Tomo prestado el título del tercer episodio para encabezar mi crítica, porque trata un tema difícil con una pulcritud y belleza maravillosa. 'Modern Love' es un sensible conjunto de relatos en los que el amor es el principal protagonista. Ya sea el amor romántico, el amor que emana de una amistad verdadera, el amor familiar o el amor hacia uno mismo. Es una serie interesante, divertida y emocional en la que todas las personalidades tienen cabida; incluso las personas más alejadas de la sociedad como las que padecen enfermedades mentales. Con un formato de ocho episodios de treinta minutos, se convierte en una opción acertada, breve e intensa. Ha sido una grata sorpresa encontrarse en la pequeña pantalla a actores como Dev Patel, Tina Fey o Anne Hathaway (entre otros). Es cierto que tiene evidentes reminiscencias con la película 'Love Actually', sobre todo en cuanto a la narración y el tratamiento del sentimentalismo; pero estamos ante una serie original, entretenida y tremendamente intimista. Ideal para ver de un tirón en el sofá ahora que llega el frío invernal.
Tras el éxito de 'The Boys', 'Fleabag', 'Good Omens' o 'Undone', Amazon Prime se consagra como el rival seriéfilo a batir a partir de ahora.

A favor: el realismo de las situaciones y su sutileza.
En contra: el excesivo tono azucarado que desprenden ciertas historias.

'The Terror: Infamy' tiene todos los ingredientes para llegar a ser una gran continuación de la soberbia y magistral primera temporada de la serie. Tiene tensión, un ritmo pausado, interpretaciones aceptables, una atmósfera asfixiante y una trama que engancha. Sin embargo, conforme avanzan los episodios, todo esto se va perdiendo. Lo que queda es un maremagnum en el que encontramos una miniserie vacía, aburrida, sin gancho y absotulamente predecible. La historia deja de ser novedosa y comienza a ser tediosa, el ritmo se enfanga, el nivel de las interpretaciones decae peligrosamente y la atmósfera ahoga. En resumen, una temporada bastante floja que hace honor a su título, porque esto sí que ha sido una "infamia".
Si me dicen que se trata de otra serie diferente que nada tiene qué ver con lo anterior, me lo creo sin dudarlo.

Imperdible producción 'made in' Bélgica que retrata en doce episodios un atraco a un pequeño banco. Los capítulos se dividen según el punto de vista de la policía y según la perspectiva de los criminales. Lo que nos proporciona una visión global de los hechos, siendo plenamente conscientes y testigos de la trama.

Con el devenir de los acontecimientos, nos hallamos con varios "plot twist" que desencajan completamente a los espectadores en momentos clave. Unido al juego con el ritmo y la tensión constantes, no permiten siquiera el parpadeo. Mucho menos algún despiste.

Sigue la estela del éxito de otras realizaciones belgas (en cuanto a recepción y calidad), 'Tabula Rasa', 'Hotel Beau Séjour' o 'Enemigo Público'. Las series belgas, definitivamente están de moda.

Simplemente maravillosa y adictiva.

Lorene Scafaria dirige a un grupo de mujeres maltratadas por el sistema y la sociedad, que deciden tomar las riendas de sus vidas a como dé lugar; aunque eso signifique adentrarse en un mundo peligroso con consecuencias inmediatas. Visualmente es una delicia, pero no es tan buena como los críticos quieren pintarla. 'Estafadoras de Wall Street' funciona porque atrae, engancha y entretiene, pero no va más allá de la representación de clichés básicos, tópicos y la moraleja de "quién roba a un ladrón tiene cien años de perdón".
El punto fuerte de la obra es, sin duda, su reparto. Las mujeres que llevan todo el peso de la trama hacen su trabajo de forma casi impecable: Jennifer Lopez, Cardi B, Constance Wu, Julia Stiles, Keke Palmer, Lili Reinhart, Lizzo... Todas y cada una de ellas están absolutamente fantásticas en esta lucha de vicio y dinero sucio, de dolor, superación, ambición y esperanza. Sin embargo, el problema es el propio formato de la película, ideado para consumir y olvidar. Esto provoca que la crítica social que representa, se quede atrapada únicamente en los 110 minutos que dura el filme.
Aún así, es una obra interesante, amena y muy disfrutable.

A favor: las interpretaciones, los bailes y todo el entramado visual.
En contra: no es tan buena como nos hicieron creer.

Maravillosa propuesta de Paco León que consigue deslumbrarnos desde el principio hasta el final. 'Arde Madrid' cuenta con variados elementos positivos entre los que destaca un elenco variado que no cae en topicazos insulsos, una fotografía detallista y preciosista apoyada en una representación en blanco y negro que impregna la pantalla de elegancia, nostalgia y cadencia, una BSO acorde a la época y a las situaciones que plantea (incluso la canción de Rosalía - episodio 5 - encaja perfectamente) y una frescura que se agradece mucho en el 'boom' de series que estamos viviendo actualmente.

No solo visualmente es magnífica, sino que además cuenta con una trama divertida, amena y liviana que nos conecta al instante con esa increíble y despreocupada Ava Gardner. Las fiestas, el descontrol, las borracheras, bailes, amores fugaces, el desamor, la tristeza, los sueños... Todo funciona en Ava. Y todo funciona en nuestra pantalla.

Paco León, mis respetos por tan soberana obra de arte. Debi Mazar, mi admiración eterna. E Inma Cuesta, mi pleitesía infinita.

Una pequeña gran joya, ampliamente recomendable.