La historia comienza algo lenta, pero luego, un suceso que te deja boquiabierto y el primer susto de verdad, hacen que comiences a atar cabos y tengas la necesidad de devorar capítulos. La atmosfera que rodea a la isla y por ende a toda la historia es inquietante, aunque si tengo que poner algún pero a esta historia lo haría en la banda sonora, la cual no me parece acorde con la historia.
Los personajes están muy bien construidos, consigues conectar con cada uno de ellos rápidamente, aunque hay alguno que otro que es un poco irritante, lo cual le viene muy bien por cierto la historia. También está muy bien logrado que todos tengan su misión en particular. La localización es perfecta para lo que quieren plasmar en la pantalla, aunque hay un par de cosas que no me cuadran. El terror tarda un poco en llegar, pero cuando lo hace, comprendes que ha valido la pena esperar.

Me gusta mucho esa atmósfera sombría, como en penumbra, que rodea a las series o los films nórdicos. El comienzo del primer capítulo ya te engancha, por su acción, su violencia, y su suspense. Es una historia sobre unos asesinatos en serie, y la única pista que tienen los investigadores son unas figuras hechas con castañas que el asesino deja en la escena del crimen. No hay que esperar nada especial ni nada novedoso, es una historia de un psicópata y unos detectives jugando al gato y al ratón, pero cabe destacar que los personajes están muy bien construidos y la trama muy bien trabajada. Son solo seis capítulos y gracias a todo lo que rodea a la historia se deja ver del tirón si que se haga pesada en ningún momento. Que no te engañen, no es ninguna castaña de serie.

Está claro que no es una obra maestra del cine y que no se estudiará en las academias, pero si quieres reírte un rato sin darle mucho a la cabeza esta es tu película, si te gustan los Farrelly claro está. Que hay tonterías como la copa de un pino, sí, vulgaridades, sí, situaciones inverosímiles, sí, pero cuantas veces hemos visto en películas que quieren ir de serías encontarnos con esas situaciones. El propósito de esta película es hacer reír, y para mí lo cumple a la perfección, tampoco busca nada más allá. Los dos actores principales cumplen a la perfección, Carrey está como pez en el agua, y el camaleónico Daniels, por momentos le roba el protagonismo a uno de los mejores cómicos del momento.

El argumento trata de dos temas que desgraciadamente están de actualidad, (si es que en algún momento no lo han estado), que son las violaciones grupales y los tiroteos en institutos, aunque esto último parece ser exclusiva de EEUU. La trama gira entre la diferencia de trato que hay entre agresores agredidos, y como en ocasiones; o por prejuicios de la sociedad, por pudor, por que no se ha contado todo, o se ha omitido algo, en ocasiones no quede claro quien es quien en el conflicto. El papel de Mila Kunis es un caramelo irrechazable para una actriz, aunque en ocasiones se echa en falta algo de expresividad en su rostro, creo que borda el papel y no cae nunca en la sobreactuación. La narración en off por parte de la protagonista, permite que nos acerquemos al personaje y que desde el minuto uno conectemos con ella, conociendo sus preocupaciones y sus miedos. Este recurso de narración se echa de menos bastantes más veces de las que se debería, y en esta ocasión le viene que ni pintado a la historia, sin esa voz en off, sería muy difícil llegar a conocer a un personaje tan complejo como el de TIffani. La trama es muy compleja, pero está muy bien hilada y conducida gracias a los acertados flashbacks, que te ayudan, no solo a conocer al personaje principal sino también a los secundarios. Este recurso de vuelta al pasado que en ocasiones si no está bien utilizado se vuelve pesado y confuso, en esta ocasión está bien resuelto y resulta muy útil. Quizá haya gente, especialmente mujeres, que una historia como esta basada en unos sucesos tan terribles les remueva algo por dentro y no se atrevan a verla, pero la película no cae en el morbo fácil ni en el sensacionalismo barato, los temas complejos los trata con mucha delicadeza, centrándose y gastando más recursos en la lucha interior de la protagonista.

NI fu, ni fa; expresión que se utiliza para decir que algo es indiferente, que ni bueno ni malo. Y es muy triste que te se quede esta sensación cuando ves una producción con este reparto. Es cierto que los personajes están bien construidos y conectas con ellos desde el primer instante con cada uno de ellos, ayuda mucho que también que sean rostros fácilmente reconocibles .Pero la historia no logra seguir una línea coherente, va dando bandazos sin rumbo, intentas que sospeches de todo el mundo pero sin darte razones de peso para ello, a veces hay unos giros de guion totalmente incoherentes, para luego volver al mismo sitio...lo cual al final acaba aburriendo, aunque hay que reconocer, que los directores, en ocasiones logran crear una atmósfera inquietante. Pero en su debe, también está, que hay capítulos que parecen que te vayan a llevar a una trama que no te deje levantarte del asiento, y otros que parecen más un telefilme de sobremesa lleno de lugares comunes. Lo mejor para mí, el trabajo de Cannavale y de Farrow. lo peor, lo que pudo haber sido y no fue.