Pese a su tema, 'La mala educación' es posiblemente la obra más políticamente correcta, en cuanto a su tratamiento, del director Manchego.
Alimentada por la polémica generada en torno a la crítica de la educación de los curas (esa mala educación) se creó una espectativa acerca de la temática, en la que esa crítica a los curas sólo pasa de lado, sin ser el tema principal como parecía, siendo así el título bastante engañoso.
Considero 'La mala educación' una buena película, en esta cinta el Almodóvar ofrece un tema en principio provocativo, pero tratado de una forma muy políticamente correcta, lejos de los atrevimientos que se permitía en sus comienzos, cuando no temía manchar su renombre ni descontentar a los que han ensalzado su prestigio internacional. Por ello, elimina todo su descaro característico para dar impresión de "buen gusto", y que nadie se sienta ofendido, salvo por las escenas de sexo masculino que bien podrían ofender a cavernícolas homófobos o a sectores reaccionarios que pedirían su vetación.

Este nuevo Almodovar Light cuenta con grandes interpretaciones en sus protagonistas (Gael y Fele) . En contraposición, Paca, interpretada por Javier Cámara en un vago registro cómico que no sale de un simplón tópico, es un personaje mediocre que debería ser desterrado del universo almodoviariano.

El gran contra de la película es el gran listón que dejaron sus dos predecesoras, obras maestras modernas (en especial 'Todo sobre mi madre') que la dejan a una apocada posición, aunque no por ello es mala en sí.

Es una plasta adornada con las patrióticas barras y estrellas...

Una historia coral de vidas cruzadas, a cada cual con menos interés en las que no pasa absolutamente nada y cuyo único mérito es: estar allí. La mayoría si las quitas de la película no pasa nada porque no te perderías nada.
Lo único "bueno" que tiene la peli es un largo desfile de caras conocidas, lo cual no es sinónimo de buenos actores, sangrante es el caso de Lindsay Lohan y Elijah Wood que si lo hacen peor revientan, y por otra parte vaya desperdicio de talento de otros.
En definitiva, la película es un intento fallido de Crash o Babel surgidos del mismo puño y letra que "Dos Chalados y un Fiambre", Emilio Estévez.

Lo único rescatable es el papel de esteticién hortera de Sharon Stone, pero le falta solidez al personaje.

Tediosa, insípida, y para colmo, patriótica americana.