Estamos ante la serie policial de la historia.
Una excelente parodia de los bodrios de CSI, Las reglas del juego, NCIS y demás porquería.
Nathan Fillion y Stana Katic lo bordan en sus papeles, se les ve excelentemente compenetrados y coordinados. El resto del reparto está genial, un elenco de personajes que me hacen llorar de emoción. Las distintas situaciones que se suceden en cada episodio son de lo más originales (especialmente los casos de homicidio a los que se enfrentan los protagonistas), una trama en ocasiones difícil de coger y de lo más imprevisible y un excelente toque de humor para acompañar algo que sin ello sería para dormir. Me encanta su originalidad, la naturalidad de sus actores y, en general, todo lo que tiene. Os la recomiendo!.

Ahora, para conseguir el voto ciudadano, los políticos intentan cualquier cosa para que les demos nuestro voto de confianza. Una de ellas es la de ir de ambientalistas y sabelotodos, algo que, en particular, al Al Gore este no le queda nada bien.
Esto del cambio climático me lo se ya casi desde que nací, y si la cosa no mejora es porque no tenemos la voluntad de cambiar el destino (vamos, que no nos sale de las partes), y sólo porque el tío este quiera governar ese país tan limpio, verde, bucólico y que se porta tan bien con la naturaleza, nadie va a salir del pozo. Lo que podemos ver en este documental es a un político del montón soltar una parrafada extremadamente aburrida sobre un tema del que ha estado empollando durante una hora antes de grabar, prueba de ello es que se tiene que leer todo lo que sale en las diapositivas de la pantalla (PowerPoint, lo llamamos nosotros) y a que rellena con cosas de su vida que no me importan una mierda. Al Gore, si quieres governar tu país, miente, haz falsas promesas, da falsas esperanzas y amaña elecciones, pero no nos toques el calentamiento global porque, si ni la OMS, ni Greenpeace, ni la ONU ni otra de estas organizaciones han conseguido que se reaccione, no lo harás tú. Empieza tú vendiendo tu Mercedes, tu Jet privado, tus mansiones en todo el mundo, tu ropita de marca y tus joyas, y puede que te crea un poco. Cómo dices? Que no lo harás porque cuando pete el mundo te pagarás una plaza multimillonaria bajo tierra o en la luna, para salvaguardar tus cosas? ME CAGO EN TU ESTAMPA!!!.
Propaganda electoral barata y sin fundamento, aburrimiento extremo, nada de interés ni de emoción ni, por supuesto, me he creído nada de lo que se dice, porque ya me lo se todo.
Lo hace Mariano Rajoy, le meto una pistola en el culo y aprieto el gatillo, lo hace Al Gore y debemos adorarlo... políticos: VÁYANSE A LA MIERDA YA, COÑO!!!.
Y además, no da miedo, que va. "De lejos la película más aterradora que verá jamás", ver para creer, a su lado "La maldición" parece Pocoyó... JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAAAAAAAAA!!!

Visto desde antaño como una criatura repulsiva, asquerosa pero muy rica al dar el delicioso jamón, el cerdo es el protagonista de una de mis películas preferidas.
El cerdo que un granjero gana en un sorteo de feria es el encargado de pastar a un rebaño de ovejas desde el campo hasta el corral, independientemente de lo cutre que pueda parecer. Los perros pastores quedan relegados a un segundo plano, incluso hacen de profesores para el cerdo. Además de esto, el resto de personajes son de lo más ingeniosos, la perra que hace de madre, el "marido" de la perra que quiere deshacerse del cerdo, las ovejas ancianas, el pato problemático que se cree un gallo, la gata pija de los granjeros... Y los continuos sucesos que ocurren en la película son destornillantes. Cargada de drama, risa, amistad y lecciones, Babe intenta hacer que no veamos al cerdo como un animal inútil y repulsivo (salvo para comerse su jamón). LLoro cada vez que la veo, y la he visto muchas veces. Una gran producción para todos los públicos que hará las delicias de todo cristo. Perfecta y emocionante, nunha he visto nada igual.

En vistas del éxito que supuso Digimon adventure se pensó en sacar una secuela (sí, como en las películas de viernes 13) para no perder el calor de las gentes que visionaron la primera serie.
Lo que Digimon 2 nos muestra es la continuación de su antecesora, con nuevos personajes, nuevos digimon y nuevos enemigos, además de los mismos personajes de la primera serie. Hasta aquí la cosa pintaba bien, primer episodio, presentación, segundo, primera pelea en equipo, tercero, igual, y así hasta el último episodio. No quiero decir que todos fuesen solo peleas, pero lo que me pareció aberrante fue la supresión de la mayoria de sus valores inciales educativos para sustituirlos por escenas cutres de risas forzadas, el triángulo amoroso entre los niños, una banda sonora muy básica y que, además, se añadieran más momentos de reflexión y explicaciones (con continuas referencias a la primera serie, claro), algo que la hace aburrida hasta la extenuación, reduciendo los combates a sólo la mitad de capítulos totales.
Una secuela que, como ocurre con el cine, decayó considerablemente, perdiendo la chispa y la esencia de su antecesora, tornándose infantil y sin mucha gracia, aunque a mi me enganchó y me entretuvo muchísimo. No la suspendo porque consiguió al menos hacer que la viera, aunque la decepción fué considerable.

Basándose en los típicos prototipos y topicazos de otras teleseries preadolescentes, al Écija se le ocurrió crear algo que, con el "fin del mundo" por medio, mostrase de una vez por todas lo que se vive en España. Ojo, y no lo digo por las "aventuras" que se suceden durante la trama, que de hecho tiene su enganche y su encanto, si no por la mentalidad y el comportamiento de los intérpretes, cuyos papeles en algunos casos quedan totalmente bordados, como es el personaje de Piti, es Luis Callejo en estado puro, sin pelos ni señales. Algunos totalmente sobreactuados, como el ya cansino Mario Casas y Juan Pablo Shuk, y el resto quedan básicamente aceptables. Algo que no trago en absoluto son los efectos especiales, que no se si se pueden llamar especiales a unos fotogramas mal encuadrados y poco realistas que parecen animados con hojas de papel o incluso movidos por hilos desde arriba. Aun siendo de lo más absurda, plagada de errores y con un sinfin de sinsentidos por todas partes, la trama llega a enganchar de verdad, provocando unas ganas inexplicables de ver el capítulo siguiente cuando se acaba el que ves. El guión, básico y con algunos defectillos, pero aquí no le veo la más mínima relevancia. Y cuidado con lo de confraternizar, no espereis escenas comprometidas o pornográficas explícitas, porque no hay, por mucho que se les ponga a estas series el estigma sexual de las narices. En conclusión, una serie interesante que a mi me ha enganchado y me hace pasar un buen rato, pero claro, sin esperar antes algo magistral ni espectacular al mismo tiempo que se muestra bastante bien lo que se suele vivir en cualquier barco escuela de verano. Interesante y totalmente visible.