No es de extrañar que una vez mas los yanquis se hayan lanzado a copiar una buena idea española, ya lo hicieron con Abre los Ojos de Amenabar con poco éxito en el remake Vainilla Sky. En este caso, aún es pronto para aventurar lo que nos deparará el remake americano aunque si es verdad es que en el caso de la película de Amenabar era casi imposible mejorar la grandiosamente dirigida versión original. En este caso, Una muy buena idea deja mucho que desear a una producción con escasos medios, por lo que suaviza mucho las críticas, quizá la incorporación de Hugo Silva en la segunda temporada dejara la serie herida en la seriedad que le aportaba Rodolfo Sancho, siempre mas que correcto en sus interpretaciones. Hugo Silva parece haberse estancado en su papel de Los Hombres de Paco, entre chulito y bufón, con muy poco registro y una interpretación muy pobre que en lo general, no está a la altura de sus compañeros de reparto.
Aún así, es interesante y ojalá continúe creciendo fiel a la política de TVE de aportar series con mucho contenido histórico y educativo nacional.

Aun obviando la pésima calidad interpretativa (se salva Elena Rivera), la patética dirección y la producción de serie B, la historia es tan inverosímil y tan absurda que no se sostiene.

Esta es una historia creada con la intención de alimentar la Leyenda Negra. No respeta el rigor histórico y solo pretende realizar un ejercicio de malintencionada corrección política y un ridículo buenismo, en el que como siempre salen mal parados los de siempre, los conquistadores españoles.

España había abolido la esclavitud hacía décadas, lo hizo Isabel La Católica (abuela del Emperador Carlos V que gobierna en la serie) en vida y, en su testamento dejó por escrito la ley por la que TODOS los habitantes de España y sus provincias (que no colonias) debían ser tratados como ciudadanos libres e iguales, bajo pena de cárcel. Y eso era ley.

Toda esa crueldad con la que, llenos de odio, escritores sudamericanos e incluso españoles, dibujan a los conquistadores españoles, es solo producto de su odio y su rencor, pero sobre todo de su profunda ignorancia de la historia, de la que solo cogen la parte más polémica y manipulada.

sigo esperando una película o una serie en la que se reflejen las obras españolas en sudamerica; la evangelización, la alfabetización, las decenas de universidades fundadas siglos antes que las más prestigiosas de los EEUU, el progreso y desarrollo que llevamos a continente que estaba anclado 20 siglos por detrás de Europa y donde se comían unos a otros y realizaban sacrificios humanos hasta nuestra llegada.

Todo eso no interesa contarlo porque, como pasa con la historia de nuestra guerra civil, lo importante no es que se sepa la verdad si no, que se crea lo que algunos inventan.

No voy a perder mucho tiempo con la crítica de una película infumable en todos los sentidos y esta vez no hay un "solo se salva por...". Es rematadamente mala. Eso sí, acabas con unas ganas locas de comprarte un Lexus.

Otra genialidad de James Franco. Se consolida como un grande en comedias y además produce y dirige magistralmente esta película (en un futuro de culto) sobre otra película de culto. Hacía mucho que no me reía a carcajadas con una película y eso que la vi yo solo y algo tarde así que intentaba no reírme muy fuerte pero era inevitable. Su interpretación/imitación de Tommy Wiseau es desternillante pero echa con mucho respeto y cariño. Después de deleitarnos con The Interview, vuelve a conseguirlo una vez más junto a Seth Rogen en un tandem cómico sobresaliente. Espero que en el futuro cercano continuen haciendo este tipo de comedias porque están enormes en ellas.

Es una serie que además de estar magnificamente producida, que las interpretaciones de hasta el último de los secundarios es magistral, nos deja una historia absolutamente verídica que supera en mucho a cualquier historia que unos guionistas pudieran inventar, entre otras cosas porque si una serie llegara a contar unos eventos tan fuera de los límites de cualquier cosa que conozcamos en nuestras sociedades, diríamos que es exagerado, que es poco creíble y que no es nada realista. Increíble que todo esto estuviera pasando en Colombia mientras aquí teníamos los JJOO de Barcelona 92 y la Expo de Sevilla.