo, lo más terrorífico es que estamos tan acostumbrados a nuestra supuesta superioridad, que ni siquiera somos conscientes de todas estas acciones que desarrollamos de forma indiferente cada día. Pero, ¿qué pasaría si la jerarquía no acabara en nosotros mismos, si pudiéramos ser parasitados a su vez por especies superiores?


Finnegan parece apuntar a esta dirección al colocar a una pareja que busca un piso y acaba atrapada en una urbanización minimalista donde predominan el blanco y el verde, queriendo eliminar cualquier atisbo de personalidad individual, dos seres que se verán obligados a intentar escapar constantemente del ambiente claustrofóbico y opresivo que les rodea.


No obstante, introduce un tercer elemento sumamente atractivo. Y este es la aparición de un bebe en una caja de cartón al que deberán criar como a un hijo para ser liberados más tarde. La aparición de este tercer personaje marca todo el desarrollo del film y su peculiar personalidad y modo de comportarse recrearan algunas de las escenas más peculiares y emblemáticas durante el transcurso de la cinta. No entro más en este punto, porque considero que la película se debe disfrutar sabiendo lo mínimo de ella.


Estamos ante un cine de sensaciones e ideas. Una especie de hibrido que nos hace recordar los mundos literarios de Kafka y el gusto por lo macabro y desconcertante de David Lynch. Lo más aterrador de esta propuesta no llega a ser lo que se ve, es decir lo que aparece en la pantalla. El terror y la tensión parecen escalonarse en diferentes pisos, visibles e invisibles. Y lo más desconcertante acaba por ser ese enigma, que solo intuimos a medias y que contiene en su interior las sensaciones más espeluznantes que pueden alterar la mente humana. Mientras Lynch optaba por un terror más palpable. Aquí el terror llega a ser un estado subyacente, que se acaba por descubrir al final del film en un par de escenas memorables que resultan difíciles de olvidar.


Con un elenco donde destaca la pareja protagónica; Imogen Poots y Jesse Eisenberg, ambos están esplendidos en el desarrollo de sus personajes, pero destaca sobre todo el papel de Imogen Poots que recibe mayor carga dramática que su compañero. Destacar también al aterrador Eanna Hardwicke y al pequeño Senan Jennings, que consiguen helarnos la sangre con cada una de sus apariciones.


Después de esta película, más de uno se va a cuestionar si merece la pena la paternidad. Muy recomendable para visualizar durante la cuarentena.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Nadja
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