En Filipinas existe una gran afición por los comics de superhéroes, que han sido llevados al cine y televisión. Kapitán Boom, personaje de la editorial Mars Ravelo, es una serie poco superheroica, orientada a ser una comedieta de jóvenes estudiantes de universidad, sus amores y desamores, su pandilla de amigos, los problemas con la familia y poco más. Progresivamente salen delincuentes con pasamontañas y algunos supervillanos de feria, pero esto no es el "Arrowverse" sino más bien "Los Thunderman" y podrían emitirse por algún canal infantil.

Quizás nos estamos acostumbrando a que los filmes de serie B sean producciones olvidables, debido a las productoras tipo "The Asylum" que ofrecen unos infraproductos de baja calidad que dañan a las neuronas del espectador. Sin embargo, esto no tiene porqué ser así. "Marte" dirigida por un artesano como Jon Hess, nos ofrece un guión hasta cierto punto trabajado, una buddy-movie, con una trama que pretende ser compleja.

Tiene muchísimos puntos en común con "Desafio Total" (1990, P. Verhoeven) y aromas de "Atmosfera cero" (1981, P.Hyams). De la primera coincide en la ambientación - el planeta rojo, la minería, las instalaciones, el barrio y locales de prostíbulos - en la trama - las autoridades corruptas, una enfermedad misteriosa, gente deforme - en el vestuario y en los personajes - el matón principal parece el gemelo de Michael Ironside (viste igual) la policía de Marte lleva la misma boina y el malo remalo es una especie de Cohaagen y acaba casi igual. Incluso los personajes principales se parecen a los de Schwarzenegger y al taxista negro y molón que conoce. Y también comparte la excesiva violencia, aunque hay poca sangre. De la película de Hyams también comparten trama - traficantes y droga para mineros- y el personaje de la médico.

Obviamente, la producción es barata, pero se esfuerza en ofrecernos maquetas, efectos especiales de ordenador, ambientación muy simple pero variada, una solvente dirección y unas interpretaciones, aunque tópicas, aceptables. Un digno producto de serie Z, aunque no esperes algo maravilloso, ya que la producción es muy modesta.

Auténtica tomadura de pelo de Corben, el dibujante, y sus amigos de la editorial. Un horror. Zapatero a tus zapatos. Aprovechó una película casera que llevaba rodando 10 años para pergeñar este disparate en forma de pretenciosa película a medio camino entre el cine experimental - con playmates de grandes pechos y peleas de karatecas - el de ciencia-ficción adulta y qué-se-yo. Ni él lo sabe.

En forma de dos capítulos asimétricos - "Tower of Blood" y "Relief station", emplea técnicas obsoletas ya en la época del cine mudo - el filme no tiene diálogos, y va acompañado de una música horrible - con una animación stop-motion de plastilina extremadamente cutre y efectos casposos de video en su primer capítulo y un empleo de maquetas de naves tan espantoso, en su segundo capítulo, que parece de cualquier serie barata setentera producida en Pakistán. Y es que este filme se empezó a rodar años antes, lo que se aprecia en el vestuario y el corte de pelo.

Las historias apenas se entienden. Es como metiesen escenas inconexas para rellenar. Vemos un mundo con una babosa lovecraftiana que se come a extraños humanoides y pasamos a un remedo de "El prisionero" correteando con traje por un bosque y peleándose con patadas de pseudo-kárate. En la segunda historia una especie de piloto se beneficia a varias señoras - ¿o es la misma? - pero no se entiende nada más. El summum bizarro se alcanza cuando a la chica que abraza le quita la peluca y aparece otra completamente distinta, rubia, y se ponen a corretear por el campo. Obviamente, no hay intérpretes, son el mismo y sus amiguetes.

Y todo ello con presuntuosos encuadres y luces rarunas, empleando distintos formatos - super 8, video, película -para formar un engrudo que haría llorar de pánico hasta a Lars Von Trier.

¡Y fueron capaces de venderla en VHS y DVD! ¡ El regalo perfecto para romper con alguien!

Aviso: NO LA VEÁIS.

Peliculita de serie B, típica de los años 50, donde se buscan amenazas cada vez más inverosímiles para los programas dobles de entonces. Mantis gigantes, hormigas, cangrejos enormes, mujeres de 50 pies, ciclopes de gran tamaño ... ¿Qué nos faltaba? pues un conquistador español zombificado de tamaño descomunal.

Poco importa la rigurosidad ni la continuidad de guión en este tipo de filmes, que lo que pretende es relatar la historia lineal de un monstruo que mata a todo tipo de seres vivos - especialmente humanos y preferentemente chicas - cómo es descubierto por unos científicos espabilados, cómo el más joven se ligará a la hija del venerable profesor, y cómo el héroe-macho-alfa junto a la policía asediará al villano hasta el previsible final.

Tópica y típica se debe ver como una película de aquellos años y bajo esos parámetros, y no otros. El maquillaje es aceptable si se rueda en exteriores.

¿Barata? Por supuesto. Pero esta no es una ´superproducción de David Lean, sino un film de un género - el fantástico- que por entonces no se valoraba en demasía. Sólo servía para achucharse en la trasera del coche en el autocine.

Versión bizarra - mira que es difícil empeorarla más - de la cochambrosa película "Hace un millón de años" , rodada un año antes, que a su vez era una versión de un film de los años 40 protagonizado por Victor Mature, mezclándola con las películas de Tarzán de Johnny Weissmuller.

En esta versión, unos ¿científicos? se accidentan en la avioneta que usan para buscar una isla que nadie ha descubierto, presuntamente de la civilización atlante. Pero eso de los atlantes se olvida rápido, para pasar a ser una de trogloditas cutres, en la que una de las ¿científicas? queda prendada de uno de ellos, ayudándole a retomar la jefatura de la tribu y enseñándoles a ser más humano, y recordando a la relación que establecen Tarzán y Jane, pero en cutre, con una absoluta sumisión de ella ante los malos modos, la brusquedad y el machismo que luce el primitivo.

Y sí, hay dinosaurios. Lagartijas y cocodrilos con objetivo macro y superposiciones de imágenes con los actores. No quedan demasiado mal, aunque son algo obsoletos. Y los decorados, de la selva misteriosa, tienen un aire al original King Kong. Quizás, lo peor, aparte del terrible guión, es el vestuario de los trogloditas, ¡¡donde el protagonista lleva hasta tirantes de piel !!. Mención aparte merece la BSO, horrorosa sonde las haya, que parece interpretada con un casiotone.

Película mediocre, casposa, obsoleta y que causa risa. La protagonista siempre lleva el pelo cardado, tras nadar en el rio, correr por la selva y ser perseguida por bichos ¿me puede decir la marca de su laca, por favor?