La primera temporada nos presenta una impactante propuesta. Original y espectacular en muchos de sus aspectos. Se ve con gran interés y despierta el deseo de saber como terminará.

Pero se me está haciendo dificil acabar la segunda. Todos mueren de éxito: gionista, director, actores.... Ya sobrados de divismo, no hacen sino repetir el esquema al milimetro. Soliloquios delirantes de unos tarados que ahora son héroes de masas. Porque tirar dinero desde un zépelin a la multitud te da un enorme carisma. La noto estomagante, empalagosa... con unos personajes filosofando en plan cheli y sobreactuando hasta el hartazgo.
Siguen las mismas escenas de acción de dibujitos animados: 9 tíos/as armados con fusiles de asalto escupiendose ráfagas y más ráfagas a 7 metros sin que muera nadie ¡!.

Desde luego, este que está aquí no va a ver la siguiente temporada.

El comienzo es impactante. Los decorados y vestuarios prometían. Pero a medida que se desarrolla la trama notamos sus carencias. No hay detrás una historia que enganche, la intriga va perdiendo interés hasta el punto de que cuesta trabajo aguantar en el sofá que llegue el final. Creo que al "monstruo" Bacall se le queda pequeña.

Aunque la tragedia y el dolor que pretende transmitir se palpan desde el principio con intensidad, Gibson se pasa varios pueblos con el gore. Los latigazos se hacen eternos, nos sentimos incómodos y saciados de realismo a cámara lenta. No obstante, para mí, la mejor de las recreaciones que, sobre aquellos hechos claves para la historia de la humanidad, se haya realizado nunca. Fiel hasta la obsesión con lo escrito en los testamentos.

Las impactantes y originales propuestas del director en anteriores títulos claves del género quedan aquí sin nuevas aportaciones. Aunque con algunas pinceladas inquietantes, la verdad es que el argumento peca de convencional, con los referentes tópicos del género. La realización y efectos son, eso sí, de la mayor calidad. El final, que apunta sin duda a una segunda parte, nos deja con la intriga. Pero esa "segunda parte" dotaría sin duda de significado a las propuestas y enigmas planteados en esta Proretheus. En cualquier caso, cinta visual y gráficamente atractiva.