Nuevamente adaptación al cine de una novela que no he leído; tengo que leer más. He leído algunas críticas "profesionales" que hacían aclaración de determinados aspectos del libro, reprochando al Sr. Jackson ciertas licencias en la adaptación, pero que no me han aclarado hay quién hay que demandar por el fallido final. De todos modos, si el material argumental era así de blandito en su génesis, también podemos acusar a Jackson de elegir tan meloso material en lugar de conmovernos con un remake de "A sangre fría".
La película que, pese a todo, se deja ver, se resiente de navegar (seguramente a la deriva) por la parte menos interesante de la historia: ese mundo judeo cristiano casi calcado con el que Vincent Ward ya me aburrió en su lacrimógena "Más allá de los sueños". Ello provoca que no haya demasiado tiempo para revestir de carne a muchos personajes y que acaben por resbalarnos muchas de las escenas.
Sin embargo, además de las interpretaciones de Tucci (grande casi siempre) y Ronan, me ha sorprendido Rose McIver, en el papel de la hermana de la protagonista, en un papel que va adquiriendo peso a lo largo de la película y que protagoniza el momento más tenso, asesinato al margen.
En definitiva, una mala elección de guión que no salva Peter Jackson. O un mal Peter Jackson hundiendo una novela... vaya usted a saber.

Película con moraleja de parvulario, pequeña, de escaso presupuesto y escasa repercusión, que gira en torno a la muy manida situación de la preparación del terrible baile de graduación de un chico de diecisiete años. Salvando la parte de reflejo social de los preparativos al baile, el coste económico, la implicación de las familias y la presión para los muchachos, la película es tan intranscendente como ligera. Filme para ver sin prestarle demasiada atención y desconectar de problemas diarios.
Sorprende ver a William H. Macy en semejante embolado (si bien su papel es el más conseguido de todos) entre actores poco conocidos que, no obstante, resuelven con corrección sus poco exigentes papeles.
Seguramente, hubiera sido mucho más divertido saber como Bart consiguió llevar a la morena del traje azul al baile.

El problema de esta "Rendition" es que es aburrida como un el párrafo segundo de un expediente del ministerio de hacienda. Y lo que es peor, lo es contando historias tremendas y descarnadas cruzadas entre si, historias que si cualquiera de ellas te la contara tu vecina en un rellano de la escalera te tendría más de hora y media en tensión y con el corazón encogido. Pero el bueno de Gavin Hood demuestra una total falta de pericia para narrar que hunde un guión ya de por sí mal construido

Película muy interesante que recrea la atroz matanza ocurrida en Nueva Zelanda. La expresión "Out of the blue" podría traducirse como "de la nada" y esa es la clave del filme; de pronto, sin más explicación, sólo la locura de un vecino de un pueblo tranquilo, evidentemente trastornado pero sin aparente peligro, un incidente sin importancia y el caos. La película no es truculenta pero tampoco complaciente, las víctimas tienen rostro y nos hacen partícipes de su tragedia. El tono narrativo del filme, pausado y relajante en oposición a la crudeza de los hechos que se narran le ayuda a aumentar su terror; al fin y al cabo, el pueblo retratado no es muy distinto al que tú vives y no pienses que las vidas de sus habitantes son muy distintas a las de tus vecinos. Y no hay nada de épico, ni de extraordinario en lo que sucede mientras la tragedia se desarrolla.
Un escalón por debajo de la extraordinaria "Elephant" pero, aun así, una buena aproximación al fenómeno relativamente reciente del francotirador chiflado.

Película que estaba fuera de su tiempo ya cuando se estrenó en 1987, pues su estética recuerda más a los thriler setenteros de manisiones, cara conocidas y tramas teatrales, lo que no es de extrañar viniendo de la mano del notable artesano Arthur Penn,autor de joyas como "Bonnie and Clyde" o "Pequeño gran hombre".
Tal vez haya que tomar el film como un homenaje al género en general y a la figura de Hitchcock en particular, pues la película está plagada de homenajes nada velados; el inicio de "Psicosis", el vaso de leche de "Sospecha" el fotógrafo con muletas de "La ventana indiscreta", por citar solo algunos. En cualquier caso, siendo una película que peca de desfasada y previsible, permite disfrutar de una intriga de suspenso un tanto descafeinada, pero estimulante para nostálgico.