418 críticas. Ahí es nada. Esta película le pasa lo mismo que “Dragon Ball Evolution”, no será la peor película de la historia pero puede ser la más odiada.

Y es que, seamos serios, si este filme se llamará "la Momia contra el Hombre Lobo", o "la Busqueda del Talismán de Jade " o "Jack Thunder contra el Cilicio de Oro"", pues le cascaría un cinco, como tontería mala que es, y santas pascuas, que peores basuras me trago y no se me caen los cataplines al suelo por ello.

Ahora, Indiana Jones son palabras MUY mayores. No voy a entrar a valorar las virtudes de la saga y de la tercera parte, plumas infinitamente más hábiles y versadas han escrito ríos de tinta sobre ellos. Tampoco voy a enumerar los defectos y los “hacencagar” de esta cinta. Por que, efectivamente, esta cinta hace cagar. Sangre. A borbotones y con tropiezos.

Ante este atropello y violación anal, ante esta afrenta destroza-mitos solo caben dos reacciones.

1. El derecho a pataleta. (Que tan profusamente inunda esta web y del que estoy haciendo uso).
2. Ignorarla. Así de claro. Cabreos aparte, esta película para mi NO EXISTE. La cuarta parte de Indiana Jones es un videojuego y se llama “the Fate of Atlantis”. Y estaba de puta madre, joder! Maldita sea, 20 años para esto.

Que decir... la mejor de las tres. Será cosa del director, y que las segundas partes de las obras suelen ser las mejores por ser más oscuras y cabronas. También se nota la ausencia de Lucas (andaba metidos en líos empresariales y dejo bastante hacer). Creo sinceramente que este tio, aunque tenga buenas ideas, necesita alguien que le pare los pies y que le de buena forma a sus ocurrencias y que evite que haga el ridículo, como en esta ocasión con Irvin Kershner o con Spielberg en Indiana Jones (las tres primeras, claro, la cuarta no existe, la cuarta era un videojuego y se llamaba Fate of Atlantis, maldita sea!).

Magia, acción, efectos old school, sentimiento, carisma, emoción, y en fin, un buen hacer general que hace que te tragues esta inmensa fantasía con patatas, una y otra vez.
(y otra vez, y otra vez, y otra vez, y van…).

Después un gritón de críticas poco más hay que decir. Eso sí rescato en spoiler la que para mi es la frase mas cojonuda no ya de la película o de la trilogía, sino de la historia de los villanos en el cine. Líneas que definen a un personaje, y le dan toneladas de carisma, como la también inmensa “te quiero-lo sé” (Leia y Han, obviamente).

Para mí a años luz de las típicas “que la fuerza te acompañe” o “yo soy tu padre”.

Para empezar, tenemos el síndrome Gabilondo.

Yo, yo, yo y más yo. (Julia, la Roberts, Pretty Woman, la novia de América).

Para que queremos más?

No es la primera vez que se le fabrica una película a una estrella de Hollywood a medida, sin absolutamente nadie que le de réplica, dos horas dedicadas a dejarnos claro que la protagonista es de lo bueno lo mejor, de lo mejor lo superior. Con chicas florero (en este caso un chico florero) y malo inepto o difuso (en este es un ente abstracto, una corporación), no vaya a ser que un buen actor con un buen papel me quite segundos (que no minutos) de protagonismo absoluto. Y sonrisa profidén. Porque además de el más cojonudo, soy el más guapo (o guapa, la vanidad no entiende de género).

Tom Cruise es especialista en este tipo de filmes (para muestra un botón, Misión imposible 2). Y no acaban de funcionar.

Luego está el síndrome L’Oreal. El por que yo lo valgo. El síndrome Belén Esteban, lo podríamos llamar también. La prepotencia y la chulería hecha virtud. La vulgaridad y la falta de clase como cualidades honorables (no hablo de dinero o estudios, hablo de respeto, educación, cultura y saber estar). El cállate gorda como réplica ingeniosa y definitiva. Risto Mejide estaría orgulloso. Otra cosa es que en la vida real te acaben mandando a cagar (o te crucen la cara si eres tío) por payaso.

Ai ama. Lo que me he reído con esta película. Como pelicullila de martes noche es muy pasable. Acción, romance de turno y buenas escenas de surf.

Y te lanzan una ristra de topicazos ridículos uno detrás de otro. Cada cual más cutre que el anterior. Y te entretienes. Y te ríes.

Filosofía barata. Pero barata, barata, oiga. Poetas de mercadillo. Todo para pasárselo bien en el agua, follar en la playa y ponerse hasta el culo de birras.

De lo más tronchante. Frases paleras de auténtica vergüenza ajena, y expresiones como:

Yuju!! Guay!! Que pasada!!Bwajaja!! que Tope tío!!

No se engañen, gente así en la vida real existe (los muy menos), y son auténticos gilipollas. Gente que se pasa la tarde comiendo pipas con 36 años y se creen mejores que la gente que trabaja de corbata y juega a pala en el frontón.

Pero esto es Hollywood, señores, y se permite todo menos aburrir. Y esta peli no aburre. Para nada.

La película, por otra parte, debería advertir claramente, cual César Millán cualquiera. NO INTENTEN ESTAS TÉCNICAS DE LIGUE SIN LA PRESENCIA DE UN PROFESIONAL.

Y es que las técnicas de ligue de Keanu solo te sirven si eres Keanu, seamos serios. Menuda sarta de trolas cutres le suelta a la moza según se conocen, y que mal miente el pánfilo de él. Además juega muy sucio, apelando a sentimentalismo barato de mis padres también murieron en accidente (juas juas!como te pasas Keanu!!). Menos mal que la tenía en el bote desde el minuto cero que si no…

Advertidos quedáis. Si luego os cruzan la cara en los bares no digáis que no os he avisado.

Por cierto, soy el único al que las grepas ochenteras de Swayze le recuerdan a Ken Masters?? HADOKEN!!

Película mala, pero mala mala. Aburrida. Absurda. Que no se sepa hacer una película de monstruos simplemente entretenida con tanto presupuesto es extremadamente lamentable.

Programada lo menos dos docena de veces en TV, vete tú a saber por qué. Los privilegiados cerebros de los responsables de las cadenas son capaces de plantarte este bodrio infecto en “prime-time” y echar “muerte entre las flores” a las tres de la mañana. En Afganistán por menos te cortan la mano.

Mathew Broderick. Déjalo. Por favor.

En esta película vuelve a interpretar un personaje pazguato y bobotonto, sumamente odioso, y va por le enésima vez. Señores, este hombre carece de carisma y nunca lo tendrá. Punto.

Por el amor de dios, dejar de programarla