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Críticas de zumbarte
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Críticas 20
Críticas ordenadas por utilidad
6
20 de agosto de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Basado en hechos reales, como las películas de Antena 3 en la sobremesa de los fines de semana, la película narra las peripecias de Steven Russell, uno de los mayores timadores de la historia de los EEUU. Un estafador que no tiene nada que envidiar al Frank Abagnale Jr. de Atrápame si puedes.

Steven Russell guarda ciertas similitudes con el personaje que también encarnó Jim Carrey en Mentiroso compulsivo, salvo que aquí no hay fantasía ninguna que le obligue a decir la verdad. Bajo su punto de vista, la película narra una serie de fechorías, mostradas sin maldad. Más bien al contrario, pues sus estafas son tanto para beneficio propio como para sus allegados: su amado Phillip Morris, su ex mujer e hijos.

El film no deja de ser una caricatura de unos hechos reales, que debieron ser más bien dramáticos. No es de extrañar que se haya escogido a Jim Carrey, más humorista que actor para deformar la vida real de Steven Russell. Los arquetípicos personajes ayudan a contrastar sus personalidades, enfatizando el tono de comedia: La ex mujer de Russell, se nos muertra como una católica que acepta todas sus desgracias al ser designio del Señor; Phillip Morris, es todo un ingenuo, el antagonismo perfecto que completa a Russell; mientras que este se retrata como un estafador compulsivo pero convencido de estar haciendo lo correcto.

No es de extrañar que Glenn Ficarra y John Requa, sus directores y guionistas, hayan participado en films como Bad santa, Una pandilla de pelotas o Como perros y gatos. Películas comerciales con un tono subversivo, que, como en Phillip Morris ¡Te quiero! no acaban de decantarse hacia ninguno de los dos lados.
zumbarte
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8
17 de agosto de 2010
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El origen del cine ha estado vinculado con el ilusionismo. La capacidad de crear una realidad ficticia en la que se tiene el dominio sobre el espacio y el tiempo, otorga a los directores la capacidad de sentirse como dioses. Incluso el cine más convencional, ofrece saltos temporales y espaciales que aceptamos como algo natural, igual que en nuestros sueños. Pudiéndose establecer fácilmente, un silogismo entre los sueños y el cine. El Origen de Nolan es un estudio de ese paralelismo entre dos mundos ilusorios, entre ese poder de la mente y del cineasta.

Desde la perspectiva de un thriller de acción mainstream, Nolan toma referencias de todas sus filias cinéfilas, las copia y las monta para crear un nuevo ente original. Si en los sueños mezclamos recuerdos de nuestras experiencias, Nolan hace lo mismo en su película. Encontramos referencias explícitas a Matrix, Dark city, James Bond, Heat, Paprika, eXistenZ, El almuerzo desnudo y, (casi inconscientemente, como en un sueño) a Shutter island.

Leonardo DiCaprio nunca podrá agradecerle suficientemente a Martin Scorsese que le haya convertido en una de las apuestas seguras para la cartelera en la última década. Cuando su carrera parecía que iba a caer por la borda por culpa de un ego de niño malcriado, recibió la severa educación de Scorsese durante el rodaje de Gangs of New York. Desde entonces, su imagen de ídolo para quinceañeras ha ido evolucionando hasta conseguir que su sola presencia insufle una mínima reputación de respeto hacia el producto en el que aparece. Tanto es así, que sin su participación, Nolan no hubiera conguido el presupuesto necesario para rodar Origen.

Como en un sueño en lo que todo sucede sin tiempo para cuestionarnos como hemos llegado allí, Origen comienza cuando el tren ya está en marcha. Su constante ritmo no permite bajar la atención hasta ese plano final, convertido ya en un referente cinéfilo para la posteridad.

El gusto de Nolan por la alteración temporal narrativa está presente en toda la película, que no deja de ser un gran flashback contado dentro de un sueño. Y su extenso tramo final está narrado mediante cuatro secuencias en paralelo con diferentes reglas temporales. Toda una referencia cinéfila más a los montajes en paralelo habituales de los thrillers policiacos en los que el director ajusta el tiempo del metraje a las necesidades de la película.

La propuesta metafísica de Origen no es tan radical como la presentada por Jim Jarmusch en (la reciente) Los límites del control. Pero, al menos llegará un mayor número de espectadores.
zumbarte
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10
12 de noviembre de 2010
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Y si la vida fuera un videojuego? Scott Pilgrim contra el mundo responde a la pregunta. Basada en el cómic homónimo del canadiense Bryan Lee O’Malley, una obra personal bajo las influencias del manga, los videojuegos y la música independiente.

Adaptar los seis tomos, en una sola película, no es tarea fácil, ni siquiera para un director de talento como el británico Edgar Wright quien, en 2007, nos regaló Shaun of the dead (titulada Zombies party en España). La película adapta, casi literalmente los primeros tres tomos, para luego acelerar y transmutar la parte final, ciñéndose a la estricta duración que marcan los cánones cinematográficos.

Como obra aparte y complementaria del cómic, la película evidencia en cada plano el talento visual de Wright, que llena la pantalla de una iconografía visual no vista anteriormente en el cine. Una convivencia perfecta entre los videojuegos y el cómic de O’Manley. El talento cómico también está presente, aunque los diálogos y situaciones son calcados al cómic, por lo que cuesta percibir dónde acaba O’Malley y dónde empieza Wright.

Para enfatizar que la película bebe de la fuente de un cómic, vemos como pasan por ella actores relacionados con otras adaptaciones: Brandon Ruth (Superman returns), Chris Evans (La antorcha humana, Capitán América) y, en un pequeño cameo, Thomas Jane (The punisher).

La excentricidad de la propuesta es tal que las expectativas recaudatorias de la Universal (recordemos siempre, lo único que les importa a las majors) no han sido las deseadas en los EEUU. Por lo que su estreno en España llega tarde, sin promoción y sin copias en versión original. Desde el 9 de noviembre se encuentra a la venta en los EEUU, los interesados en verla ya habrán podido agenciarse una copia en buena calidad. Mientras que el resto de mortales que acudan causalmente al cine, saldrán decepcionados por no entender la propuesta cinematográfica.
zumbarte
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9
23 de febrero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribir sobre una película siempre tiene la dificultad de intentar interpretar algo que solo se puede plasmar en imágenes. Más en el caso de Cisne negro, cuyo poder visual traspasa cualquier intención del guión.

Aronofsky y Portman nos introducen de tal manera en el terreno personal de la bailarina Nina Sayers que es fácil dejarse engañar por algunas trampas de guión. Incluso deseamos vendernos a él en pos de un mayor disfrute de la película.

No es cuestión de atacar un guión, que emplea bien sus trucos para avanzar en la historia. Pero navega bordeando esa fina línea que separa la posibilidad de estar ante una obra maestra o metidos en un desastre, sin que el guión sea culpable de una cosa u otra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
zumbarte
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5
17 de agosto de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Será por nostalgia que Michael Bay lleva una década produciendo remakes de clásicos del terror de los 70 y 80. Será por nostalgia que este Freddy Krueger me resulte más falso que –parafraseando a Super López- un programa del Iñigo.

Tampoco ayuda que me la haya tenido que tragar doblada. Ni que Freddy Krueger comparta doblador con el padre de Laura en Cosas de casa (para más inri, hay un diálogo demasiado parecido a la coletilla de la serie: -Uno, dos y tres, no me enfadaré).

Como ya ocurrió en la segunda mitad de la primera parte del remake de Halloween, la película se limita a aprovechar la mayoría de secuencias que inmortalizó Wes Craven en 1984. Además de aportar a modo de déjà vu algún escenario común de sus secuelas (como es el bar en el que trabaja Nancy, mezclando así su personaje con Alice, la heroína de la cuarta y quinta entrega).

El único atisbo de originalidad se debe a unas pequeñas secuencias sobre el pasado de Freddy (o no tan pequeñas para las “mentes pensantes” que han colocado la coletilla de El origen en su título español), con el sutil cambio sobre los motivos que llevaron a los padres a quemarlo en vida. Y también, un inicio que, emulando a Psicosis, nos hace creer que la protagonista es otra persona.

Probablemente el maquillaje de Jackie Earle Haley simule mejor la cara de un quemado, pero el verdadero Freddy Krueger llevará siempre el rostro de Robert Englund.
zumbarte
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