Una peli para pasar un buen rato. A veces se recarga demasiado con anécdotas de la vida cotidiana del matrimonio Hepburn-Tracy, pero tiene momentos brillantes, casi todos ellos en el juicio. Es muy gracioso ver al personaje de Tracy ir perdiendo puntos frente a su esposa, sobre todo porque parece que es él el acusado. Y no es más que una víctima inocente que nada tiene en contra de la igualdad de sexos y que ayuda a su mujer en la cocina y le trae regalitos. Me ha encantado también la interpretación de Jean Hagen, que hace un personaje calcado del que hizo en "Cantando bajo la lluvia". Pero es que ese personaje es de las tontas más logradas que he visto en la gran pantalla.

Creo que si esta película se proyectase en las escuelas de todo el mundo en clase de Historia, cada vez que se hablase de la Primera Guerra Mundial, todo iría mejor. Y a quien le parezca exagerada mi opinión, voy a ir más lejos aún: debería proyectarse en el dormitorio de Bush todas las mañanas al salir el sol. De Bush y de todos esos líderes de pacotilla que seguramente no han visto jamás esta película y se morirán sin verla, porque están demasiado ocupados en jugar con las vidas de los demás.
Y si la vieran, ¿con quien se sentirían identificados? ¿Con los altos mandos o con los soldados rasos? Me temo que sólo entrando en lo más profundo de sus conciencias lo sabríamos. Moriremos con las ganas de saberlo.

Uno de los mayores valores de esta película es su mordaz crítica del mundo de la farándula, de las envidias y la hipocresía que reinan entre cajas cuando ya no está el público. Y esto no sólo es válido para el teatro, pues se mencionan también el cine y la televisión; todos caen en el mismo saco.

El guión es excepcional. Los diálogos son maravilosos y los silencios también. En especial destacar el modo en que Margo Channing y Birdie se entienden con la mirada.

Bette Davis está insuperable de principio a fin. Me ha sorprendido principalmente cómo en la escena del cumpleaños de Bill va añadiendo embriaguez al personaje y mantiene el matiz durante tanto tiempo. Los demás actores están correctos.

En otras críticas he podido comprobar que no gustó el final. Coincido plenamente. Me esperaba algo más potente.

Hay un tipo de cine cuyo éxito radica en conseguir la identificación del espectador con el personaje principal o héroe. Yo no me identificaría con Brad Pitt en Troya o con Tom cruise en Top Gun. Con el protagonista de Kinsey me he sentido plenamente identificado desde el comienzo de la película. Por esta razón sé que el 10 con el que he valorado Kinsey puede ser exagerado. Pero por otro lado pienso: si no se lo doy a esta película que me ha emocionado tanto a la vez que ha estimulado mi intelecto, ¿a cuál se lo voy a dar? En cualquier caso, creo que tiene muchos otros méritos (interpretación, narración, tema...) y la recomiendo a todos los amantes del buen cine. (y si se ve en versión original mejor, para valorar el tremendo trabajo de los actores y en especial de Liam Neeson)

Imágenes de gran belleza. Tema interesante. Interpretaciones acertadas. Pero en numerosos momentos de la película el ritmo cae estrepitósamente y, al menos en mi caso, llega a aburrir.