Cuando vas al cine, ¿qué esperas ver? El cine está considerado como el 'séptimo arte', no por gusto o decisiones unilaterales, sino por películas como esta. Isle of Dogs es la demostración empírica de que existe arte en el cine.

Wes Anderson vuelve a crear una obra maestra de principio a fin, y van tres seguidas. Ya en 2009 experimentó con el Stop Motion con buenos resultados, aunque algo le faltaba a Fantastic Mr. Fox para considerarla perfecta.

Anderson reúne en esta ocasión a un equipo excepcional mixto, japoneses y anglosajones, para contar otro maravilloso cuento. Porque eso es lo que hace, es el mejor cuentacuentos del cine.

Su trabajo como director y guionista van más allá de lo rutinario. No hace cine comercial, aunque tampoco es totalmente indie. Hace el cine que quiere hacer, cueste lo que cueste, venda o no venda. Y su atrevimiento es digno de elogio, dando como resultado un tremendo derroche de originalidad y creatividad, sin miedo. Se ha ganado una buena fama merecida, poco prolífico pero de una calidad incuestionable.

En esta película podemos ver amor y pasión; en cada plano, en cada secuencia, en cada instrumento musical, en el trato a la cultura japonesa, en la visión que tenemos de los perros, en el guión, en la presentación de los personajes y su transcurso, en el arte...

Amor y pasión. El cine no es solo un lugar donde desconectar el cerebro y olvidar la película que acabas de ver tras finalizar los créditos.

No es una peli malísima tampoco, pero no sabe lo que quiere ser casi en ningún momento. Te tira más fanservice a la cara que Ready Player One. Y es curioso que todo lo mejor de la peli es cuando Lebron no está en pantalla (ni en su versión real ni en su versión animada).

Tiene algún guiño divertido (a momentos de la NBA que si no la sigues son complicados de pillar), y un momento extremadamente épico que te pone hasta los pelos de punta, para luego hacerte la broma obvia y anticlimática, pero bueno... al menos tiene esa escena chula aunque con final indeseado (lo cuento en spoilers).

El comienzo, es decir, los primeros minutos de la peli, pretende ser muy Space Jam, pero queda burdo, ni se acerca a la intro de Space Jam original, pero vaya, es que ni lejos.

Una de las cosas más grandiosas de la primera es el increíble carisma natural de Jordan. Lebron es todo menos carismático. Y no digo que Jordan actúe bien o mejor que él, pero suple sus posibles carencias interpretativas con su desbordante carisma, y Lebron es incapaz.

Existe una realidad de la que no puede escapar el ser humano; la continua subversión del pensamiento. La mente pasa por muchas etapas a lo largo de la vida. A veces los cambios son sutiles, incluso no nos damos cuenta de ellos hasta que poco a poco generan cambios más grandes. Otras veces los cambios son drásticos.
La mayoría de pequeños cambios se producen de forma subliminal, al contrario de lo que ocurre con los grandes cambios, que en su mayoría se producen a plena consciencia.
Todo esto ayuda y fomenta el progreso de crecimiento psicoemocional, pero también puede producir un efecto opuesto.

· Si no podemos escapar a ello, ¿cómo lo controlamos?

Es propio del ser humano desear controlarlo todo. Es el miedo el que nos impulsa hacia esta obsesión.

· Entonces, ¿cómo controlamos ese miedo?

Es curioso como todo nos lleva al mismo punto, inevitablemente.

La vida no trata de control o evasión, va de aceptación. De eso trata Donnie Darko. De cómo debemos aceptar la realidad presente por dura que sea. Y en realidad diría que no nos queda otra si deseamos estar en paz con nosotros mismos.

No confundir aceptación con conformismo. El conformismo es un tipo de evasión, es la rendición de la fuerza mental que nos define.
La aceptación es justo lo contrario, requiere de toda tu fuerza mental para superar cualquier situación.

A lo largo de la vida ocurren todo tipo de desgracias, aceptar eso es difícil, a la par que necesario.

"¿Y si pudieras volver atrás en el tiempo, no cogerías todas las horas de dolor y tristeza, y las cambiarías por... por algo mejor?" - Gretchen Ross en la película Donnie Darko.

¿Estás preparado para 2 horas y media de cine con una película enteramente grabada por alguien que parece tener parkinson?

¡Welcome to Man of Steel!

La primera impresión que me dio la película al salir del cine no es la de haber visto una gran obra de superhéroes, más bien me quedé con una sensación difícil de describir en ese preciso momento, que por supuesto, hoy he sabido reconocer...
FRÍO, como el único superpoder que no muestra en este film el venerado héroe americano. La película me dejó totalmente frío, no podía decir ni que me gustara ni que no lo hiciera, me causó una total indiferencia.

¿Por qué?

Escenas en Speedrun:

Comenzaré con lo que más me mosquea, y es que las escenas y subtramas de la película duran demasiado poco, tienen tan poca duración que cada escena parece un Speedrun. Mucha gente se quejó de esto en Thor, pues Man of Steel lo hace durante más minutos de metraje sin llegar a conectar de verdad con nada de lo que ocurre en cada una de las escenas. ¿Cómo pretenden los guionistas que empaticemos con lo que vemos si a nuestro cerebro no le da tiempo a asimilar todo lo que ocurre?

Guión atropellado:

Más te vale tener conocimientos previos de Superman antes de ver la película o te parecerá que no está hecha para ser visionada por todo tipo de espectadores. Volveré a compararla con Thor porque resulta fácil hacerlo ya que tienen elementos en común. Mucha gente se quejó de que Thor era difícil de entender al 100% si no has leído algo sobre él previamente, por supuesto yo lo había hecho y pude disfrutar de la película, pero de Superman no conozco demasiado y el film trata de meter en tu cabeza demasiada información en muy poco tiempo hasta llegar a la parte final, y quedarte con la sensación de que no te han explicado nada. El guión es un resumen tras otro de una obra demasiado larga para 150 minutos de metraje. La obra comete el enorme pecado de querer contar muchas cosas en muy poco tiempo.

Lois y Clark:

Hacía tiempo que no veía un romanticismo más forzado que este, realmente los guionistas no le pusieron ningún empeño en la relación de los dos personajes principales de la película. Es probable que un superpoder oculto de Kal-El sea el de enamorar con su presencia, porque si no, no entiendo para nada de dónde surge el amor entre estos dos.

Flashbacks intermitentes y aleatorios:

Me ha resultado francamente irritante la primera mitad de la película con sus saltos totalmente aleatorios. Es parecido a tener muchas escenas sobre la vida infantil, adolescente y adulta del personaje, mezclarlas en un bombo de la lotería e ir cogiéndolas y montándolas en el film una a una sin ningún patrón ni sentido.

Dolby Surround vs parte final:

La increíblemente interminable parte final de la película es una constante escena de acción magnificada por el sonido del cine. Si eres sensible a la sobreexposición del ruido y las explosiones acabarás aturdido cuando todo acabe. No me malinterpretéis, la acción es muy buena y tiene momentos realmente memorables, cargada de originalidad y una gran puesta en escena, pero dura demasiado...dura tanto que le acabas perdiendo el sentido y acabas deseando que la Tierra estalle y mueran todos.

El adulto, Superman:

Es lo que más me ha gustado de la película, cuando Kal-El lleva el traje de Superman puesto su caracterización es fantástica. Una personalidad amable y sacrificada, dispuesto a hacer cualquier cosa por aquellos que ahora considera su verdadero pueblo, los humanos. Un personaje creíble que se debate entre confiar en los kriptonianos o en los humanos, luchando finalmente por estos últimos sin olvidar quién es y de dónde viene.

¿Infantil o adulta?:

Diría que es más infantil que adulta, pero cuidado chicos, Zack Snyder y Nolan han encontrado la fórmula secreta para que parezca una película adulta adaptada para todos los públicos....¡oscuridad! Algo que no es nada nuevo para nosotros tras haber visto Batman, Harry Potter, 300, Watchmen y muchas otras en su mayoría dirigidas por alguno de estos dos famosos directores, guionistas y productores. Bajar el brillo a la película es la técnica de moda para darle un toque adulto al film. ¿Es necesario? El cine nos ha demostrado que no, con películas muy coloridas y muy adultas como Big Fish, El Atlas de las Nubes, La Vida de Pi, etcétera. Así que esta técnica se me antoja más como un engaño visual que otra cosa.

Hay mucha gente crítica con la fidelidad de los datos en este documental, o con la elección de los momentos cronológicos. Soy un apasionado de Japón y su historia, he leído una ingente cantidad de libros históricos del país (incluido el Kojiki), y debo decir que me parece que este documental es lo suficientemente atractivo para el público masivo como para hacer que más de uno quiera ir más allá y aprender de verdad sobre Japón y su historia. No quiero valorar esto desde el prisma de mis conocimientos, sino de aquellos que no sepan nada o poco pero estén interesados.

También debo añadir que hablar de la historia de Japón en términos absolutos es dificilísimo. Es una cultura que históricamente hablando ha mezclado mucho religión, superstición, mitos, leyendas y realidad. Y entre todo ese maremágnum es bastante complicado definir la verdad de los acontecimientos. La mayoría de las veces, para saber si un documento histórico japonés es cierto o no, hay que irse a las crónicas chinas, y hacer una comparación de lo que cuentan unos y otros. Lo malo es que Japón ha sido un país muy aislado durante casi toda su historia, así que ya os podéis imaginar...