David Lean dirigió esta maravillosa película basada en la novela de Edward Morgan Forster. El resultado es una inolvidable cinta que te transporta a la India colonial británica, donde el inevitable choque de culturas y el ejercicio del poder se entrelazan con las historias de varios personajes. La fotografía es espléndida, el vestuario y la puesta en escena soberbios y las interpretaciones, especialmente la de Judy Davis, son de primera.

Las colinas de Barabar (ese es su nombre real, Marabar las llamó Forster en su novela) son testigos de un acontecimiento que traerá importantes consecuencias para varios de los protagonistas.

Realmente bonita

Análisis estremecedor, crudo pero al mismo tiempo poético de unos personajes de Nueva York, en el que a uno de ellos la vida le pasa por encima. Sin embargo también habla de la amistad y lealtad entre las personas, de sus diferentes facetas y la complejidad de su caracteres que acaba con cualquier maniqueísmo facilón. El genio de Spike Lee, una impresionante fotografía y el gran trabajo de los actores dan como resultado una impactante y magnífica película.

Lo que más me ha gustado de esta película es la sensación de ver cobrar vida a un cuadro de Vermeer mientras la miraba. La fotografía es espléndida, las interpretaciones también y aunque el personaje es un invento estupendo de la escritora Tracy Chevalier porque la identidad de la chica del cuadro es desconocida, lo cierto es que llega una a desear que sea verdad por lo creíble de la historia y lo bien llevado que está el guión y la dirección de la película. Notable.

Está a años luz por calidad de cualquier otra adaptación anterior o posterior de la obra de Jane Austen. Un Darcy insuperable interpretado por Colin Firth y gran fidelidad al texto de la escritora y las situaciones que plantea en su libro.

Espléndida.

Hemos llegado al final con esta cuarta temporada o eso dicen. Y la verdad es que pese a que he leído críticas criticonas por ahí, en mi opinión ha tenido un cierre fantástico. La aparición de la hermana es enormemente efectiva y las "pruebas" a las que Sherlock se somete en el último capítulo son una vez más trepidantes y están llenas de chispa. Nos dejan descubrir un Sherlock, a fin de cuentas, casi más humano que el pobre Doctor Watson, quien a fuerza de disgustos se ha vuelto más frío que su amigo.

Los actores están de nuevo inmensos, todos ellos. Y los episodios, incluidos este último, no solo entretienen sino que te mantienen en vilo hasta el final.

Si la serie no continua más adelante, solo cabe desear que se hagan otras de la misma calidad que esta en el futuro.

Ha habido y habrá más Sherlocks Holmes en el cine, pero como este ninguno.

Eso es seguro.