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España España · La Solana
Críticas de Raul
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Críticas 74
Críticas ordenadas por utilidad
8
9 de noviembre de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Increíble sorpresa la que me he llevado con esta enorme película del desconocido para mí Krzystof Zanussi. Apenas con poco más de 70 minutos de metraje, esta pequeña joya consigue encandilar al público, con una brillante puesta en escena y un sobrio y absorbente guion.

En la estructura de cristal, el director polaco muestra dos maneras totalmente opuestas de entender la vida.
Por un lado Jan y su esposa Anna viven en el campo, alejados de cualquier núcleo de población. Por el otro Marek, amigo de Jan, es un famoso físico que vive en la ciudad y que está centrado en desarrollar su carrera profesional.
La película muestra una clara dicotomía entre la vida en el campo y la vida en la ciudad (Naturaleza/Civilización) y en mi opinión el director se decanta claramente por la primera.
La vida en el campo es alegre, vitalista, llena de plenitud, pero también supone sacrificio y fuerza de voluntad. Jan, que es un físico muy reputado, se siente profundamente feliz con la vida que lleva y no se plantea en ningún momento cambiar su situación y relanzar su carrera profesional.
Zanussi nos habla aquí de conceptos importantísimos como el aprendizaje continuo, la importancia del disfrute y de la sencillez, la pasión por lo que haces, la investigación constante, etc. contraponiéndolos con la lucha por desarrollar una buena carrera profesional llena de objetivos que nunca se acaban, lo que produce una insatisfacción constante, la vida masificada y contaminada de la ciudad, la productividad...
Esta vida en la ciudad está llena de continuas distracciones y de constantes experiencias que ahogan la creatividad y sumergen a la mente humana en una especie de mar de placeres inacabados. Marek insiste constantemente en la necesidad de hacer algo útil, mientras que Jan prefiere disfrutar con lo que hace, relegando al utilitarismo a un segundo plano.

A nivel intelectual la estructura de cristal es interesantísima. Las conversaciones entre los dos amigos versan sobre varios temas de interés científico-filosófico.

Además, el film que nos ocupa, es una gran muestra de las nuevas olas cinematográficas que se originaron en Europa en la década de los 60, tales como la nouvelle vague, el free cinema británico o la nueva ola checoslovaca. Tanto a nivel formal como su contenido intelectual dan buena muestra de ello.
Es una obra fresca, original y sencilla.

A nivel técnico, recuerda a la nouvelle vague, tanto por su banda sonora, como por su original estructura. La fotografía es muy hermosa y las interpretaciones bastante convincentes.

Un peliculón en toda regla.
Raul
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8
30 de marzo de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soberbia película del injustamente olvidado Delmer Davies, que en un aparente western, nos regala un thiller psicológico de primer orden.

Nos encontramos ante un western atípico, oscuro y con marcados toques expresionistas. Esta es una de esas pequeñas joyas que merece la pena encontrar, ya que sin generar tantas expectativas como otros westerns más conocidos, es una auténtica muestra de como hacer una magnífica película sobre vaqueros sin caer en muchos de los clichés típicos del género.

Dan Evans (Van Helfin) es un granjero que lleva una vida llena de trabajo y sufrimiento, para sacar adelante a su familia. Es un hombre reservado, cobarde, honesto y con un gran sentimiento de culpa por no hacer todo lo posible por llevar una vida más feliz junto a su mujer y sus dos hijos. Precisamente su obsesión por dar buen ejemplo a estos, le lleva a ser cómplice de un asesinato del que es testigo, pero ante el que se queda inmóvil. A partir de este instante se ve envuelto en una trama en la que tendrá que enfrentar su cobardía para conseguir el dinero necesario que le lleve a una vida más sosegada.

Ben (Glenn Ford) es el jefe de un grupo de pistoleros que se dedican a asaltar. Ben es tranquilo, paciente, cínico, con una gran capacidad de liderazgo y de una templanza que asusta. En uno de sus asaltos mata al conductor de la diligencia y es capturado en un pueblo cercano cuando ya ha dado la orden de que sus hombres se marchen. Entre el sheriff, las autoridades del pueblo, Dan y el patrón del conductor asesinado idean un plan para llevar a Ben al tren de las 3:10 que se dirige a Yuma, donde será juzgado por el crimen.

La cinta es un thiller psicológico disfrazado de western, en el que Davies nos habla de la desesperación. Es una desesperación encarnada firmemente por Dan Evans, un hombre que hará lo que sea con tal de que su familia prospere y se aleje del sufrimiento de una vida sin porvenir. Una desesperación que ahoga, que ejerce una manipulación que te nubla los sentidos. Es una desesperación llena de miseria, de melancolía, pero también de esperanza. En definitiva, es una desesperación que se muestra magistralmente en el momento en el que Dan y Ben llegan al hotel donde deben esperar al tren. El cinismo y la confianza que Ben muestra, intentando convencer al obstinado campesino, mientras la tensión se acrecienta por el paso del tiempo, está impresionantemente filmada y magníficamente interpretada.

Como no podía ser de otra manera la película también explora la traición, la amistad y el heroísmo masculino, elementos todos ellos propios del género. La presión que Dan tiene para dar un buen ejemplo a sus hijos es otro aspecto central de la trama.

Técnicamente la película es maravillosa. La fotografía es expresionista, con un excelente manejo de los claroscuros y las sombras. La banda sonora es muy acertada, ya que aporta toques de nostalgia y desesperación. El guión es muy sólido y mantiene una tensión que va in crescendo a medida que la película avanza. Glenn Ford esta impresionante con una interpretación contenida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Raul
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8
9 de febrero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No entiendo como esta película no se encuentra entre las conocidas del genio sueco. Me parece un ejercicio fílmico que derrocha talento por los cuatro costados.

La fotografía es claramente deudora del expresionismo alemán, de hecho toda la escena de Alma contoneándose ante los ávidos machos circenses y bañándose desnuda con algunos de ellos, es claramente un homenaje al cine mudo expresionista. Es un pasaje arrebatador, que deslumbra por su belleza visual y su barroquismo. Los claroscuros y toda la recreación del la vida del circo y de sus personajes es una mezcla entre el freaks de Browning y el Gabinete del doctor Caligari. Además, como es habitual en Bergman, la dirección de actores y actrices es magistral, y tanto Anderson (Anne), GrÖnberg (Albert), y Anders Ek (Frost), están conmovedores.

La historia es un retrato un tanto paradójico sobre la vida ambulante que representaba el circo en aquella época. Es una vida dura, bastante incómoda, claramente inestable y bajo unas condiciones de pobreza a veces extrema. La incertidumbre que genera la inestabilidad tanto económica, como sentimental, hace que las personas pasen por situaciones animalescas y emocionalmente desoladoras.
Por contra, en ocasiones, se presenta como una vida libre, sin ataduras, espontánea y alegre. Los bailes en el campo, la aventura de conocer siempre lugares y gente nueva y las relaciones de amor/odio que se establecen entre lxs integrantes del circo son emocionantes y muy tiernas.

Albert es un hombre bonachón, que está harto de la vida miserable del circo, Se arrepiente de haber dejado a su mujer e hijos, que llevan una vida estable, a cargo de una tienda. Se advierte que la belleza salvaje y arrebatadora de Anne lo sedujo y termino sucumbiendo a su carácter impetuoso.
Anne es una mujer salvaje, codiciosa, y con un gran corazón. Es celosa y teme por encima de todo que Albert vuelva con su familia. Ante este panorama, se deja seducir por el cínico Frans, que le ofrece lujos y comodidad.

Bergman ya nos muestra aquí algunas constantes de lo que serían sus películas más reconocidas. El dolor latente en las relaciones entre hombre/mujer, representados por el resentimiento, la culpa, el miedo y el engaño.
El control del macho sobre la mujer, y la necesidad de esta de liberarse de esas cadenas patriarcales, me recuerda a Un verano con Mónica. El personaje de Harriet Anderson en ambas es bastante similar.

El Bergman de noche de circo es un Bergman castizo, enfrascado en contar la vida de gentes pobres y humildes, en las que las dificultades para sobrevivir afectan enormemente al devenir de sus emociones y sentimientos.

Hay algunas escenas, además de la citada al principio de la crítica que son bellísimas y reveladoras.

Sigo en spoiler:
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Raul
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7
22 de enero de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La verdad es que tenía muchas expectativas sobre la nueva película de Sam Mendes, y la verdad es que al terminar su visionado termino con sensaciones encontradas.

A nivel técnico creo que es absolutamente indiscutible. Raya en la perfección. La fotografía es deslumbrante, con tonalidades suaves y monótonas, acordes con el ambiente de muerte y desesperación. La cámara de Mendes parece danzar al son de los protagonistas, componiendo un gran plano secuencia que deslumbra por su precisión, belleza y sentido lírico. Está en constante movimiento, al ritmo del viaje a los infiernos que supone la misión encomedada a Black y Will y que en primera instancia parece imposible de ser llevada a cabo. Hay momentos en la película en los que a nivel formal puede ser de lo mejor que se ha visto en mucho tiempo en el cine (1).

El problema me surge con la historia en si, no me atrapa, no me emociona. Es como si no sintiera todo el dolor y el dramatismo en los que se encuentran atrapados todos los personajes del film. Me deja frío, y eso, tratándose de una película en la que a mi entender, quiere reflejar todo el terror y la desesperación de una guerra, pues me decepciona un poquito. En mi opinión a la película le falta alma. Esta vestida con las mejores galas, pero en su interior existe un pequeño vacío que en ocasiones la hace hueca e insensible. Sólo en el tramo final me saca alguna emoción, y como ya he dicho, tratándose de una historia de tal magnitud, el bagaje a nivel emocional se queda un poco escaso.

Aún con todo eso, es una muy buena película y lo más importante es que constituye un ejercicio fílmico cuya intención se aleja de la artificiosidad, efectismo y heroicismo propios de otras obras bélicas producidas en Hollywood.
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Raul
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8
16 de junio de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Presentación de la mujer: vulgaridad exarcerbada, mediocridad, erotismo sucio y polvoriento, descaro desesperante, frescura, infantilidad. En ocasiones dulce, en otras de una falta de sensibilidad alarmante. Su pureza no es blanca, es negruzca, oscura, alejada de la divinidad. El director la juzga, muestra su desprecio, siente su superioridad intelectual y masculina.

Desarrollo: comienza la prueba, la mujer sufre una transmutación asombrosa, maravillosa, ¿será que lo tiene dentro? Perplejidad sublime, comienzan los atisbos de adoración, sensibilidad sutil, belleza a raudales, la vulgaridad se refina, se abrillanta, se barniza. El descaro ya no molesta, sino que cautiva. La niñez es dulce y sensible. Su pureza se aclara, su encanto es bestial y despiadado. Se palpa la pasión de los personajes, ¿representan la obra o son ellos mismos?. Lo demoníaco asoma, lo divino estalla. El dolor sulfura. Dolor y amor se confunden y se abrazan. Dominación y sumisión confirman su fusión. ¿Qué es la identidad? es una malvada invención de los herejes vitales, una sombra alargada y pestilente que nos encierra de por vida. Una vez superada esa invención, el amor explota, fluye y el sufrimiento aflora.

Desenlace: aparece la divinidad, el fanatismo y la devoción. La figura femenina es ahora Diosa, blanca, omnipotente, omnipresente, inpalpable, inasible, inalcanzable. No es posible percibirla a través de los sentidos. Es un ideal, una fuerza tan devastadora que aplasta toda la miserabilidad humana. La lujuria, la sensualidad y la pasión anteriormente presentes son ahora un mero recuerdo, un lejano espacio en la memoria. Ahora se han revestido de celestialidad y han acabado por sucumbir ante la Diosa Venus.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Raul
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