Realmente no sé qué puntuación darle a esta película, ni concretar exactamente si me ha gustado o me ha dejado de gustar porque creo que no es una película complaciente y que no es apta para todos los paladares. Me sentí atraída al verla por su director, un Jaume Balagueró que me había gustado anteriormente con "Frágiles", me sentí atraída también por el tema y el género en el que se encauza esta película, terror, suspense, misterio, el género que más me gusta dentro del cine. Pero me queda un regusto amargo tras verla, no estoy plenamente satisfecha con el resultado final, no sé. Tiene una actriz protagonista desconocida hasta la fecha para mí, una Emma Vilarasau muy conocida, imagino, en Cataluña, por la cantidad de series en las que ha participado allí y con un gran parecido físico con la gran Carmen Maura. Las actriz catalana tiene un papel complicado como esa madre que busca desesperadamente a una hija arrebatada de manera injusta y repentina. Hay momentos en los que Vilarasau está soberbia, como en el cara a cara con el argentino Carlos Lasarte, pero hay otras en las que no consigo creérmela o sentir empatía por su sufrimiento. Lo mismo me pasa con el actor vasco Karra Elejalde, un tipo que me cae bien y que está de máxima actualidad por su participación en el éxito del cine español "Ocho apellidos vascos", pero que aquí está muy flojito y más de lo mismo para un joven Tristán Ulloa. Para mí, lo mejor, sin duda, son la atmósfera asfixiante y misteriosa que Balagueró consigue darle al film y un estupendo Carlos Lasarte en plan Hannibal Lecter que pone los pelos de punta. El tema que trata, como es el poder y peligro que tienen las sectas formadas por locos que no tienen ninguna conciencia del gran daño que pueden hacer, también le da puntos a favor a esta película que recomiendo y que valoro como interesante, pero que admito que podría haber estado mucho mejor. Desde luego, "Fragiles" me convenció mucho más. De todas formas, voy a seguir viendo más trabajos de este interesante e innovador director de cine de nuestro país.

Hay directores que, sin saber por qué, caen como tres patadas a la gente, que se ciega y no comenta sus trabajos de manera objetiva, sino que dejándose llevar por su antipatía. Lo he notado, por ejemplo, con Isabel Coixet y ahora lo he vuelto a notar claramente con Sofia Coppola. La mayoría de los ataques que he visto en esta página a la hora de comentar esta película es por ser hija del gran director de cine, Francis Ford Coppola, quién se hace cargo de parte de la producción de la misma. Se sigue atacando también a los que por una u otra razón nos gustan sus trabajos como gafapastas o pijos. Bueno, yo no me considero ni lo uno ni lo otro y, al igual que me pasara con su posterior "María Antonieta", esta película me ha gustado. Cierto que no es una película de término medio, es decir, o la detestas porque no aguantas su ritmo lento, o te encanta. Yo, sinceramente, creo que es un trabajo más que correcto y muy maduro para el debut en el cine como directora de una Sofia que era bastante joven. La novela en la que está basada es un peñazo, Coppola ha sacado petróleo de ella y lo ha convertido en un trabajo muy meritorio. Para ello cuenta por primera vez con la que, posteriormente, sería su musa, una Kirsten Dunts que está estupenda como ese objeto de deseo de sus vecinos. Junto a ella una serie de jóvenes actrices que no han tenido tanto protagonismo ni en esta película ni en sus posteriores trabajos cinematográficos, destacando algo más entre ellas a un a joven Hanna R. Hall como la hermana más pequeña de la familia Lisbon. Como padres de las criaturas protagonistas de la película, tenemos al siempre correcto James Woods y a una casi irreconocible físicamente hablando Kathleen Turner. La que fuera un icono sexual en los 80 ahora está totalmente desfigurada aunque su talento como actriz sigue intacto. Como en "María Antonieta", la música forma parte importante de la película, con una más que buena selección musical de los años 70. Y, como a la gran mayoría de usuarios, a mí también me ha horrorizado la peluca tan falsa de un Josh Hartnett correcto.

Me da mucha pena las malísimas críticas y los nefastos resultados en taquilla de la última película dirigida por George Clooney. Y es que el Domingo éramos tres gatos en la sala de cine. Leyendo las numerosas críticas de esta página veo que la mayoría de usuarios se quejan del aburrimiento que produce esta película, de su falta de interés y de su apatía. Creo que, quizás, la gente ha ido a ver este "Monuments men" pensando en que se iban a encontrar una cinta de acción a raudales, con tiros y explosiones por todas partes y que la idea preconcebida del film juega en contra del mismo por dicho motivo. Pero George Clooney no es ese tipo de director, éste busca más el lado clásico del cine y eso quizás no sea del agrado de una gran mayoría. Tengo que decir que sin ser una obra de arte ni una de las películas de mi vida para tener en mmi colección en casa, "Monuments men" no está mal, trata un tema muy interesante del que servidora no tenía ni idea, tratado con corrección y con gran estilo visual aunque hay que reconocer que el gran conjunto de actores que participan en ella no están aprovechados como deberían, sobre todo un Bill Murray totalmente deslucido. Clooney se implica, como en el resto de trabajos que dirige, en casi todos los aspectos de la película, ya que no sólo dirige y protagoniza sino que también participa en la elaboración del guión y es uno de los productores de la misma. El está correcto, al igual que John Goodman, Matt Damon y la siempre elegante Cate Blanchett, aunque repito que, al igual que el gran Murray, algo deslucidos y poco aprovechados. El maravilloso compositor Alexandre Desplat nos vuelve a regalar una magnífica banda sonora. No seáis muy duros con ella, no esperéis encontrar acción adrenalínica, y quizás la lleguéis a entender y disfrutarla más.

La verdad es que al haber estado tanto tiempo fuera embarcada y aislada de todo lo que no fuera barco, no tenía ni idea de lo que se ha ido cociendo durante los últimos años en el panorama cinematográfico, entre otras muchas cosas, así que me quedé muerta cuando mirando en la filmografía de Alex de la Iglesia me encuentro con esta película protagonizada, ni más ni menos, que por el cómico José Mota y por la mexicana Salma Hayek. Viendo las críticas tan enfrentadas aquí sobre ella, tenía mis grandes dudas sobre si verla o no, pero la nominación a los Goya de Mota como actor revelación y de Hayek como mejor actriz me animaron a hacerlo. No me arrepiento. Tengo que reconocer que me tuve que acostumbrar a ver a Mota en un papel totalmente alejado de lo que él nos tiene acostumbrados, para más inri acompañado de una Salma Hayek con la que no pega ni con cola, pero tras esos primeros minutos, me metí totalmente en la historia y me dejé llevar por ellos hasta el final de una película que está realmente bien. Bravo por José Mota, cómico al que no sigo especialmente pero al que admiro y respeto por su ya larga trayectoria defendiendo en las pantallas su estilo de humor. El es Roberto, ese publicista en paro avergonzado por no ser capaz de conseguir un trabajo para mantener a su familia. Me ha encantado su actuación, un reto muy difícil del que Mota sale victorioso. Junto a él, una conmovedora Salma Hayel que deja a un lado sus papeles de mujer explosiva para convertirse en una sencilla ama de casa enamorada de su marido, al que no dejará sólo en ningún momento en sus horas más difíciles. Quizás su nominación fuera exagerada pero Hayek cumple con su papel a la perfección. Y junto a ellos, una serie de magistrales secundarios como el fallecido actor gaditano, Juan Luis Galiardo, la siempre solvente Blanca Portillo o un espléndido Fernando Tejero luchando también por no ser encasillado en papeles cómicos. Ya en papeles mucho más pequeños tenemos al veterano Juanjo Puigcorbé y a un Manuel Tallafé correctísimo. Desde luego, tal como está la situación laboral en España actualmente, yo me siento identificada con el protagonista y le doy un más que aprobado a esta película de uno de nuestros directores más polémicos, un Alex de la Iglesia amado y odiado a partes iguales película tras película. Y es que "Todos somos Roberto".

Siguiendo con la lista de película que aún no había visto y que ya era hora de que lo hiciera, le toca el turno al bombazo de las Navidades de 1990, esta "Sólo en casa" que se convertiría en la comedia más taquillera y que lanzaría al estrellato al nuevo niño prodigio, Macaulay Culkin. Siempre tuve cierto rechazo a sentarme a verla, Culkin me parecía un niño repelente y no pensaba que hubiera nada interesante que sacar de esta película, pero tengo que reconocer que "Sólo en casa" es una más que correcta comedia infantil que te hace pasar un rato muy agradable y que debería de tenerse en casa para disfrutarla con los más pequeños, porque creo que se lo pasarían en grande con las desventuras de esta pareja de ladrones formada por los correctos Joe Pesci demostrando que la comedia se le da francamente bien y Daniel Stern a quién Pesci no le hace sombra. ¿Qué decir de Macaulay Culkin? Pues que, muy a mi pesar, tengo que disculparme por tener tantos prejuicios en su contra porque Culkin está perfecto en el papel de travieso adorable. Es una auténtica pena que el joven actor no supiera llevar a buen puerto una más que prometedora carrera en el cine. John Hugues, el productor y guinista de la película, la escribió con Culkin desde el principio en la cabeza para interpretar a Kevin McCallister. Aún así, un centenar de niños se presentaron a la prueba, simplemente para que tanto guionista como director se convencieran de que no habría otro actor que lo hiciera mejor. Como padres de la criatura tenemos a la divertida Katherine O'Hara y al correcto John Heard, actor que no estaba muy feliz de participar en la película porque pensaba que sería un completo desastre. Finalmente, Heard pediría perdón al director, Chris Columbus, por su desconfianza. Maravillosa banda sonora navideña del maestro John Williams. Muy recomendable.