Dos horas de charla que sólo interesa a los personajes de esta crónica que no se sabe muy bien que quiere tratar.
SI uno no está un poco al tanto de los acontecimientos, si desconoce esta historia va pasarse toda la película con cara de circunstancias.
Aunque su estructura narrativa sea de una naturalidad que en esta parte si conecta, los personajes no acaban de entonar con la dirección.
Claro, ahí están la buenísimas intenciones, como se trata de una película política todo tienen que ser valores positivos. Aquí son menguantes.
Pero si lo que hacen es redundar y dar vueltas mareantes, líos amorosos de un protagonista que piensa más en acostarse con cualquier chica que conoce y luego pretender ser un doctrinador barato del tres al cuarto, lo que hace es asco.
Y luego no hay quien les entienda con esa manía de no entonar bien las palabras y acelerarlas como si tuvieran diarrea y quisieran irse corriendo al escusado.
Que aprendan a VOCALIZAR y de paso que si quieren contar una película de una revuelta estudiantil, que la compartan con el público para que este se entere de AALLGO.

En el prólogo ya quedamos avisados de la falta de empatía que nos vamos a encontrar en toda la película.
Personajes y situación desangeladas por falta de alguna que otra explicación de quienes son y que es lo que ocurre.
La ambientación post-apocalíptica es bastante aceptable al igual que el ritmo de la road-movie.
Pero todo lo demás se reduce a una rutinaria aventura para la supervivencia de unos personajes demasiado planos y con una bastante nula conexión entre ellos y sobre todo con el espectador.
La falta de originalidad, de unos personajes convincentes y de un dramatismo inexistente al igual que de una acción entretenida condenan a la película a un desinteres bastante elevado a pesar de las buenas intenciones en no recrearse en las partes más cruentas en las que demasiados directores parecen empeñados en resaltar como si de un éxtasis se tratara. Este no es el caso y se agradece.

Simpático melodrama que se queda bastante por debajo de lo más conocido de este director.
Melodrama empeñado en conmover en un enclave idílico como son Las Bahamas y con una excelente fotografia.
George C.Scott, volviendo a las órdenes de Franklin J. Schaffner como ya hiciera en la estupenda "Patton", ofrece su buen hacer como veterano artista apartado de su vida anterior.
La llegada de sus tres hijos a los que no ve desde hace cuatro años desencadenará una serie de acontecimientos sentimentales demasiado forzados aunque creíbles.
La historia trancurre durante la II guerra mundial, apartados de ella pero no ausentes de lo que ocurre, con avistamientos de buques bombardeados y llegadas de gentes que huyen de sus consecuencias.
Todo está bien realizado pero carente de cierta hondura.
Hay ciertos momentos de comedia donde destaca David Hemmings como el fiel amigo, inseguro y borrachín.
Lo mejor es la parte donde el director se puede mover en su terreno, que es la aventura.
P.A. Adaptación de una novela de Ernest Hemingway según rezan los títulos de crédito.

No me convence el argumento de ensalzar tan positivamente la primera parte y hacer todo lo contrario con lo que acontece a posteriori.
Porque si la película fuera lo suficientemente interesante no veo razón para que se destripase de esa manera en su "segunda parte".
Me vienen a la memoria algunas películas de argumento parecido que se "desmadran":
"Deliverance", "Perros de paja", "The descent", como más prestigiosas, y de menor calidad pero estimables: "Wolf Creek", "Eden lake"; y en ningún caso ha habido un desmembramiento en la película por la simple razón de que en ellas desde el principio ha habido solidez, rigor.
Qué fácil que es hipnotizar con unos grandes paisajes y acrobáticas escenas que evidentemente crean tensión al ser éstas a gran altura y provocándolas aún más con situaciones al límite(así cualquiera), viéndose enseguida que son fuegos fatuos por su pobre propuesta acompañada por flojos actores que no ayudan a que convenza mínimamente.
Y para rematar el desaguisado te meten un par de veces en medio de la película unos flash-backs que vete tú a saber de que son o qué significan.

En esta ocasión el monstruo en cuestión es una mantis religiosa de los tiempos prehistoricos que por lo visto eran más grandes que un Tiranosaurus Rex, esta inexactidud se puede pasar por alto en este tipo de películas cuando su propósito no es hacer una divulgación científica de los animales que han habitado nuestro planeta.
Lo que no es concebible es que aporte menos tensión, suspense y entretenimiento que muchos dramas familiares o documentales de animales con los que convivimos el día a día.
Los personajes son sosos, intérpretes demasiado limitados con los cuales la empatía con ellos es bastante inexistente.
Ya el inicio no presagia nada interesante con un aluvión ralentizado de información que resulta tedioso y aburrido, como si tuvieran pereza para contar la historia.
La progresión es en todo momento a trompicones y carente de cierta agilidad que uno espera en este tipo de películas, que tenga algo de aventuras ni hablemos.
Todo es un ¿qué o quién está causando estos destrozos y muertes?, y ahora que lo sabemos ¿hacia donde va?.
En las antípodas de la excelente "La humanidad en peligro"(Gordon Douglas).
Ni un atisbo de entretenimiento que ofreció Nathan Juran por ejemplo en "La gran sorpresa".