Tengo que admitir que cuando leí el título, los prejuicios llegaron y decidí no entrar al cine. Supongo que mi estado de ánimo en ese momento no era el adecuado. Hace un par de semanas renté el DVD y, a decir verdad, me quedé muy sorprendido. El suspenso que se maneja, así como la narrativa, fueron tratados de maravilla. El tema es sensible para muchos, debido a que se abordan asuntos serios, como los intereses mezquinos de los grandes laboratorios farmacéuticos internacionales y la pobreza extrema de los países africanos. Las actuaciones de Ralph Fiennes y Rachel Weisz, al igual que la dirección y fotografía, son más que sobresalientes. No pueden dejar de verla.

Por lo visto, las películas de este genéro van a empezar a invadir las salas de cine; espero que todas tengan el mismo nivel de esta cinta. Un guión simple, pero perfectamente estructurado, logra cautivar a los espectadores de principio a fin. La continuidad de las escenas, el suspenso y la atmósfera en general envuelven y, porqué no decirlo, fascinan. Es justo mencionar que las actuaciones son bastante sobresalientes, destacando el carácter de Edward Norton, la versatilidad de Paul Giamatti, la sofisticación de Jessica Biel y la personalidad de Rufus Sewell. Los efectos especiales son increíbles, al igual que la fotografía y ambientación. El final sorprendente cierra con broche de oro esta extraordinaria historia.

Keira Kngithtley, la jovencita que hasta hace poco era prácticamente desconocida, luce increíblemente bella, tanto histriónica como físicamente. Después de ver a esta actriz en películas como The Pirates of the Caribean, uno espera un trabajo extremadamente burdo y comercial, lo cual, para fortuna de los que hemos tenido el gusto de saborear este film, es todo lo contrario. Por momentos, la actuación del co-protagonista, Matthew Macfadyen, se percibe exagerada y acartonada; al final mejora bastante, pero no convence del todo. Los escenarios son magníficos, al igual que la ambientación general, incluyendo el vestuario de época. La fotografía, impecable. La dirección, fina y con un exquisito buen gusto. La musicalización es espléndida, y la continuidad de las escenas, sencillamente maravillosa. Esta historia de romances, inocencia, intereses y prejuicios es una joya que nadie debe perderse.

Excelente y fascinante son los mejores descriptivos de esta sensacional película de ciencia ficción. Qué manera tan brillante de integrar la genialidad de los súper efectos especiales y un guión propositivo. Matrix tiene todo para llegar a convertirse en un clásico de su época. Si todavía no la han visto, créanme que no tienen idea de lo que se han perdido.

Alejandro González Iñárritu nos deleita con esta historia exquisitamente contada. La acertada elección del elenco, comenzando por Sean Penn y Benicio del Toro, dan un fuerte soporte a la trama. Es justo mencionar que Naomi Watts brilla con su intensa interpretación. El manejo de la fotografía tan propositiva, la original estructura del guión y la dirección son un derroche de talento. Crudo pero realista —como casi todo lo que hasta la fecha ha hecho González Iñárritu— así podría definir este largometraje.