Una película de Costner en la que da mucho juego a los demás actores...la cosa promete.
Después de verla el primer pensamiento que tuve fue el de que aún es posible hacer buenos westerns. Clint Eastwood y Kevin Costner nos lo demuestran (muy) de vez en cuando. En ésta vemos claramente un acercamiento del segundo hacia el primero; personajes torturados por su pasado, situado en el tiempo hacia el final del salvaje Oeste, lentitud y diálogos muy mesurados...pero Costner no es Eastwood, y eso se nota sobre todo en el edulcorado final.

De todas maneras, y a pesar de cierta irregularidad en su ritmo (marca de la casa), este western es magnífico en su conjunto. Historia convencional de vaqueros y pistoleros, con un muy bien planteado romance de por medio. Muy buenas interpretaciones por parte de todo el repertorio, del que sobresale un Robert Duvall con su portentosa creación de Boss Spearman, un veterano vaquero que encierra toda la filosofía vital del Viejo Oeste. Preciosa fotografía; en eso Costner es un especialista.

Sin duda la obra maestra de Petersen, la que le abrió el camino a Hollywood. Cine europeo de autor, detalla con pulso narrativo y visual impecable la vida a bordo de un submarino alemán durante la II guerra mundial. El cine de submarinos es un subgénero dentro de las películas bélicas, y creo que ésta es sencillamente la mejor de todas. Y Petersen lo consigue con medios muy inferiores comparada con muchas producciones de lujo americanas. Poco importa que se noten las maquetas y los manguerazos de agua contra la torreta del submarino, el impresionante montaje puede con todo.

La versión del director es la buena, y ya desde la fiesta inicial antes de partir hacia la misión de combate se advierte que estamos delante de algo muy especial dentro de las películas de guerra. Luego entramos ya en el submarino y es entonces cuando todo acaba de encajar perfectamente. Interpretaciones impecables, destacando el papelón de Jürgen Prochnow como el comandante superprofesional que cumple con su misión diligentemente a pesar del odio que siente hacia sus superiores. Todos componen las diferentes piezas que hacen posible la vida y la organización dentro del claustrofóbico espacio del submarino. Sólo por los magistrales movimientos de cámara por el interior del mismo ya vale la pena ver la película.

Viniendo de un director alemán y tratándose de la II guerra mundial el filme tiene un marcado carácter antibélico, pero el mensaje es muchas veces sutil y ambiguo. Huye de maniqueísmos y eso es de agradecer. Ni buenos ni malos, en realidad casi todos luchan principalmente para sobrevivir en medio de aquel infierno. Recomendada incluso a los que no les gustan las películas de guerra, ésta no es de las habituales.

Recomendada especialmente para los que ven este tipo de películas como un entretenimiento televisivo de los sábados por la tarde. Un buen DVD, una buena pantalla...y a redescubrir esta gran obra del maestro Hawks.
Y es que detrás de la imagen simpática y aparentemente superficial de la película se esconde un portentoso trabajo de guión, diálogos y creación de personajes. Y lo que parece una simple historia de pistoleros se convierte en una reflexión profunda sobre valores clásicos como la amistad, la lealtad, la superación de los fantasmas personales, el valor y la percepción del bien y el mal. Y todo sin necesidad de salir de unos pocos escenarios en un pequeño pueblo; la ya legendaria cárcel, la cantina, el hotel, la calle que comunica los diversos espacios.
Personalmente dos de mis escenas favoritas; una la que abre la película, con el alcoholizado Dean Martin dejándose humillar por un trago de whisky. La otra con la banda de mexicanos tocando a sueldo de los pistoleros la "canción del degüello", avisando del destino que espera a John Wayne y sus ayudantes en la cárcel.
Y la sorprendente presencia de Angie Dickinson en un papel que dista mucho de la típica chica salvada por el Sheriff de tantos otros westerns. Una película que contiene el abc del género.

Se estrenó al mismo tiempo que "Tombstone", otra película que contaba la misma historia sobre el eterno mito de Wyatt Earp y el duelo del Ok Corral. A mi entender "Tombstone" es superior a ésta de Kasdan, pero "Wyatt Earp" tiene sus momentos interesantes sin duda. El excesivo afán de protagonismo marca de la casa de Costner se hace aquí demasiado patente, y la película no consigue mantener un ritmo regular. Dennis Quaid hace una interpretación demasiado forzada para mi gusto del iracundo Doc Holiday. En general le sobran clichés del Hollywood más light, conteniendo a la vez escenas que demuestran que se podía haber hecho un producto con mucha más fuerza.
Pero sin duda un film recomendable para los aficionados al western, con excelente ambientación y muy cuidada imagen.

Puro cine, puro Coppola. Película de un magnetismo irreal, nos atrapa desde el primer plano con ese magnífico blanco y negro que realza la dureza de esta historia intemporal sobre la vida marginal en un barrio de una gran ciudad. Una de las dos adaptaciones (la otra es "Rebeldes") que hizo el director sobre textos de la novelista S.E.Hinton.

Considerada en muchas listas (con total merecimiento, a mi entender) como una de las diez mejores películas de los ochenta. Creó mitos que ya han pasado a la historia del cine, como el Chico de la Moto. Mickey Rourke hace con este personaje el papel de su vida, un daltónico y carismático ex líder de bandas juveniles. Él y su padre alcohólico son capaces de discutir con criterio sobre los antiguos griegos en medio de la miseria en la que viven. Aficionado a las motos, cambia su habitual Harley por una moto japonesa a la hora de cometer sus fechorías nocturnas.

Una obra de arte, una joya de obligada visión. Mirad la escena de la lucha en el andén del tren y decidme si estoy o no equivocado.