Tierna sin los dramas melancólicos de enfermedades terminales... Una bella y sin duda conmovedora historia de la historia británica, basada en el logro de un logopeda (Rush) que salvó, literalmente, a la monarquía británica de su extinción. Artísticamente con unos protagónicos sobresalientes, una recreación de la época muy notable, desde la música, hasta los edificio de Londres en el primer tercio del siglo XX, edificios nobles y mundanos, con cada cachivache propio de la época. UN guión más que sobresaliente, con textos precisos que relatan el argumento sin duda y sin vacíos. No podría afirmar frente a si era la única merecedora del Óscar, pero sin duda, es una cinta tierna, familiar bien hecha. Muy buena dirección.

Un penique.

Ágil es el adjetivo que, a mi juicio, mejor describe esta cinta de acción, fantasía y comedia negra de buen talante. Es como subirse a un atracción novedosa de parque, no pestañeas durante los noventa minutos en lo mejor que le sale a Willis, la acción y las armas. Entretiene y cumple con una historia interesante, bien contada y resuelta. NO hay nada artístico que valorar.

A pesar de ser una experiencia completamente americana, ver Los Años Maravillosos en latinoamérica significó mucho en nuestra experiencia de crecer. Toda mi generación amó a Winnie Cooper y sufrió con Kevin, así como pasó angustias, grandes alegrías y profundas reflexiones.

Educa, genera valores y sobretodo, entiende que crecer es la parte más importante de vivir.

Es mi analogía perfecta... La primera de la saga es como cuando te llevan por primara vez a casa del tío, quieres verlo todo escudriñarlo todo, la segunda es el segundo día en casa del tío, que da algo por ver... una pintura, algún cuarto quizás... al tercer día, como la tercera entrega, no hay nada más que ver, ya quiero ir a casa.

Un argumento, otra vez con una acotación científica en su base interesante, pero el desarrollo es ridículo (lo pondré en spoiler). UNa Felicity JOnes linda pero sobreactuada y Omar Sy sin función alguna (el bobo del paseo). Técnicamente diré que la sangre parece real. Lo más rescatable: Casi dos horas de recorrido por la fabulosa Europa, a saber la artística Florencia, la romántica Venecia y la increíble Estambul, con todo y sus edificios emblemáticos.

Una historia, algo tenebrosa y sombría para niñas y niños grandes. Se ven algunos matices de la mano de Tim Burton, quien por fin nos trae un abanico algo diferente de actores. La historia deja mucho vacíos, otra vez contradicciones tontas, como poderes que solucionarían el nudo, al instante. Esperé mas cienmatografía, se queda corta y el del director se espera más.