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España España · Sevilla
Críticas de Seldon
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Críticas 245
Críticas ordenadas por utilidad
6
9 de septiembre de 2006
43 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
A diferencia de otras películas al uso que se dedican a resaltar valores patrioticos y a justificar actitudes militaristas, en este caso se nos presenta una visión descarnada y ralista de lo que pasaría en una comunidad bucólica y rural de los U.S.A. si estallara na guerra nuclear (cosa bastante plausible cuando se rodó la película). La película dura dos horas: la primera presenta la vida cotidiana de los personajes, y se nos va informado de la creciente escalada de tensión pre-bélica. Justo en la mitad... estalla la bomba y la hora final describe las consecuencias sobre los supervivientes, de una forma abrumadora y sistemática.
Impresiona la parte central de la película (la vida normal e inconsciente de los personajes justo antes de la bomba) y las consecuencias inmediatas. Su único fallo quizás radica en la duración... se extiende un poco demasiado en la presntación previa y un poco demasiado describiendo las consecuencias.
Aunque no ha envejecido bien (a principios de los 80 fue impactante por lo candente del tema) sigue siendo interesante.
No apta para los que busquen un happy ending típico de superproducciones. Aquí no hay ninguna esperanza.
Seldon
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8
22 de enero de 2014
41 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existe un puente casi 8 Km entre Suecia y Dinamarca, llamado el Puente de Øresund, (aunque realmente no sólo es el puente, también hay una isla artificial y un túnel) que desde el año 2000 une Malmö por un lado con Copenhague por otro y que es administrado conjuntamente por los dos países.

Esta serie, Bron|Broen, también es una coproducción entre Dinamarca y Suecia, y está ambientada a caballo, literalmente entre los dos países, o mejor dicho, entre las das dos ciudades que une el puente. De hecho, su título (doble) significa precisamente eso: El Puente, en los dos idiomas (Bron en danés y Broen en sueco).

La serie es de obligada visión a los que les guste el cine negro o el thriller policiaco, y más aún si eres aficionado a la novela negra de autores escandinavos. Y sobre todo si eras fan de The Killing, o aún más de su original, la serie danesa Forbrydelsen.

Lo del puente es la excusa argumental para una magnífica trama policíaca, de esas oscuras (literalmente), soberbiamente ambientada y con un manejo del ritmo magistral a la hora de ir dando información al espectador.

Digo excusa porque la serie comienza cuando, una noche las luces del puente se apagan, y, al amparo de la oscuridad, un coche se para justo en el centro y deja el cadáver de una mujer cruzado sobre la calzada.

La mujer es una concejala sueca de la ciudad de Malmö, así que la policía de suecia (la detective Saga Noren) se presenta para hacerse cargo del caso. Pero, para su sorpresa, cuando van a levantar el cadáver, se dan cuenta de que está cortado por la cintura. Es más, el cadáver ha sido depositado, casi al milímetro, sobre la línea fronteriza: medio cuerpo está en Suecia y medio cuerpo en Dinamarca.

Así que Saga tendrá que llevar la investigación conjuntamente con un policía danés: Martin Rhode, sobre todo cuando en la autopsia identifican que, en realidad, las dos mitades corresponden a dos cuerpos diferentes, y que la otra mitad es de una prostituta drogadicta danesa que había sido dada por desaparecida... hacía más de un año.

Con este arranque tan potente comienza una trama policíaca en la que Saga y Martin tendrán que colaborar en la investigación para dar caza a un retorcido asesino, y que se basa sobre todo en la peculiar química que hay entre los dos personajes, que no pueden ser más distintos:

Martin es un hombre campechano, moreno, regordete, que se está quedando calvo y tiene una barba rala. Es llano, franco, simpático; capaz de reirse de si mismo y de bromear sobre su forma de pronunciar el sueco. Un hombre de familia, separado y vuelto a casar. Tiene sus problemas con su hijo adolescente y con su actual mujer, que sobrelleva con su trabajo de policía.

En cambio Saga es todo lo opuesto: es una rubia sueca soltera que vive sola y vive sólo para el trabajo. Seca, glaciar, antipática, siempre pegada al manos libres del móvil sin proponérselo, y bastante carente de habilidades sociales: dice lo que piensa cuando se le antoja. Incapaz de reirse ni de si misma ni de nadie, porque no pilla el sarcasmo. Para entendernos: un poco al estilo del personaje de Sheldon Cooper de Big Bang Theory, pero en rubia sueca y sin ningún elemento de comedia). Es antológica la escena en la que sale a ligar, cuando decide que esa noche no quiere dormir sola, y la "depurada" técnica que usa para ello.

Por ejemplo, cuando comienzan a colaborar, mientras Saga lee un informe sentada a su escritorio y Martin no para de pasear arriba y abajo poniéndola nerviosa, le dice:

- ¿Por qué no te quieres sentar?

- Porque me duele, ahí abajo.

- ¿?

- Me hice la vasectomía ayer. Tengo cinco hijos con tres mujeres. Y eso es suficiente. ¿Tú tienes hijos?

- ¿Por qué debería tenerlos?

- Era solo una pregunta...

- Conozco a muchos que debería hacérsela.

- ¿?

- No tú, seguramente eres un gran padre.

Con ese choque de caracteres tan peculiar, no parece probable que la investigación vaya a estar exenta de problemas, de hecho, los policías de Malmö, los propios compañeros de Saga, que conocen de sobra cómo es, le preguntan a su jefe, el inspector:

- ¿Saga llevará este caso?

- Sí

- ¿Junto con un policía danés?

- Sí.

- ¿Él sabe que ella es algo... “especial”?

- Si no lo sabe, se enterará.

Pero ojo. No quiere decir que sea sólo la gran química que hay entre la pareja protagonista lo que sostiene la serie.

La ambientación es puramente film noir: multitud de escenas nocturnas de ambas ciudades y de sus puertos, iluminadas por esas luces de cesio industriales, amarillentas (las noches urbanas, las reales, son amarillas, por las luces que se usan hoy, no azuladas, como en muchas películas se empeñan en mostrar). Y cuando no es de noche, seguramente lo que se enseña es un día gris, plomizo, nublado.

Y sobre todo la trama... Ya en el primer episodio se nos van revelando, con vueltas de tuerca sucesivas piezas de información sobre el misterioso asesino, y sobre todo sus motivaciones.

Porque el asesino elige como su portavoz a Daniel, un periodista sueco, muy exitoso, completamente pagado de si mismo, y engreído hasta el extremo.

Pero además hay otros personajes, a cual más inquietante por cierto, como por ejemplo Stefan, una especie de trabajador social de Malmö que ayuda a mujeres victimas de la violencia de sus parejas, o Charlotte Söringen, una mujer rica y desesperada por lo lograr un donante para el transplante de corazón de su marido.

Diez magníficos episodios de una hora del mejor cine negro sueco o danés, y una segunda temporada con un caso distinto. Resulta imprescindible si te gustó Forbrydelsen. De hecho, como ocurrió con aquella, los americanos ya han hecho un remake: The Bridge. Con The Killing les salió bien la jugada...

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2014/01/bron-broen-el-puente.html
Seldon
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8
5 de septiembre de 2014
40 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de esta serie (Happy Valley, valle feliz), junto con la imagen de cabecera donde se inserta el mismo no puede ser más sarcástico. Ya desde el primer momento las imágenes que se muestran durante la sintonía misma, y la propia letra de la sintonía (Trouble Town de Jake Bugg) contradicen ese nombre:

Atrapado en una ciudad llena de obstáculos
donde la única cosa bonita es el pensamiento de escapar.
Todo lo que tienes es tu subsidio y apenas si sobrevives.
En esta ciudad conflictiva, se encuentran a los problemas.
En esta ciudad conflictiva, se encuentra a los idiotas.

El valle al que se refiere el título y donde se desarrolla la serie (en West Yorkshire, Inglaterra) puede que una vez fuera feliz, pero desde luego no en estos días.

Lo que una vez fue una comarca rica y próspera, con industria y valles verdes casi idílicos, hoy se nos muestra en la serie como una zona empobrecida, donde el paro (sobre todo juvenil) y las drogas provocan delincuencia, hastío y un montón de vidas desperdiciadas. Barrios de casas adosadas grisáceas, ennegrecidas, y algunos bloque de pisos enormes de vez en cuando. No es que la delincuencia sea algo opresivo, ni que los crímenes violentos sean escandalosamente llamativos, pero el ambiente de zona deprimida y deprimente está innegablemente presente.

Allí es donde vive Catherine, la protagonista de la seria, una sargento de policía local, en una zona rural, dura y con carácter, pero íntegra, trabajadora y realista respecto a su comunidad y a como son las cosas.

Catherine tiene cuarenta y muchos años, dos hijos (una de ellas muerta años atrás y otro que no le habla), está divorciada y vive con su hermana exdrogadicta en rehabilitación criando a su nieto (huérfano) de ocho años de edad. Así que, si la vida profesional de Catherine no es precisamente muy “happy”, tampoco es que su vida personal sea una maravilla.

Decía en el título que esta serie podría ser algo así como Fargo, pero situada en la campiña inglesa en vez de en la inmensidad nevada de Dakota del Norte. Le falta el humor negro de los hermanos Coen, y por supuesto la sargento inglesa de esta serie no es como Frances McDormand, la jefa de policía que salía en Fargo, pero la premisa de la historia es la misma.

¿Qué pasa cuando gente normal y corriente, no criminales, acuciados por la necesidad de dinero planean un crimen sin víctimas? Algo de lo que a priori no debería salir dañado nadie. ¿Qué pasa si se en el trabajito se involucran delincuentes más profesionales pero de medio pelo al fin y al cabo?... Pues que las cosas pueden acabar torciéndose.

Uno de los miembros de la pequeña comunidad es Nevison, al que todos llaman Nev, un próspero empresario que si bien no es precisamente multimillonario, si disfruta de una situación económica mucho más cómoda que la de la mayoría. Así que ¿por qué no aprovecharlo? ¿Por qué no pedir un recate por su hija? No se trata de hacerle daño a la chica, claro, sólo asustarlo, de conseguir el dinero y luego devolvérsela. Un crimen sin víctimas,… salvo la saneada cuenta corriente de Nev.

Como veis, la premisa es parecida a la de Fargo, sobre todo porque quien necesita el dinero, al que se le ocurre la idea del secuestro, no es alguien que tenga ni los medios ni las agallas para hacerlo, y necesita contar con otros. Luego la serie y la película de los Coen evolucionan de forma distinta.

Esta serie ha sido una grata sorpresa, una de las mejores series nuevas que se han estrenado este 2014. Con ritmo, realista, y magníficamente interpretada. Normalmente estamos acostumbradas a series policíacas americanas más estilizadas, más apabullantes, donde hay virulentos asesinos en serie, crímenes truculentos,… pero no, en esta serie, quizá por ser inglesa, todo respira verosimilitud y realismo (sucio, pero realismo). En ese sentido me recuerda un poco a Broadchurch.

Aparte de la historia, lo que sostiene de verdad el peso de la serie es la interpretación de la protagonista, Catherine, la sargento de policía. Además de sus problemas profesionales, y sobre todo los que desencadenan la historia, su vida personal también dista bastante de ser perfecta.

Su matrimonio se fue al traste cuando, 8 años a tras, su hija que fue violada y tuvo el niño, no pudo soportarlo y se suicidó. Ahora cuida de su nieto, el hijo no querido de su hija y el nieto no querido de su exmarido. El violador y padre del niño nunca fue juzgado por aquello, pero ha estado los últimos 8 años en la cárcel por tráfico de drogas, y ahora va a ser puesto en libertad.

Los cuatro primeros episodios de la serie son magníficos, tiene la duración y el ritmo justos, pasan las cosas que tiene que pasar y nada suena a coincidencia forzada, todo parece natural y fluido. Y si la serie se hubiese quedado ahí, en esos 4 episodios de una hora de duración, habría sido una serie de sobresaliente.

Además me gustan este tipo de historias cerradas, que se resuelven en una temporada, o incluso series de una sola temporada, donde no es necesario alarga artificialmente la trama año tras año.

¿Dónde está la parte negativa para mi gusto? Pues en que alargan la serie dos episodios más. Realmente podría haber acabado en el episodio 4, y ahorrarse los dos últimos. El ritmo decrece, el tono de la serie es distinto, el caso ya está resuelto, pero…
Otra cosa preocupante es que, al parecer debido al éxito, han decidio hacer otra segunda temporada. Supongo que con se tratará de una historia independiente, un caso distinto. Espero que no acaben fastidiándola.

Aún así, muy buena serie, merece la pena verla, podría haber sido casi perfecta, se queda en bastante buena. Merece la pena verla.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2014/09/happy-valley-fargo-en-la-campina-inglesa.html
Seldon
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7
29 de abril de 2016
31 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde hace muchos años, casi cualquier cosa que escriba Stephen King tiene el éxito garantizado, (y eso que no todo lo que escribe es bueno), así que la tentación de adaptarlo al cine o la TV es demasiado alta como para dejarla pasar.

Muchos directores, entre ellos muy conocidos y famosos lo han intentado llevar al cine, con resultados desiguales (tuvo que llegar Frank Darabont para que se le empezara a sacar todo el partido a King en pantalla grande). A la TV se lo ha intentado adaptar en menos ocasiones, pero los resultados tampoco han sido especialmente buenos.

La más reciente (que yo recuerde) fue la infame La Cúpula: un ejemplo de manual de los pasos que hay que seguir para arruinar una historia que parte de una buena idea y unos buenos personajes, simplemente serializándola y estirándola como chicle hasta el infinito (bueno hasta que te la cancelen pro baja audiencia).

¿Qué tiene pues de distinto 11.22.63 para no ser otro fiasco? (Por mucho que esté metido J.J. Abrams en el proyecto

Bueno, pues la respuesta es simple: no hay temporadas, no hay prolongación innecesaria de la historia, no hay más historia que la King escribió (mejor o peor adaptada, dejándose atrás unas cosas e inventándose otras,... lo que queráis, pero es una historia cerrada: 8 episodios y se acabó. (Deberían tomar ejemplo más a menudo los que se dedican a hacer series).

A ver, antes de empezar: no he leído la novela. Así que no se si está bien o mal adaptada y mi percepción de lo buena o lo mala que sea la serie viene sólo de esta, sin estar influenciada por el original. Así que allá vamos.

Como en la mayoría de las historias de King, el protagonista es un alter ego de si mismo, alguien que se dedica a lo que él hace o hacía en el pasado: King es escritor, fue profesor de literatura,... incluso celador en un hotel de temporada... ¿os suena? Bueno pues, aquí el protagonista es un profesor de literatura (James Franco) que tiene un amigo que regenta un dinner, una de esas cafeterías típicas americanas.

Y (aquí la cosa arranca rápido, no se andan con chiquitas con preliminares), su amigo se está muriendo de cáncer, así que le cuenta un secreto y le encarga una misión.

El secreto es que en la despensa de su cafetería hay una especie de portal a otro mundo, o mejor dicho a este mundo, pero a otro tiempo, al año 1960. Puedes entrar y salir cada vez que quieras, pero siempre apareces en el mismo instante de 1960, no importa cuanto tiempo pasaras allí la última vez ni lo que hicieras: el portal siempre se resetea.

Y la misión es... impedir que maten a Kennedy. Su viejo amigo le confiesa que ya lo ha intentado antes sin conseguirlo, y que ha pasado años allí intentándolo (al fin y al cabo el portal te lleva tres años antes de la muerte de JFK), investigando, informándose....

La verdad es que esto fue una de las cosas que más me desconcertó: no se explica nada, no se cuenta porqué está allí es portal, que es o deja de ser, no se le da suspense de ningún tipo a este planteamiento, simplemente se revela de golpe. Está muy claro que lo que interesa es lo otro: no tanto el hecho de retroceder en el tiempo, sino el de evitar el asesinato de Kennedy, y de paso darnos la propia de versión de King de que pasó o dejó de pasar en el magnicidio más famoso de la historia.

A partir de ahí la trama avanza de forma más regular. El profesor del siglo XXI tiene que adaptarse a vivir y pensar como un americano medio de principio de los años 60, y no solo en temas superficiales como en la manera de vestir, el corte de pelo, etc.

También tiene que adaptarse a la mentalidad de la época, donde es raro que las mujeres trabajen, donde todavía hay segregación racial en muchos estados (y concretamente en un estado sureño como es Texas), etc.

Así que se pone manos a la obra: cambia su look, se muda a Texas, se busca un trabajo que le haga de tapadera (bueno, realmente el mismo trabajo que ya tiene: profesor de literatura en un instituto, solo que ahora en los 60), y consigue los recursos económicos que necesita haciendo apuestas deportivas más o menos discretas (como si de Regreso al Futuro se tratara, él sabe quien va a ganar cada combate o cada partido, pero si es demasiado ambicioso con las apuestas puede llamar demasiado la atención.

Mientras tanto tiene por delante casi tres años para avanzar en su investigación, para encontrar a Lee Harvey Ostwald, ponerlo bojo vigilancia y tratar de averiguar si realmente fue él o no fue más que un chivo expiatorio, si actuó sólo o si era parte de una conspiración mayor,… y para tomar la decisión de cómo actuar para evitar el asesinato en función de lo que averigüe.

Aunque King es famoso por sus historias de terror, esta no lo es. Es más, quitando la excusa argumental que da pié a la historia, tiene relativamente pocos elementos sobrenaturales. Me gusta sobre todo la idea de que el pasado “se resiste a ser cambiado”, y que hará todo lo posible para entorpecer la misión de este profesor de instituto. Por ejemplo, para mantener el suspense, es muy llamativa la aparición –de vez en cuando- de ese tipo con pinta de vagabundo que parece reconocer al extraño venido del futuro como lo que es, y que advierte con un ominoso “No deberías estar aquí”.

En definitiva, una serie agradable de ver, más que correcta, aunque no sea una de las obras maestras de la televisión. Y lo más importante: cerrada. La historia se plantea, se desarrolla y acaba, no hay que esperar nuevas temporadas ni hay que ir inventando sobre la marcha año tras año.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2016/04/112263-no-deberias-estar-aqui.html
Seldon
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2
15 de octubre de 2012
43 de 60 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto que en Filmaffinty hay 2 críticas para esta película, y me he decidido a escribir una tercera porque ninguna de las dos valora realmente la película. Una de ellas pone a parir la ideología de la autora de la novela en la que se basa y la otra pone a parir la a la primera crítica.

Sin entrar a discutir la ideología de Ayn Rand (que a unos les resultará deplorable y a otros ideal) y tratando de valorar la película solamente desde un punto de vista puramente cinematográfico, creo que se trata de una película fallida por muchos motivos.

No se si esta se ha estrenado en cines o si ha ido directamente al mercado de DVD y TV (me suena más lo segundo, por lo menos en España) y no me extraña. Para empezar la idea de dividir la adaptación de una novela como esta (que es muy larga, casi 1300 páginas) en tres películas es arriesgada, y no les ha salido demasiado bien, pues hace que las películas independientes no funcionen demasiado bien: hay sólo un planteamiento y presentación de personajes, pero no hay desarrollo de la historia, y por supuesto no hay desenlace alguno. Es como si vieses el primer capítulo de una serie, sin cerrarse nada, sin resolverse nada.

Pero es que el material del que parte tampoco permite hacer grandes virguerías: literariamente hablado La rebelión de Atlas es mediocre, por mucho que pese a la legión de seguidores que tiene la novela y la filosofía que destila (el objetivismo). Principalmente porque la autora utiliza la novela como mero vehículo para expresar su filosofía, ejemplificándola con un tono demasiado “didáctico”, pero olvidando el lado ameno que una obra literaria debería tener. Y la película hereda eso.

No es que sea una ley universal aquello de que de una buena novela suele salir una película inferior (aunque suele ser verdad en la práctica) pero el hecho es aquí se parte ya de una mala novela (repito, literariamente hablando, no entro a juzgar la ideología que destila, que me gustará más o menos como por ejemplo me gustará o no la del Acorazado Potemkim, independientemente de lo que me parezca la película) con lo cual había bastantes oportunidades de mejorar el material…

Pero no. El hecho de no intentar renunciar a nada y de dividir la historia en capítulos le pesa, y aunque lucha por intentar presentar unos personajes interesantes, con cierta profundidad que los aleje de estereotipos planos, naufraga en el intento en la mayoría de las ocasiones, cosa que al menos Rand no hacía. Acaban importándote muy poco las motivaciones de Dagny, su hermano James, Hank Rearden, etc. Y además también falla bastante estrepitosamente en exponer la ideología de Rand, el objetivismo.

Dudo mucho que alguien que no conozca esa filosofía política salga con una idea clara de lo que pensaba Rand son sólo ver la película, pero os aseguro que leyendo la novela si que queda clara; de hecho ese es el principal inconveniente de la novela: es prácticamente un tratado de filosofía, dialogado, largo, farragoso, espeso y poco ameno.

Si queréis saber más sobre el tema os invito a leer esto: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com.es/2012/09/la-rebelion-de-atlas.html

Por cierto, tras leer las dos críticas anteriores: efectivamente la ideología de la película, de la novela y de Rand no es fascismo, de hecho es tan opuesto al fascismo como lo es al comunismo, porque Rand y el objetivismo son completamente contrarios a cualquier forma de totalitarismo y de intervención del estado en la economía y la vida de los ciudadanos. De hecho estaría más cercana al anarquismo libertario, si no fuera porque también es una filosofía totalmente individualista, completamente opuesta a cualquier forma de colectivización.
Seldon
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