Un desfile de robos de coches, asaltos a tarras utilizando de gancho a Nadiuska, Josele Roman y compañía.Tipica pelicula de cine quinqui con mucho destape y poco más, solo resulta interesante por ver el Madrid de mediados de los setenta, el guión flojito y las escenas totalmente previsibles. El final totalmente vengativo. Nada más, le falta chicha y no me refiero a la carne sino a otra cosa.

Por el título puede parecer una secuela, pero yo más bien pienso que es un remake de la anterior, no es una continuación de la historia, eso sí, resulta mucho más cruda que la anterior, la acción dirigida de una manera magistral salvo algún error del montador es sin duda lo mejor de la cinta.

Lo unico salvable de la pelicula es el impecable papelon de Maria Luisa Ponte con su correspondiente guión reflejando a la perfección esa clase de ideologos que naufragaban gracias a la democracia, por lo demas es desagradablemente histórico, y para la época en la que se rodó demostraron mucha valentía, pues aquellas organizaciones activistas sembraban el pánico y exponer públicamente algo así era jugarse el tipo, ya que actuaban con una gran violencia. Pero por lo demás es una película muy desagradable de ver pero que recomiendo que las generaciones de ahora lo vieran para que vean como las gastaban en esos tiempos.

He conseguido tragármela y ademas con el doblaje neutro mejicano que además le daba un punto bastante raro al asunto (es verdaderamente curioso ver al protagonista de la película del Jaro hablar como un pandillero mejicano). Al margen de todo esto, la película tiene merito para la época que es, se apunta en algunos escenarios pequeños guiños a lo que comenzaba a ser la movida. Las escenas de sexo son las mas patéticas que he visto en mi vida, las escenas de acción totalmente chapuceras como la mayoría del cine español salvo rarísimas excepciones. Poco mas que añadir.

Buenísima, es una película excelente y para mí que no me gusta nada Almodovar creo que tiene su mérito, los actores hasta el quinqui de turno estan impecables, por desgracia es un fiel y crudo reflejo de una España que no dista mucho de la de ahora salvo por los avances tecnológicos.