La película como digo en el título de la crítica, se deja ver, aunque ha habido momentos en los que se me ha hecho un poco lenta y estaba deseando que llegara el final -un final, por cierto, muy mal cerrado desde mi punto de vista-.

Toda la película se desarrolla en el lago y el cruising de los matorrales que hay detrás. Lo más interesante pienso que es el personaje de Henri y cómo el director ha sido valiente para mostrar escenas de sexo explícito y conseguir a pesar de ello varias nominaciones a los César. Bravo por ese lado.

No me lo esperaba. Empieza de una manera pero se va desarrollando para acabar de manera totalmente diferente. La segunda parte de la película te hace ver el sentido de la primera. Todo ello haciéndonos pensar en la existencia y/o relación entre el mundo material y el espiritual.

Aunque es en realidad absurda, es a la vez asombrosa, entretenida, interesante. Además hay semi-giros de acontecimientos. Vale la pena verla.

Es una pena que espere una comedia española para reírme y no aguante hasta el final porque nada de nada me haga gracia. Con la buena presentación y expectativa que tenía, (el director Álex de la Iglesia y las actrices Terele Pávez y Carmen Machi entre otras), la verdad es que me resultaba tan cansina que ni siquiera he visto el final.

Una vez más no entiendo las críticas, pues siendo tan buenas antes de verla me imaginé que pasaríamos un buen rato viendo algo que mereciera la pena, pero la realidad es que es una película bastante lenta, con pocos recursos y sin contrarrestarlos con nada. Si no hay nada mejor para ver y tenéis paciencia, puede servir para pasar una tarde en plan película de sobremesa; pero si tenéis una alternativa mejor, os recomiendo que optéis por ver otra mejor.