Una mirada escueta a la personalidad de Amaia, natural y misteriosa; la acompañamos en momentos como la composición de su disco, la preparación de sus conciertos, o la graduación de piano en el conservatorio.

Quisiéramos ver más, pero lo que se ve no hace sino engrandecer a Amaia. Fan.

Muy interesante, la mezcla de documental (con los personajes reales contando la historia) y la película, funciona realmente bien.

No sabría si decir que toca diferentes géneros o que tiene al menos aire de distintos, una pizca de young-adult movie, thriller, documental, cine negro e incluso comedia.

Es una película que gana mucho más sabiendo desde el principio que lo que estás viendo está basada en hechos reales, porque todo adquiere más profundidad.

Tiene un buen comienzo que ya te mete de lleno en la trama al descubrir una cámara de vídeo en un enterramiento de la época de Jesucristo, a partir de ahí se desarrolla a caballo en thiller y acción, dejando un final que a mi sinceramente me gustó.

Esta película la he visto dos veces en Antena 3, un sábado por la tarde. Los actores elegidos son de esa clase de películas y las actuaciones, pizca arriba, pizca abajo. Pero cual fue mi sorpresa al ver que la historia giraba entorno a los viajes en el tiempo, aún recuerdo la escena del laboratorio con la manzana y la rata. Yo recomiendo verla.

Una preciosa historia, contado como un estilo muy particular, se asemeja a las novelas feel-good, cuyas premisas es contar historias que te hagan sentir bien e incluso las partes que podrían ser tristes, al final te reconfortan.

Los viajes en el tiempo son empleados para construir el mensaje final de la película, que podría resumirse con el tópico literario "carpe diem".

Muy recomendable.

El talismán del trabajo de Jean-Marie Poiré.

Al principio de la película, el hecho de darle pompa a las formas y maneras de la vida medieval, rozando un poco el ridículo nos sirve para dos cosas; la primera y más obvia, el entretenimiento y la comedia, y la segunda, adentrarnos de lleno en el pensamiento de dos personajes que viajan hasta el futuro y ver todo nuestro mundo desde una mirada de ciento de años.

Una comedia donde se mezcla lo fantástico, lo disparatado, lo ridículo, lo grosero y lo escatológico, que no decae en ritmo, El dúo formado por Jean Reno y Christian Clavier, funciona a la perfección (a destacar la caracterización de este último para hacer dos papeles).

Muy entretenida.