La ganadora de la Palma de Oro en Cannes en 2009 no fue otra que una de las mejores películas de su director, quizá la mejor.

'La cinta blanca' es una película fría, excelentemente fotografiada, exenta de música alguna hasta sus créditos finales, y con una buena ambientación que nos adentra en un pueblo del norte Alemán de comienzos del siglo pasado, donde empezarán a surgir ciertos hechos nunca vistos entre sus habitantes. El miedo comienza a florecer. En ella, Haneke utiliza su mejor baza en la sugerencia, prácticamente no hay violencia en el film, al contrario de lo que habitualmente nos tiene acostumbrados. No lo necesita, el director es capaz de inquietar lo suficiente solo sugiriendo.

De esta forma, se cuentan los horribles orígenes de una generación perdida por la violencia, el machismo, la religión, la mentira, los severos castigos, el odio, la envidia, y sobretodo, la venganza, lo que, como nos dice el prólogo, puede aclararnos en gran parte los sucesos que acontecerían al mundo horriblemente varios años más tarde. Haneke nos muestra cómo a veces es la sociedad la que hace que te arranques tu cinta blanca, donde la inocencia muere asesinada por la maldad que te rodea.

En este televisivo film realizado por David Lynch se narra lo siguiente: Una mujer (Laura Dern) está hablando por teléfono con un hombre (Nicholas Cage) que decide dejar su relación amorosa con ella. Entonces, por lo que se entiende (¡En efecto! Se puede entender), en su cabeza se suceden una cierta cantidad de pensamientos/sueños en forma de concierto, en la que una cantante (Julee Cruise) siguiendo una serie de coreografías en las que se incluyen algún que otro vuelo por el escenario, o incluso la aparición estelar del enano de Twin Peaks, canta temas sobre el desamor que siente ahora la chica del teléfono. Desgraciadamente eso es todo, esa breve sinopsis cuenta toda la película, no tiene más. Indutrial Symphony No.1 es como mucho un film curioso que puede resultar interesante de ver para comprobar como se mueve Lynch por otro género, como el de este semi-musical, que no sea el frenético suspense surrealista que se encuentra en la mayor parte de sus películas. A pesar de ello se queda corto y no ofrece prácticamente nada, dejando Industrial Symphony en una mera y, menos mal, breve, curiosidad.

Si bien Nora Ephron no es santo de la devoción de casi nadie, puesto que a pesar de alguna película interesante no ha dejado una gran marca en el séptimo arte, no se puede objetar que el atractivo reparto y ese toque de dulce comedia que inspira la película es una poderosa razón para acercarse a ver Julie & Julia.

Empezando por lo mejor de la película, sus actrices. Meryl Streep y Amy Adams vuelven a juntarse tras la fuerza que ambas demostraron en 'La Duda', dándonos grandes interpretaciones y que a un servidor le parecen dignas de nominación (mínimo) a más de un premio importante. Que Julie & Julia tiene dos de las mejores interpretaciones femeninas del año es innegable, lo que ofrece a la película un punto a favor para no ser otra comedia del montón. Mención especial a la banda sonora del cada vez más conocido e impresionante Alexandre Desplat. Gracias a su parisina música, además de lo básico, que es meternos en el entorno de la película, nos ofrece también una delicia para el oído con grandes temas musicales. De lo mejor del año en este campo.

La película además posee una narración curiosa, pues cuenta dos historias paralelas y entremezcladas muy parecidas, las de Julie y Julia. Pero no en el mismo tiempo, pues mientras una trascurre en 1949, la otra sucede en el 2002. Una película apoyada, como ya he dicho antes, por un gran trabajo actoral y una potente y deliciosa, nunca mejor dicho, banda sonora. Muy entretenida y con ciertos momentos divertidos que hacen de este film, una buena comedia.


Bon Appétit.

Con un leve rayo de esperanza pero con mucho temor de que me aburriera me dispuse a ver 'Una historia verdadera', una de las películas de Lynch que tenía fama de ser admirada por los que sienten aversión por el tipo de cine de Lynch, pero que tendía a ser criticada de aburrida por los Lynch-maniáticos.


Comenzó, y a medida que transcurrían las imágenes me fue encandilando la historia de ese conmovedor anciano de 73 años llamado Alvin Straight interpretado soberbiamente por Richard Farnsworth, actor del que jamás había oído hablar, que con el deseo de reconciliarse con su hermano mediante cualquier medio, recurre a viajar en su máquina cortacésped desde Iowa hasta Wisconsin, un trayecto de cientos de kilómetros, puesto que no tiene carné para conducir un coche y no puede confiar en que nadie le lleve.

Poco a poco te vas dejando llevar por la maravillosa historia de los guionistas John Roach, para mí un hombre desconocido, y Mary Sweeney, habitual editora y productora de Lynch, historia que se ve visualmente ayudada por la excelente fotografía del fallecido hace apenas dos años Freddie Francis, director de películas de terror de los 60 y fotógrafo de películas como 'Tiempos de gloria' o 'El cabo del miedo', que se conjunta con los bellos paisajes. El compositor Angelo Badalamenti sufrió con esta película la misma motivación e inspiración que la del director, ese Score injustamente olvidado en los Premios de la Academia es una parte de la película tan importante como la del protagonista. Todo ello, historia, imágenes, y música, forman un conjunto perfecto. Como dije antes, Richard Farnsworth está genial en la piel de Alvin Straight en un papel que recordaremos todos además de por ser su última aparición en el cine, pues un año después del estreno de la película en octubre de 1999, el 6 de octubre del año 2000, se quitó la vida. Por ese papel fue nominado al Oscar, una pena que participara contra Kevin Spacey por 'American Beauty', quien lo ganó.

Dudo de si fue Lynch quien dirigió la película, también puede ser que al no ser el guión suyo, no hizo de ésta otra película onanista-mental.


Obra maestra.

Bueno, para empezar diré que Nicolas Cage me parece un actor tirando a malo. Por muy veterano que sea le he visto en varias películas y en ninguna su actuación me ha acabado de convencer del todo, por muy buena que fuera la película, siempre tiene la misma cara de pena, y si no es de pena, tiene la cara del mosqueo, sí sí, cuando mira seriamente, prácticamente es su "modus operandi" por decirlo de una manera, siempre es igual, es muy transparente, pero al fin, en ésta película me ha demostrado lo que vale definitivamente. Su actuación en ella me parece de las mejores de su carrera, es bastante más expresiva que en las demás, (aunque en Snake eyes, El ladrón de orquídeas y Corazón salvaje su actuación también me gustó, que conste) ésta creo que se lleva la palma, desde mi opinión personal.


Respecto a la película me parece genial, no es que sea una obra maestra, ni mucho menos, tal vez no llegue ni a muy buena película, pero logra entretener y adentrarnos en el mundo del comercio de armas, y todo lo que ello conlleva. El decorado es muy bueno, y los dos actores principales lo hacen bastante bien, y el comienzo, que ponen la cámara desde la perspectiva de una bala, es notable.

En resumen, te vaya a gustar o no, El señor de la guerra me parece una película que al menos se debería ver una vez en la vida, tal vez te encante, tal vez te aburra (cosa que a mi para nada hizo), o tal vez te desagrade, pero bueno, habrá que verlo para comprobarlo, ¿No?