Comedia que ha perdido humor con el tiempo. Más importante como documento histórico, pues como película se transforma en una especie de El halcón maltés chistoso, cercana también al humor negro de The killing de Kubrick, sobretodo por el final de la situación, igual por la forma que comienza y lo absurdo a veces de las situacioens me da la impresión que Blake Edwards debe haber visto esta película antes de hacer La Pantera Rosa. Lo que sostiene la película es más que nada la simpatía del tipo que ayuda al exlatifundista, que resulta ser un aprovechador de las situaciones y que pareciera inclinarse por la Revolución en vez de la ambición ciega del bigotudo. Entretenida, pero no aporta mayores reflexiones. Gutiérrez Alea tiene películas mucho mejores.

Lamentable que tenga tan poca nota esta bella película. Seguramente por el acostumbramiento parafernálico que seguimos recibiendo de manera invasiva es que esta calmo, pausado y contemplativo filme puede parecer un eterno vagar por lugares del Sur de Chile. Y aunque sin negar que puede ser pesado para algunos, se está diciendo mucho simplemente mostrando como funcionan los personajes rodeados de esta vida de pueblo, apartados, solos, esperando nada. Sin duda una interesante propuesta que abre pie a nuevos rumbos para los directores jóvenes. Hay que seguir a este director.

Bozzetto se declara un admirador de Disney, de quien halló inspiración en su profesión y acercamiento a la ecología (principalmente por Bambi); por lo tanto es curioso el trato mordaz con el cual se burla de Disney, mostrando en sus animaciones mucho contenido para adultos. Si en algo se emparenta a las animaciones de Fantasía es el ritmo y el cierre de historias. Pero los intermedios (no animados) son una Fantasía Grotesca, con viejitas en la orquesta y un dibujante que estaba esclavizado.
El mayor mérito de la obra es la universalidad de las historias alcanzando a veces momentos brillantes y antropológicos como en la Evolución con el Bolero de Ravel. Una obra para quienes gustan de la animación y por supuesto de la música clásica que, en un formato menos solemne, trata de acercarse al mundo popular.

De a poco Andrés Wood ha ido armado su sello como director, con humildad va aprendiendo en cada trabajo. Acá el trabajo de actores es quizás lo más interesante junto a la fotografía que muestra el Sur de Chile con toda su belleza. El actor Luis Dubo debe ser uno de los mejores actores del cine chileno y aquí crea uno de los personajes más empáticos al público, cosa no fácil cuando en general es la caricatura la que predomina.

Historia sencilla, pero que logra mostrar cierta idiosincracia, cin un "cuento del tío" que sigue persistiendo, sobretodo en tierras casi olvidadas.

Hay que seguirle el rastro a Wood, pues "Machuca" y "La buena vida" aún no son la mejor película.