Maravillosa serie de terror, nos traslada a todas las épocas de nuestra vida, nuestra infancia, adolescencia y madurez y en todas esas épocas hay cosas mas aterradoras que los fantasmas, son nuestros miedos nuestras fobias, nuestros secretos, esas cosas son los verdaderos fantasmas que llevan encima todos los miembros de esta familia. El director nos mueve de una época a otra sin perder en ningún momento el ritmo de la serie. Todos los actores están maravillosos en sus papeles, yo destacaría por encima de todos a una Carla Gugino (esplendorosa aterrada y aterradora). Según mi opinión hay dos cosas que la serie consigue demostrar, la primera que es imposible controlar la vida de tus seres queridos, no es posible protegerlos siempre y que la familia debe de permanecer unida pase lo que pase.

El irlandés es una película de mafiosos, del paso del tiempo, de la culpa, de los remordimientos de una conciencia que ya creemos haber olvidado, pero es mucho más. Habla de familias, de lealtades, monumental trabajo de su póker de actorazos. Tres actores de leyenda, De Niro, Pacino y Pesci, en el orden que los prefieran, cada uno bordando el regalo que les ha hecho otra leyenda del cine como Scorsese. Robert de Niro, está colosal, Frank Sheeran es una papel hecho para él, incluso su aspecto físico es similar. La sobreactuación de Pacino, que por otra parte nos tiene siempre acostumbrados a ella es genial para el personaje que le ha tocado, pero Joe Pesci, tan comedido sin hacer alardes de violencia o ira, como nos tenía acostumbrado en sus papeles de mafiosillo, nos deja con la boca abierta de lo que es capaz de hacer y sin levantar la voz, que grandes momentos todos y cada uno los 209 minutos de película, no se hacen nada pesados. Hay momentos mágicos en esta película, yo me quedo con la discusión entre Pesci y Pacino, antológica. Gracias Martin Scorsese por regalarnos una joya, otra más para la historia del séptimo arte.

Maravillosa película dramática, todo en ella es hermoso, tierno y a la vez muy duro, pero todo lo que rodea a Roma es pura verdad. La interpretación de su protagonista, la debutante Yalitza Aparicio es impresionante, es el núcleo de la historia. Todos los personajes tienen su hueco en esta historia donde se pone de manifiesto la diferencia de clases que existían en aquellos años setenta y a mi modesto parecer hoy día están todavía muy presentes. La fotografía en blanco y negro le da un toque nostálgico que encaja muy bien con la historia, todas las escenas están rodadas con un gusto exquisito el vestuario, la ambientación, todo es perfecto en esta película, quizá la mejor obra su su director. Hay una escena en la que la ternura de esa empleada del hogar llega a su punto más alto y es cuando toda la familia está reunida viendo la televisión y ella está recogiendo la mesa, se arrodilla para seguir recogiendo y se sienta un instante al lado de uno de los niños el cual le pone la mano encima del hombro y ella coge la mano del niño, es sencillamente hermosa. Un diez para Alfonso Cuarón y algún que otro Oscar conseguirá.

Estamos ante una película de terror y la verdad es que cumple con todos los requisitos del género, hay 3 ó 4 sustos considerables, pero esta nueva La noche de Halloween tiene que lidiar con una gran carga que es dejar bien alto el listón de su antecesora de 1978. Hace todo lo posible y nos trae de nuevo a un icono del cine de terror una Jamie Lee Curtis que saborea su personaje y lo lleva a su terreno, pero la sombra de la obra de Carpenter es muy alargada y cualquiera hubiera perdido en la comparación. Sin embargo esta nueva vuelta de guión hace disfrutar a todos los que nos sobrecogió la original. Las espectativas eran grandes y han conseguido una película de terror que ha arrasado en taquilla, pero Michael Myers (que dicho sea de paso, se pasa matando gente) ya no asusta como lo hiciera en el pasado, a pesar de todo, es muy entretenida y te hace pasar un buen rato.

Estamos ante la mezcla de una película de venganzas y un drama, el director lo resuelve de manera brillante con la inestimable ayuda de una entregada Diane Kruger, que lleva todo el peso de la película sobre sus hombros, llora, ríe, estalla de ira y todo lo hace sin caer en el exceso, el principio es realmente bueno y el final aunque no a todo el mundo contentará, para mi es lo mejor de la historia.