Quitémonos algo primero del camino: no me importa que las nuevas cazafantasmas fueran chicas; me gustan mucho la elección del casting, Melissa McCarthy y Kristen Wiig son dos de mis actrices favoritas y junto a Paul Feig hicieron una de las mejores comedias de los últimos años...

Dicho esto, la nueva iteración de los Cazafantasmas no es una buena película o al menos no está a la altura de la primera (porque sí, la segunda tampoco es muy buena). No es que no hubiese ganas puestas en este proyecto, y de hecho en mucho elementos puede verse, pero algo me dice que la intervención del estudio ha sido tan grande esta vez debido a la presión del público que el resultado ha sido más desastroso.

El humor, aunque agudo en algunos momentos, se mancha por la excesiva repetición de gags y por los insulsos e innecesarios cameos (que podrían haber estado mucho mejor). En otros momentos los chistes son tontos y aburridos y sin poca gracia. La película está falta de esencia o alma, quiere ser algo nuevo pero al mismo tiempo no y se queda en poco cosa; especialmente por su trama que mucha veces se deja de lado solo para hacer otro chiste simplón.

Los efectos especiales sin embargo son interesantes. En un principio me provocaron cierto rechazo, pero me gusta el hecho de que intenten hacer algo único y diferente y hasta cierto punto influido por las series de animación.

Sin embargo la película se antoja poca cosa en comparación a la anterior. Quizás fueran mis espectativas o la falta de ellas, no sé... pero está película podría haber sido otra cinta que hiciera cañar a todos esos machistas (como SI lo fue Mad Max: Fury Road) y no lo ha conseguido. Una pena.

Interesante visión de cómo es la vida y cómo la percibe una persona con esquizofrenia (especialmente aquel que oye voces y alucina), y curiosa manera de ver como ciertas personas prefieren dejar llevarse por su propia oscuridad con tal de no afrontar la cruda realidad.

Esto no lo vemos reflejado a través de las líneas de los diferentes personaje, sino también con el sutil juego de la fotografía y la dirección artística, que va alterándose según lo percibe el protagonista.

Mencionar en este aspecto el buen trabajo de Reynolds, que se aleja de su histrionismo habitual (que personalmente adoro), por un trabajo algo más sutil (no mucho vaya), pero creíble y a medio camino entre lo patéticamente adorable y lo angustiosamente terrorífico.

Pero The Voices no es un estudio profundo y psicológico o una terrorífica película, sino más bien una pequeña comedia con tintes realmente oscuros.

The Family (o Malavita en español) es sin duda uno de esos ejemplos de como nuestras expectativas se ven truncadas por una interesante propuesta y un insostenible desarrollo.

La idea de una familia mafiosa teniendo que ocultar su identidad en un entorno extraño no es lo más original que se haya visto, pero siempre está el juego del individuo fuera de su contexto, que en este caso no siempre es muy bien aprovechado.

Por otro lado está el tono, algo en lo que Besson no encuentra equilibrio alguno: a la comedia le falta más mordacidad, al drama ser menos melodrama de postín y a la acción ser algo más consecuente con una comedia y no convertirse en algo tan sobrio y cruel como "Grupo Salvaje".

De hecho me resulta extraño que alguien como Besson, que como nadie ha conjugado estos elementos en películas como "El Quinto Elemento", "Leon" o "Desde París con Amor", de forma fluida, coherente y dinámica, tenga un resultado tan errático.

Sí, The Family tiene sus momentos y Besson no siempre ha sido un realizador regular en sus trabajos, pero sin duda alguien como él podría haber dado algo más interesante.

Sisters no es la comedia del año ni mucho menos, pero Amy Poler y Tina Fey son un duo que funciona tan genial que podría estar toda la vida viendolas trabajar juntas.

Más por favor.

La animación es estupenda, la trama está bien construida y tiene temas relevantes referidos a la familia y a los roles de género y otros temas sociales relevantes e importantes y los tratan de una forma coherente.

Pero no me ha alucinado tanto como otras películas del magnífico estudio de animación, no como lo hizo Coco (y lo hace cada vez que la reveo) o Inside Out.

Pero puede que necesite verla alguna que otra vez más para ver la magia de su artesanía. Brad Bird es un director que me encanta como trabaja y sus pasadas obras me han entusiasmado por su gran atención al detalle y dedicación. Estoy seguro que veré más de eso la próxima vez.