La película cuenta la historia del libro que es mejor empezar leyendo para así encontrarle mayor interés. Además si visitas Baeza es interesante ver las zonas donde se rodó la cinta (yo paseo con el perro todos los días por muchos de los sitios que aparecen en imagen).
Todo ello son alicientes externos y personales. Porque me ha parecido una obra algo aburrida, innecesariamente larga, poco movida, con poco gancho... Parece ir atando cabos pero sin un nexo atractivo. Lo siento, pero no me ha gustado. Hubiera sido interesante también decirle a los actores que hablasen más claro, porque estoy teniente y hay que vocalizarme bien.

Aunque es una película de dibujos, también la pueden disfrutar los mayores. Es muy bonita, con un diseño y un grafismo diferentes, originales, frescos y delicados. La historia acompaña el estilo que describo con estos cuatro adjeticos, donde dos culturas (Oriente-Occidente) chocan y se unen en pos de una bella acción. Las dos culturas están representadas por dos chicos criados por la madre de uno de ellos. Y no le doy un 8 porque le falta un poquito de humor que enganche más, habiendo creado personajes que están para eso y que considero muy personalmente que se han desaprovechado un tanto.

Comedia de enredo con buenos puntos y que desespera un poco por el neurótico suicida, pero que merece la pena por el guión inteligente y por la buena interpretación del protagonista. Aunque es verdad que éste se pasa de insistente en su plan salvador, también es cierto que si no fuese por esa insistencia no habría película, así que se justifica tanto intento redentor.
No sacaremos grandes ideas filosóficas de este argumento, porque aunque el personaje central está al límite, y solo el bien más absoluto puede salvarlo, de lo que en realidad se trata es de hacérnoslo pasar bien, y esto se ha conseguido, al menos en mi caso. Además la historia se redondea con un buen final,...¿qué más se puede pedir?

Tras las buenas críticas recibidas me dispuse a ver esta película con mayores expectativas de las que suelo albergar tratándose de cine francés. Y efectivamente, y aunque está bien, desde mi punto de vista no es para tanto.
En primer lugar el chico negro es demasiado guay, como dicen en francés, cool. Eso significa que muchas de las gracias de la cinta también son guays. Mi problema -esto reconozco que es personal- es que soy antiguay. Así que parte de la comedia no me ha hecho gracia.
Lo segundo es que aunque la manera de exponer la discapacidad física casi total es original, también entra en clichés ya propios de la cinta. Es decir, que el guión crea sus propios tópicos y se repite, sobre todo, y de nuevo, con los chistes. Pero también con la chica guapa, con lo que genera tener dinero, con los suburbios...
Sin embargo, me ha gustado la idea de que todos tenemos algo útil que ofrecer, la posibilidad de salvarse de una vida complicada ayudando a los demás; también me ha gustado la música, porque Einaud, que la compone, deja que la película cuente (al no poner melodías, no interrumpe). Por último, lo que más me ha gustado es el final, cerrado,, que te dejan la película en su sitio y que viene acompañado por la música de Einaud. ¡Qué pena que nuestra vida no tenga su banda sonora! Tal vez así nos fijaríamos más en lo bello que puede llegar a ser vivir.

Me parece este un buen intento de acercar la música clásica al público en general, con una historia de complicaciones pero no complicada en sí misma. La verdad es que pone a los rusos de vuelta y media, pero aparte de esto te hace sonreír y te mantiene atento. Yo no me he llegado a emocionar sin embargo por la sobreactuación final, pero en fin, se puede ver y aprender algo.