Obvio hablar sobre el asunto de la película. Lo puede ver por ahí, pero sí le animo a intentar verla.
No encuentro justos los reproches a la ajustada verosimilitud de los personajes y sus historias.

Las mazas y los artefactos de los juegos malabares son aburridos cuando se transportan en una bolsa. Los personajes del cine también.

Para que las "bestias" de esta historia retribuyan nuestro interés, deben moverse de forma extraordinaria y, conservando el equilibrio, aquí lo hacen y con acertada precisión. Bien por todo eso.

Bien también por el malabarista D. Moll que pone en movimiento sus sencillas "bestias", personajes del día a día, para que otorguen al cine la magia que se espera de él para apartarnos de nuestra realidad, menos feliz de lo que un día esperábamos.

Valorar a la baja este trabajo no es justo, argumentando que los personajes no son tan aburridos y previsibles como yo. Ya sé que las "bestias" no vuelan, cierto, pero Pinocho hablaba, Supermán vuela y Drácula es inmortal, se alimenta de sangre y también vuela; y si lo doy por bueno me lo paso bien.

También podríamos cargar las tintas con la censura moral, la maldita violencia... Pero si le quitamos todo eso, mejor me aprieto un episodio de la Casa de la Pradera porque ¿a qué vamos al cine?

Si se lo pasa bien, díganoslo a los demás y si no, también, pero es innecesario que nos vuelvan a recordar quiénes son los Reyes Magos, que eran más fascinantes cuando dábamos por buena su historia.

Si le interesan las historias que se desarrollan en el mar, hostil, hermoso y peligroso, no permita que la baja puntuación de los profesionales le desanime a verla. Tenga más en cuenta lo que opinan y votan los usuarios de F.A.

Noruega, sí; se agradece para mantener la coherencia de las situaciones y los comportamientos. Para nada fría, los personajes se entregan con pasión a su temible aventura.

Muy interesante para acercarnos al desconocido mundo de las colosales plataformas petrolíferas, siniestras y misterriosas que, plantadas en el piélago, albergan tecnologías punteras de nuestro tiempo. También podremos ver qué se cuece en el centro de control de la compañía petrolífera y la prioridad que impera en la toma de decisiones.

Acción con pocas pausas sin necesidad de violencia, tiros ni crímenes. Explosiones. Sí. Disfrutaremos de horribles explosiones.

Ya quisiéramos que el cine patrio pudiera permitirse una producción a la altura de este trabajo. Celebro haber atendido a las opiniones que publican otros usuarios.

A falta de referencias, la he grabado de la TV a ver qué tal estaba. Interesante sorpresa. Merecería más reconocimiento, pero la verdad es que su sencillo título y su espartana carátula provocan recelo, sin embargo, lo he pasado bien.

Nos cuenta la historia del entusiasta propietario de un motel de mala muerte en el centro geográfico de los EE.UU. que es, además, un intérprete aficionado de música country que sueña con su gran oportunidad. Vive con su esposa en medio de la nada y ella le ningunea por ser un fracasado. Además del motel, él atiende un huerto y un pequeño zoo que, entre otros bichejos, acoge un puma de color verde.

Un buen día aparecen una pareja de reputados cantantes para actuar en el bar del pueblo. Esto será el detonante de una chocante -e interesante- historia que se llevará a la fosa del huerto a buena parte del elenco.

Si recuerda haber visto Giro al infierno de Oliver Stone y, mucho cuidado con esto, salvando las distancias, nos encontramos con una historia próxima en su género, de personajes atrapados en su apartado mundo dispuestos a matar por salir de allí. Es dinámica, regala sorpresas y contiene un leve humor negro que anima su visionado.

Bien. He contado una mentirijilla. El puma no es de color verde. Lo he dicho para que siguiera leyendo hasta aquí. Gracias por su interés.

Esto es lo que le dice Robert Taylor a "la chica" cuando a ella se le cae la silla de montar que acarreaba.
-Nunca me has dicho nada tan bonito. Contesta ella.
-Creo que te he alabado una vez como cocinera. Le replica el galán.

Sí, esta es la mejor parte de los diálogos. A ver qué productor / director se atreve hoy a algo así.

Para los que, muy jóvenes, disfrutábamos con los episodios de "Bonanza", este film sigue la misma trayectoria de historias con poca enjundia que, abusando de la falta de opciones del espectador, acaparaba nuestra atención.

No lo vale. Los personajes, buenos y malos, son todos malos -los malos, peores aún-. Planos y previsibles. Gente de buen fondo que se ve hostigada por granujas que no dan miedo.
Si una vez vió "Bonanza", ya sabe lo que puede esperar, si no, pruebe suerte. Como ahora sí tengo otras opciones, he descabalgado a los veinte minutos y por eso ignoro si su guión ofrecerá más sospresas como la que he comentado al principio.

Para los menos jóvenes:
Veo en F.A. que Tay Garnett, el prolífico director, dirigió series bien conocidas del mismo corte, "Bonanza", "Caravana", "La llamada del Oeste" -en la que intervenía un tal Ronald Reagan-, además de algún campanazo como "El cartero siempre llama dos veces" (1946) o la célebre serie "Los intocables". Así que, bueno, hombre de su tiempo que no es justo comparar con producciones posteriores.

Soberbia ambientación para una historia con el mismo interés que el de la vida de un picapleitos que va y viene de su casa al trabajo y del trabajo a las fiestas y restaurantes.

Sí, hay truco. Fichar a Paul Newman para interpretar al abogado en lugar de a un tipo bajito, rechoncho y calvo que, a buen seguro, habría arruinado el proyecto. Newman se esfuerza y disfrazado de caballero aporta empaque a un personaje al que muchos miraríamos con el desprecio que merece su soberbia, su racismo y su clasismo.

Tal es así, que la esposa, también la secretaria, le reprochan que a lo largo de los años no se haya estirado más y haya demostrado algún sentimiento. No le aguantan; la hija tampoco y a mí me aburren sus idas y venidas. Los diálogos resultan triviales y, eso sí, Pierce-Roberts saca lustre con su cámara a los espléndidos escenarios y a sus vehículos de época.

Si es por saborear la clase media americana de una época que solo hemos conocido por Hollywood, bien; si es por la historia que nos cuentan, en mi caso me interesa tanto como el Gran Premio de Fórmula 1.

Me gusta el traje pero me fastidia el personaje.