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Santo Tomé y Príncipe Santo Tomé y Príncipe · São Tomé
Críticas de Alexei
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Críticas 51
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
8
5 de agosto de 2008
29 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
NOTA: Crítica realizada el 27 de febrero de 2008, retocada sensiblemente.

Lunes 5 de noviembre.
Descansado, dirijo mis pasos al Centro Comercial Nervión Plaza, donde están ubicados los cines en los que tienen lugar las proyecciones del festival.
Frustrado por no haber podido comprar entradas para “4 Meses, 3 Semanas y 2 Días” por estar agotadas en las dos sesiones que tuvo (lo que tiene ganar una Palma de Oro), ese día me conformo con ver sólo una película, esta, la que ahora me atañe.
Sesión de 21:30 a 00:15; 2 horas y 45 minutos.
La película se proyecta en una de las salas grandes. Entra Manuel Grosso, director del festival, a presentar la película, acompañado del director de fotografía Mikhail Krichman y del escenógrafo (aquí me surge la duda de si hablaron del escenógrafo al estilo francés, que en ese caso sería el escritor del guión Oleg Negin, o del escenógrafo al estilo español… en este caso no sabría facilitar un nombre). En cualquier caso Grosso nos cuenta que ha querido venir personalmente a presentar la película por la experiencia que tuvo con ella en el pasado Festival de Cannes 2007, donde al parecer recibió críticas negativas; nos cuenta que le apabulló la experiencia, que los primeros 10 minutos del film eran impresionantes y que la fotografía tenía un tono que tildó de “especial”, demasiado abstractamente diría yo. “Esta segunda película de Andrei no tiene nada que ver con su ópera prima (El Regreso); denle tiempo al tempo, introduciros en él y la experiencia será única y no os defraudará”, dijo en resumidas cuentas. Sus jóvenes acompañantes nos hablan un poco en inglés (algo mínimo) y básicamente lo que nos vienen a decir es que disfrutemos del film y que están muy a gusto en Sevilla.

Se apagan las luces y espero con ansias esos 10 primeros minutos tan alabados por Manuel.

Aparece un campo, luego un coche que cruza una carretera; el coche va llegando a las afueras de una cuidad gris rodeada de fábricas; empieza a llover; suena una música inquietante y profunda; un hombre se retuerce en el interior del coche…

La atmósfera está creada.

En efecto el principio arrebata. A partir de ahí empieza la historia (basada en una novela del escritor estadounidense William Saroyan: “The Laughing Matter”, recientemente publicada en España bajo el título “Cosa de Risa”), de la que, como casi siempre, no hablaré.
(Sigue en spoiler por falta de espacio).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alexei
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9
4 de agosto de 2008
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
NOTA: Crítica realizada el 7 de noviembre de 2007, retocada mínimamente.

El pasado domingo 4 de noviembre vi esta película, y tengo que decir que me encantó.
Después pude ver en la sección que homenajea a Kluge en su 75 cumpleaños, “75 años de Alexander Kluge”, director fuertemente vinculado a la nueva escuela del cine alemán, junto con Fassbinder y otros, uno de los “Programas” (el 3, concretamente); un proyecto organizado en 5 “programas” realizado en colaboración con Michael Ballhaus basados en una suerte de montaje de parte de la obra del director… si me enteré bien, claro; en la sección también están sus nuevos “8 Minuten–Film”. En el “Pr.3: Im Sturm der Zeit / Facts and Fakes” (“Programa 3: En La Tempestad del Tiempo”) son dignas de mención una serie de falsas entrevistas desternillantes y absurdas y un sketch sobre motores de aviones que tosen.
“Es una realidad que la fantasía existe; reclamar que la realidad existe es una fantasía”, perla de Alexander.
Luego videé la última rareza de la legendaria directora checa Vera Chytilová llamada “Hezké Chvilky Bez Záruky” (“Pleasant Moments”), sustentada en el movimiento dogma (en esta ocasión especialmente incómodo), y donde algunos de sus personajes veían cumplidos algunos de mis sueños.
Bueno, vamos a lo que vamos:
“Islandia… un poco de historia”.
Yo tuve la suerte de visitar este país por motivos puramente turísticos. Al parecer, una orden de religiosos irlandeses fueron a Islandia en el siglo X y fundaron un monasterio. Se dice que es el principio de vida en la isla. Bueno, a grandísimos rasgos sé que llegaron los noruegos, luego los daneses y luego de nuevo los noruegos (no estoy seguro de esto último); lo que sí sé es que el islandés es hoy día el danés o el noruego antiguo.
Fue un pueblo muy pobre hasta que dejaron el siglo XIX y entraron en el XX, cuando empezaron a exportar pescado a espuertas y se convirtieron en uno de los países más ricos de Europa, siendo hoy día el más caro de la Unión.
Para los ojos de un europeo de abajo estos seres nos parecerán de lo más raro (sobre todo en su alimentación), pero no deja de ser un pueblo interesantísimo que en cuanto a arte (cine y música sobre todo) se sitúan en la vanguardia (realizando sólo una media de 7 películas por año).
La calidad de vida es envidiable (hay poca o casi ninguna pobreza): buenos sueldos, tiempo para el ocio, seguridad, etc. Es la nación más feliz del mundo, tienen el mejor regaliz y las mujeres más bellas del planeta.
(Sigue en spoiler por falta de espacio).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alexei
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7
3 de agosto de 2008
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
NOTA: Crítica realizada el 7 de enero de 2008, retocada mínimamente.

El sábado día 3 de noviembre del pasado año 2007 fue un día ajetreado. Fue el segundo día del festival y yo tenía cuatro películas por delante, y todas por la tarde, para colmo. Después de Mýrin (a las 16:00) pude ver tres películas más; a saber:
20:00 p.m.–El Destino de Nunik: La nueva película de los hermanos Taviani no me gustó demasiado, siendo sincero. Paz Vega y Ángela Molina hablaban en italiano pero estaban dobladas y desempeñaban unas buenas actuaciones. Los directores de la notable “La Noche de San Lorenzo” pegan un cierto traspiés (sobretodo por la poca creatividad de la puesta en escena… bastante tosca como dicen algunos críticos) con esta historia que, aunque en principio se mostrase interesante (la matanza armenia por parte de los turcos), había algo en la película que no acababas de asimilar, y luego me di cuenta de lo que era tras haberlo leído en otra crítica: ese áurea de telefilm que emponzoña el resultado. No obstante, le di un 7 porque tiene buenos momentos intensos y no la considero una mala película.
22:00 p.m.–Grandhotel: Dirigida por David Ondrícek, esta película se situaba en la sección “Focus República Checa” (la República Checa fue el país invitado al festival), del lado no competitivo. Se trata de un film cálido y bienintencionado, con un toque original, que no invita a demasiadas reflexiones pero que se deja ver con amabilidad. Está bien… sobre todo por los paisajes celestiales.
00:00 p.m.–Reprise: Interesante película noruega sobre una pareja de jóvenes amigos escritores y existencialistas de postín. El director Joachim Trier (¿algún primo noruego de Lars Von?) co-escribe también el guión y nos muestra una certera habilidad para desenvolverse con audacia dentro del relato. Bien iluminada, bien actuada y mejor montada. Bastante recomendable.

Bueno, volvamos con Mýrin, primera película islandesa que vi en el festival: el director Baltasar Kormákur, antes actor (Óli, el entrañable tartamudo de la estupenda Angels of the Universe del más veterano Fridrik Thór Fridriksson), firma un thriller poderoso con bastante personalidad.
De atmósfera opresiva (la música de Mugison, parecida a la de Hilmar Örn Hilmarsson, ayuda mucho), con una iluminación entre lo oscuro y lo metálico, la historia avanza en la trama a dos bandas, por el lado del drama, y por el lado del thriller policíaco.
El protagonista, Ingvar Eggert Sigurðsson, el actor más carismático del cine islandés (protagonista de la anteriormente mencionada Angels of the Universe), como siempre está formidable.
En definitiva, Baltasar Kormákur demuestra oficio, temperamento y originalidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alexei
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8
2 de agosto de 2008
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
NOTA: Crítica realizada la noche del 2 al 3 de noviembre de 2007, retocada mínimamente.

Primera película del Sevilla Festival de Cine 100% Europeo. Primer puñetazo.
Vengo de ver esta película. Sesión de 21:00 a 23:15, aunque en realidad empezara como media hora tarde. Y estoy mentalmente exhausto.
Para ser francos, es la segunda película que veo en este día 2 de noviembre (ya es día 3… pasadas las doce, ya se sabe…) en el que arranca el festival. La primera, la alemana Hotel Very Welcome, una de tantas muestras de cine vertical (me senté en las primeras filas de la sala), trataba de las crónicas de unos viajes hacia el Sureste Asiático e India por parte de unos turistas europeos. De estética no fascinante, como podría haber sido, contiene únicamente varias imágenes poderosas. Por fortuna se trata de una narración distante y fría, una mera exposición de hechos y experiencias (rompe con el tópico de viajes interiores y cuestiones zen).
Y luego vino esta.
Tenía por seguro que me quedaría dormido en una u otra película, habiendo dormido la noche pasada tan sólo tres horas… y aún me tengo en pie…
Nos encontramos ante una película difícil de ver. Es muy dura, brutal, contundente. El film expone de forma acertada tres manifestaciones de violencia doméstica. Se trata de un drama, a decir verdad, con vagos toques de thriller, donde tres historias se suceden en alguna ciudad de Suecia (presumo que Estocolmo).
Puede tratarse, a la larga, de una mera señalización, tratando vanamente de bucear en las raíces de la violencia. Las raíces de la violencia son complejas, todos los estudios que se quieran hacer sobre ellas tienden a ser confusos, esquemáticos o deslavazados. Es complicado mostrar todas las partes implicadas con objetividad, y este film juzga, por supuesto; nos pone de parte de la víctima, y uno padece su sufrimiento de una forma bastante hosca e inmediata.
La factura es bastante buena; buena iluminación; muy notable trabajo de dirección… pero todo puesto al servicio de la historia y de lo que se quiere demandar con ella.
No se nos muestran respuestas, soluciones, no las hay, quizás; se nos muestran las causas (celos, honor, odio), muchas de ellas incomprensibles para nosotros, y sobre todo se nos muestran las consecuencias, el horror más puro, el más cotidiano, el que puede sufrir tu vecina, tu madre o tu hermana. Y es que la locura, el infierno y la infelicidad están a la orden del día, uno tiene que aprender a convivir con todo eso (pero ¿¿cómo??), uno tiene que ser fuerte (pero ¿¿cómo??). ¿Es el ser humano una criatura maligna? Nadie se dice de sí ser una persona mala, dentro de la piel de cada uno todo es correcto, todos tenemos nuestras razones (ya lo decía Renoir), y es muy difícil separarnos de ellas, por demenciales, absurdas o justas que uno las crea.
(Sigue en spoiler por falta de espacio).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Alexei
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7
27 de septiembre de 2007
32 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Voy a dármelas de listo con lo que he aprendido por ahí en este vasto universo cultural que es internét.
Chambara: género cinematográfico japonés (que yo sepa, no se ha extendido a otros países) derivado del teatro Shinkoku-Geki (Nuevo Drama Nacional), de carácter popular y escapista, caracterizado por su énfasis en el cine de acción y movimientos y por sus luchas con katanas; y donde los samuráis son los eternos protagonistas.
Es la abreviación de dos onomatopeyas: chanchan (el ruido de las espadas al chocar) y barabara (el ruido de la carne al ser despedazada).
La versión occidental del Chambara ha sido siempre el western (o quizá, mejor dicho, la versión oriental del western; aunque ya existía el Chambara en el mudo), al menos en lo que respecta a la realización de las películas (es innegable la influencia de John Ford y de Howard Hawks en Kurosawa, por ejemplo). Los Siete Samuráis es un perfecto western, donde los cowboys son sustituidos por samuráis.

Nos encontramos ante lo que se me dio a conocer, a través de los miles de comentarios maravillosos que escuché, como una obra de arte insuperable. Dirigida por ese adalid del perfeccionismo que era Masaki Kobayashi, y protagonizada por el gran Tatsuya Nakadai (Ran, Kagemusha).

Y sí, la película está muy bien, de acuerdo. Una dirección (que bebe directamente de Kurosawa; excepto que eran los años sesenta y eso dejó mella en sus planos aberrantes y sus alocados zooms) elegante y soberbia; unas actuaciones muy buenas; una iluminación espléndida; una narración impecable; un ritmo sosegado; una historia profunda y desmitificadora; con una penúltima pelea de porte épico, donde la lírica y el portento se entrelazan de forma adusta y señorial.
Bien, todo eso es cierto, pero no sé por qué enigmática conjunción de los astros la película no me llegó a emocionar y me mostré bastante impermeable… realmente, tenía todos los ingredientes para considerarla una obra maestra, pero pese a todo lo majestuosa que es, y pese a todo lo bien hecha que está, a mí no me ha subyugado como me esperaba, de hecho me ha dejado un tanto indiferente la historia; e incluso me atrevería a decir que le falta algo de nervio y magia…

Es lo malo de ver una película con tantas expectativas…
Alexei
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