El inicio de la película hace recordar la histeria de hace unos años con el virus de la gripe aviar AH1N1. De manera similar, un virus afecta al planeta Tierra a todo nivel, social y económico. El nivel de vida disminuye porque la gente ni energía eléctrica tiene.


Así que los humanos tienen la idea de reactivar una planta eléctrica ubicada en el bosque, cerca de San Francisco, California. El detalle que ahí vive una comunidad de simios con inteligencia avanzada, pues han logrado desarrollar un cierto lenguaje oral. Viven separados de los depredadores humanos y no se ve fácil el ingreso de éstos a un hábitat ajeno. Los años de falta de convivencia y la desconfianza justificada de los simios genera tensiones y escaramuzas que el humano Malcolm intenta resolver.

Por otra parte, César es el líder simio con quien Malcolm negocia. Lamentablemente padece una especie de golpe de estado por parte de Koba, un simio violento y abocado a la destrucción de los humanos. Koba logra parcialmente su objetivo durante una revuelta de simios contra los humanos al establecer una tiranía y asesinar a los partidarios de César.

Sorprendentemente, César no muere, es llevado a la ciudad para su recuperación. Ahí se organiza para regresar al bosque, tumbar a la tiranía y reestablecer el orden anterior. Para ello tiene que vencer a Koba en una pelea que hace recordar mucho aquella escena del cine mexicano en la que Pepe El Toro combate contra El Tuerto en lo alto de un edificio de la Cd. de México de los años 50s ¡Siempre nos roban las escenas! ¿Cuándo será original el cine gringo? :)

El director de esta película de 2014 es el estadounidense Matt Reeves. Está entretenida, si uno tiene que recorrer varios kilómetros en camión entre Cúcuta y Maracaibo, por ejemplo. Así que no me queda más que asignarle unas 2 de 5 palomitas porque creo que ya las películas recientes de esta temática no logran la emoción en los espectadores que provocaban aquellas de hace 4 decenios.

Los ingleses Andy Serkis y Gary Oldman representan a César y a Dreyfus, respectivamente. El australiano Jason Clarke hace el papel de Malcolm.

De carácter tímido y nervioso, Yves Saint Laurent incursiona muy joven en el mercado de la moda. Es en la casa Dior donde consigue sus primeros éxitos profesionales a nivel nacional, en Francia, y posteriormente con reconocimiento europeo.


En la época de las revueltas argelinas contra la dominación francesa es llamado a cumplir con el servicio militar, pero es considerado no apto por el ejército. Al regresar a Francia se encuentra con que ha sido despedido por Dior, lo que da pie a una etapa de crisis existencial en su vida. Es así como surge el apoyo de su amigo y novio posteriormente, Pierre Bergé (interpretado por Guillaume Gallienne), quien lo apoya para independizarse, montar su propia casa de modas, y cuidarlo por años.

El resto es éxito financiero y fama para Yves, se internacionaliza con clientes japoneses y estadounidenses hasta convertir su nombre en una marca mundial. Sus diseños novedosos tienen rienda suelta en esta etapa de su vida, ya sin el freno conservador de sus anteriores patrones. Al mismo tiempo, la película ahonda en la desenfrenada vida privada del diseñador: drogas y sexo.

Muy buena actuación del francés Pierre Niney, que le valió el Premio César como mejor actor en 2014.

Con un estilo muy peculiar de dibujos animados, el director brasileño Alê Abreu crea en 2013 esta bella película donde el niño Cuca es el protagonista principal.

El padre de Cuca se va de casa para trabajar en la ciudad y el niño queda al cuidado de su madre y el abuelo. Ahí conoce lo hermoso del campo y las tradiciones musicales, el valor del trabajo y la seguridad de vivir en una comunidad pequeña.

Sin embargo, decide dejar la aldea porque no soporta más la nostalgia al recordar a su padre. Se marcha a la ciudad y conoce ahí el avasallador peso del capitalismo en la economía, la globalización, la explotación laboral, el desplazamiento que la tecnología hace del trabajo humano. Es muy ilustrativa el combate de las aves: una es colorida y representa al pueblo, a la clase trabajadora, a la humanidad; la otra representa a la oligarquía y la represión militar.

Al final, Cuca regresa a su pueblo para reencontrarse con esos conceptos elementales que lo hacen feliz y que hacen más bella la vida de los seres humanos.

Arthur es un joven diplomático que consigue trabajo como asesor del vanidoso canciller francés Taillard.

Si bien empieza con ánimo, Arthur es sometido a una intensa presión debido al desorden del ministerio a nivel administrativo y por el excesivo culto a la personalidad del canciller. Sin una oficina, Arthur debe redactar varios discursos, que le son devueltos para su corrección, muchas veces sin ser leídos.

Poco a poco el joven Arthur se va adaptando a la personalidad de Taillard, siempre con la comprensión y apoyo de su novia, además de la ayuda del asesor en jefe Maupas. La realidad de un ministro desordenado termina por disipar la ilusión inicial de Arthur.

Taillard pretende adaptar la realidad mundial a la consecución de logros personales que satisfagan su ego, siempre con frases de Heráclito. Los asesores cambian el último párrafo al inicio, el del inicio lo pasan al final, reciclan párrafos de viejos discursos, trabajando en oficinas poco amplias en comparación con el vasto despacho del canciller.

¿De verdad será así la diplomacia francesa? Como sátira, la película no es adecuada sólo para Francia. Supongo que eso sucede en varios países, ministerios y secretarías. Las envidias entre asesores y la neurosis previa a las conferencias internacionales conforman una especie de "detrás de las cámaras", lo que no se ve en TV.

Para mí, los políticos auténticos tendrían que ser como Evo Morales, Hugo Chávez, José Mujica, Fidel Castro, por su capacidad discursiva para innovar sobre la marcha. Creo que ellos rompieron ese modelo aburrido y soso de los políticos europeos y mexicanos. De los europeos creo que se salvan el español Pablo Iglesias, el italiano Beppe Grillo y el francés Jean-Luc Mèlenchon.

El canciller Taillard es representado por Thierry Lhermitte, Arthur por Raphaël Personnaz y Maupas por Niels Arestrup.

La serbia Maja Milos es la directora de esta película que describe a plenitud la época de la posguerra en su país. Para ello hace uso de paisajes siempre nublados, lluviosos, escenas en apartamentos hacinados, en edificios viejos y grafiteados.

El personaje central es una adolescente, Jasna, quien pasa su vida entre la fiesta y el sexo. Poco solidaria en las labores del hogar, su labor principal es buscar la atención de un muchacho, Djole. Como toda joven del siglo XXI en el mundo occidental, su teléfono celular está presente para grabar videos y tomas fotos de sus actividades hedonísticas.

Milos nos deja una reflexión sobre la violencia de género y el machismo, a través de un Djole que se sabe controlador de la situación, capaz de hacer con Jasna lo que quiera. El acoso escolar y la violencia entre jóvenes no es sólamente característico de Estados Unidos y sus famosas balaceras universitarias. La directora muestra dicha violencia a través de una juventud de Belgrado que trata de fugarse a través de las drogas de un escenario sin futuro. ¿Será que la destrucción realizada por la banda terrorista OTAN dejó a Serbia con un tejido social tan desgarrado como el de México?

Isidora Simijonovic representa a Jasna y Vukasin Jasnic hace el papel de Djole.