Que levante la mano el que no vió la primera edición de Gran Hermano. Seguro que mas de uno de esos sabiondillos de los de "llevo más de 400 críticas y soy validador" (Inconcebible que a un excelso crítico como yo no le permitan tal dudoso honor. Digo lo de dudoso por que no quiero imaginar que tipo de personajes juzgan que críticas son o no "validas" cual hordas hitlerianas) dirá "nunca he visto GH, yo sólo veo Documentales y Cine bielorruso en La 2 (La cadena que llevó el aburrimiento a límites desconocidos, según vi en un especial de Cuarto Milenio). En fin, si ustedes se engañan a sí mismos, es su problema, no el mio, así que no me aburran que no estoy hoy para putas caras.


Putas caras es las que debieron costearse los protagonistas de GH con las cuantiosas sumas que percibieron. Éxito, fama, cocaina en cantidades ingentes... (Son suposiciones oiga, que yo no afirmo nada, que ya me veo a unos cuantos hijos de puta querellándose en contra de su líder). ¿Saben qué? Yo hubiera pagado por entrar en esa casa (Me hubieran echado a las 12 horas por pajearme en el salón, pero serían las mejores 12 horas de mi vida).


Luego se marcaron esta puta mierda de película, ojo, es entretenidilla, lo cuál basta. Lo bueno de una peli como estas es que mientras la ves te puedes poner el móvil y ligar con alguna chorbita de moral dudosa de las que afortunadamente, hoy hay en abundancia.


En fin, que vean el film, que al menos es entretenido, mejor que tener que escuchar a la gorda de su mujer.


Un saludo

La película me pareció una soberana estupidez, las cosas como son. Básicamente trata de unos americanos que van de guapos y tal y por otro lado los nobles y rectos soviéticos, retratados como malvados conspiradores.

Una película mentirosa, basada en un coñazo de libro, con actuaciones infames, como los posados veraniegos de Ana Obregón en los noventa. Por un lado tenemos a un descafeinadísimo Alec Baldwin, que sinceramente, y aún en su papel protagonista, no pinta nada por mucho que se empeñe el guionista en darle protagonismo a este canadiense zafio y mal versado.

Por otro lado tenemos a Sean Connery, lo único salvable del filme, buen papel de marino soviético, si bien no confunda el espectador, el guión que le dan es de una pésima factura, casi peor que los de Borja Cobeaga, posiblemente el peor guionista de la historia.

Los efectos especiales de la película son peores que los chistes de Carlos Sobera borracho a las 6 de la mañana en un after lleno de humo y travelos manoseando tu culo sin permiso.

El ritmo de esta película es propio de un 600 subiendo despeñaperros mientras la abuela baja a robar melones al terrateniente hijoputa.

En fin, que es tarde y me quiero hacer una buena paja, NO VEAN ESTA BASURA.

Buenos días queridos lectores,

Fui a ver esta película un día de resaca, al cine, con objetivo de tirarme a una fémina. Debido a dicho motivo, pague por ver semejante patraña.


No les voy a engañar queridos lectores, los canadienses, por lo general, siempre me han caido gordos. Son como los primos pijos de los estadounidenses, todos muy correctos y majetes siempre, con cara de no haber roto un plato en su insípida vida.

Les comento, la película va de un Jarripoter, soso a más no poder, que conoce a una tia, sosa como una piedra, si bien medianamente petable. Inexplicablemente, Jarripoter consigue ligarse a la pava, poco a poco.

Luego están los amigos de ambos dos: Una rubia guarra y malhablada y un tio feo y desagradable que va de fucker por la vida pero a mi me dio bastante asco, sacando a relucir el verdadero lado oscuro y miserable del canadiense medio.

Canadá queda retratada con subproductos como este, sólo apto para treintañeros pijos recién casado con un amplio solar por cerebro. Desafortunadamente, este es el prototipo del español medio, por lo que cintas como esta seguirán produciéndose año tras año. Nuestro gran presidente, Don Mariano Rajoy, debería tomar cartas en el asunto y actuar para que bodrios como este no se produzcan más. Confío en Mariano, mal que les pese a mis detractores votantes de UPyD (El equivalente en partido a Canadá).


Ahí es donde quería llegar, y ahora mis lectores finos comprenderán el sentido del título de la crítica.

Por cierto, en el cine donde la vi, el volumen era extremadamente alto, lo que contribuyó a acentuar mi enemistad permanente con los canadienses.

Mi consejo es claro, vean buen cine y dejenme en paz, que ya va siendo hora de que piensen por si mismos y no acudan a mí, su líder, cual ovejas. Guiensé por sus instintos, como haría el gran Pepe Bono

Buenos días amigos de la crítica.


Tenía ya ganas de criticar esta especie de basura fantástico-medieval todo en uno. Pague un dinero en su día por ir a ver al cine esta bazofia y ahora corre por mis venas el fuego de la venganza. Tras 14 años, hoy haré justicia, y dormiré tranquilo, mal que les pese a su inaguantable horda de fans.

Inexplicable la nota media de esta película en la Web. Les confesaré que respetaba sobremanera las opiniones de Pablo Kurt. Tras calificar este señor de muy buena este engendro fílmico, les anuncio que jamás volveré a tener en cuenta la opinión del señor Kurt a la hora de ver un film.


La historia va de una especie de gnomos "simpáticos" que se enfrentan a trolls de las cavernas acompañados de todo tipo de vomitivos seres fantásticos a cual más feo, como si hubieran salido de "Desguaces Manolo" (Nota: He puesto desguaces Manolo como podía haber puesto Desguaces Jose María, es un ejemplo, no confundir con la compañía de ese nombre, que no se si existe si quiera, pero me "vale madres").

Para empezar, no hay quien se trague esta mierda, con perdón, de argumento. Los crios, en vez de estar estudiando historia medieval o al gran Napoleón, se ponen a leer unos relatos fantásticos aún mas aburridos que esta horrible filmación. Se trata ésta de una de las películas más aburridas de la historia, lo cual desespera al espectador como yo. No, no se confundan, una película o serie puede tener un ritmo sosegado o tranquilo y ser una maravilla (El Padrino, The Wire o Los Soprano son claros ejemplos de ellos). En esta ocasión, no es el caso, asistimos y palidecemos ante 180 minutos de auténtica tortura sazonados con algunas batallas entre Idiotas hijos de estúpidos herederos de la Corona de los gilipollas horriblemente filmadas, fruto de un trabajo pésimo de un director sobrepasado por los acontecimientos.


Las actuaciones son patéticas, la música es burda, el vestuario es propio de Cine de Barrio y el montaje es propio de un drogadicto con el mono.

En fin, que no entiendo nada, estoy muy enfadado, espero haber hecho justicia.


PD: Si alguien tiene alguna objeción a mi crítica, que me escriba al buzón

Buenos días y feliz año queridos lectores,


Quería empezar esta crítica expresando mi malestar por la ínfima nota que merece este inenarrablemente espectacular cortometraje para los usuarios de la Web.

Siempre he defendido la opinión de la masa de por aquí, al considerarles gentes sabias por lo general, salvo ciertas excepciones de usuarios que ensucian a diario la Web con sus mal versadas críticas de 4 líneas. (Hago un llamamiento a los validadores para que invaliden aquellas críticas que no son más que burdos y patéticos comentarios de alrededor de 30 palabras). No será este el caso, en el cual haré una denuncia pública de la sonora ignorancia y brutal ceguera de la audiencia al considerar este cortometraje.


Se trata de una hermosa historia de amistad de dos amigos a los que les une una afición por el balonpié y por unos colores (bueno, en realidad es el color blanco, del Real Madrid).

Ambos amigos pasan por espeluznantes momentos de tensión en el filme, lo cuál añade toques de intriga a la cinta dignos del mismo Hitchcock, a una cinta que podríamos considerar drama romántico, si bien, y aquí yace la grandeza de la cinta, es un recorrido absolutamente magnificente de todos los géneros del séptimo arte, desde el musical clásico a la road comedy americana.


En fin, una cinta que la crítica no entendió, adelantada a su tiempo, mágica, subversiva, tragicómica... Estoy seguro que será considerada el "Un Perro Andaluz" del siglo XXI.


Gracias y feliz año otra vez