En un mundo distópico, a sus 16 años, Tris tiene que decidir si continuar con su familia en la facción de Abnegación, o seguir sus sentimientos y unirse a Osadia. ¿Y qué decidir cuando sabes que tu mente no encaja en una de las facciones en la que está dividida la sociedad?

Cuando salí del visionado de la película, me quedó una sensación amarga. Visualmente me ha gustado, bastante mejor de lo que yo me esperaba: bonitos planos de la ciudad distópica de Chicago, buenos efectos especiales, luchas bien coreografiadas. Pero parece que se queda allí, que no va más allá, que no urga en nuestro interior, que no nos logra hacer conectar con los personajes o la película. Se que no se puede pedir peras al olmo, que es una película de entretenimiento, destinada a un público particular, pero…

Pero como amante del libro me decepcionó un poco, y me hace preguntarme si los no lectores entendieron del todo el film. Empezando por el sistema sociopolítico de la ciudad, lo que significa ser divergente, el peligro que corren, la lucha interna de Tris, o las motivaciones de Jeanine Matthews. Y creo que no es un problema de interpretación, ya que todos están más que aprobados, (en especial Theo James que capta la esencia de Cuatro a la perfección), si no más bien un problema de guión, a la hora de plantear la trama ya que supongo, adaptar un libro de 500 páginas en primera persona al cine no es fácil.

Me ha faltado fuerza, si, pero me ha entretenido y creo que ese es uno de sus principales objetivos y por eso la apruebo.

Por cierto, decir que “Divergente” es la copia (mala) de “Los Juegos del hambre”, es como decir que “Fahrenheit 451” es un plagio de “Un mundo feliz”. Un poco de cabeza, que aunque sean películas distópicas protagonizadas por chicas, cada mundo tiene sus reglas. Es cierto que el género distópico se está poniendo de moda en los últimos años, pero si analizamos a Tris o a Katniss (protagonista de “LJDH”), poco distan de los arquetipos del “héroe de las mil caras”. Ni la autora de “Divergente” plagia a “Los juegos del Hambre”, ni muchísimo menos la señora Suzanne Collins ha inventado ese género.

En serio, ¿qué esperaban algunos al plantearse ver Scary Movie 5? ¿Cine culto y de calidad? Por dios, creo que las cuatro anteriores entregas dejan bien claro que nos hayamos ante un cine sin más pretensiones que las de hacer reír, un humor por otro lado, de culo, tetas y ostias, y si no te gusta, pues vete a ver Mr. Bean. Scary movie es así, son dos fumados por el bosque, una gorda cagando, son bebés incendiados, es un “ola k ase”, una guerra de caca, es un humor estúpido, pero al fin y al cabo, nunca ha pretendido ser otra cosa, no engaña a nadie, si sois tan tontos de creer que os vais a reír como si estuvierais viendo una de los Monty Python mal vais. Como fan de la saga, ha cumplido con mis expectativas, me he reído durante la hora y media de la película, y me ha dejado un par de escenas memorables.

Hace tres años hice una crítica hacia esta serie pero he tenido que borrarla para rehacerla. Pongo un 10 a Glee y no soy justa ni objetiva, y nunca lo podré ser con esta producción. Soy muy consciente de que sus tres últimas temporadas son un despropósito… pero es que Glee ha conectado conmigo de una forma impresionante.

No puedo sino darle las gracias al señor Ryan Murphy y a todo el reparto por enseñarme que nunca hay que dejar de luchar por tus sueños. Se que a muchos le parece una serie cutre, otro High School Musical, la típica americanada, tonterías. Cualquiera que se haya parado a ver dos episodios se da cuenta que precisamente es una parodia de las producciones americanas, Glee se ríe de las animadoras, de las castas en el instituto, de las hormonas, del sistema americano. Glee en sus inicios era una serie fresca, un producto original, para toda la familia, yo la he visto con mi madre y nos encanta a las dos, en un mismo episodio cantan grandes clásicos y temas actuales, y no necesitan mezcladores, ni autotunes porque todos los actores tienen unas voces espectaculares. Se que ha tenido muchos altibajos, pasar de 10 millones de espectadores en sus primeras temporadas, a 2, lo corrobora, pero Glee ha marcado tendencia mundial, y es una tontería decir lo contrario.

Will Schuester es un profesor con una mierda de vida hasta que decide reabrir el desaparecido Glee Club. El Glee Club es el coro, y algo así como la actividad más antipopular a la que te puedes apuntar, así que solo se apuntan los más pringaos del instituto: El paralítico, la negra con sobrepeso, la china gótica y tartamuda, el mariquita, y la petarda con sueños pretenciosos. El proyecto es un desastre y están a punto de tirar la toalla, pero entonces aparece Finn Hudson. Finn es uno de los chicos más populares del colegio, es el quarterback, y uno de los pocos que piensan que hacer deporte y cantar en el coro no está reñido. Porque solo se necesita una persona que no tenga miedo para cambiar las cosas, y él es esa persona, el es el líder. Y gracias a él consiguen convencer a otros chicos de enorme talento para unirse a ese equipo de inadaptados. Les insultan, les pegan, se meten con ellos hasta la saciedad, pero no importa porque a pesar de todo, tienen esa aula de canto donde pueden ser ellos mismos. Porque Glee va de eso, de ser tu mismo, de perseguir sueños, de no tener miedo a apuntar alto. Los del Glee Club son más que amigos, son una familia, y cualquiera que haya seguido la serie hasta el final se siente parte de esa familia, se alegra por sus triunfos y llora sus perdidas. Da igual que les jodan la vida porque siempre van a tener la sala de coro y a 10/15 personas dispuestas a dar la cara por ellos.

Porque Glee comenzó con la lucha de un profesor porque las artes tuvieran la misma importancia que los deportes. El arte no es un hobbie, el arte puede llegar a ser una profesión como otra cualquiera si tienes talento y te esfuerzas, gracias señor Schue por esa enorme lección, ojala la mitad de los profesores tuvieran su pasión por la enseñanza.

Gracias Glee, por unos personajes tan maravillosos, por unas canciones que llegan al alma, por tantas y tantas lecciones de tolerancia y respeto. Estaba deseando que acabaras, las tramas absurdas y sin sentido de las últimas temporadas hacían hasta daño, no eras ni una sombra de lo que fuiste, te estabas destruyendo a ti misma… pero ahora que te has ido, joder, como te voy a echar de menos.

No la he quitado antes porque para criticar una cosa primero hay que verla, pero vamos, que me la he tenido que ver en dos sesiones, porque no aguantaba algo tan soporífero desde hacía mucho tiempo.

¿De verdad os parecen los diálogos una obra maestra? Son interminables, cansinos, absurdos, que se tiren 5 minutos discutiendo sobre lo que significa un masaje en los pies, o como se pide un cuarto de libra en Francia, a mí me resulta ridículo. Por no hablar de las 20.000 palabrotas por minuto que pueden soltar por la boca. ¿Qué necesidad tienen? El lenguaje soez se puede entender en un personaje, o en cierto grupo social, pero que todos, sean de la condición que sean, suelten tacos por la boca es absurdo y carece de sentido a la hora de construir un personaje.

El maletín no es buen MacGuffin. Leo en muchas críticas que el maletín es el pretexto que hila la trama… Me debí de quedar dormida, pero yo no recuerdo que se hable de él, o se muestre, en las escenas de Bruce Willis, o en las de Uma Thurman. Se supone que un MacGuffin tiene que ser algo que importe para el espectador, que lo enganche, que esté pendiente de él aunque luego no sea relevante a nada en particular. Y si bien el maletín no es relevante para nada (salvo tal vez, la motivación de los dos matones), que levante la mano quien se haya acordado de él durante el transcurso de la película, porque yo, personalmente me había olvidado hasta su reaparición diez minutos antes de acabar el film. ¿Qué había en el maletín? Ni lo se, ni me importa.

Hay violencia, y si, es gratuita, pero creo que cuando uno se dispone a ver un film de Tarantino sabe que lo va a encontrar, así que aunque esto personalmente no me guste, no lo voy a criticar ya que es marca de la casa y sabía que iba a aparecer.

Estamos hablando de 1994, ¿de verdad ESTO cambió la forma de hacer películas? Yo creo que los avances y retrocesos en el tiempo son algo que se inventaron muchos años atrás en la historia del cine (y con mejor acierto que la ausencia de ritmo narrativo en este film). Al igual que las historias cruzadas (el año anterior al estreno de esta peli, se hizo Vidas Cruzadas, por no irme a Gran Hotel (1932) o La ronda (allá por los cincuenta).

¿Qué genera esta película? ¿Esto es un thriller? ¿De verdad os genera intriga? Ja, ja, ja… Por favor, llamar a esto thriller es un insulto al género. Al menos las películas de David Lynch me generan enfado y confusión al no entenderlas, esta no me genera nada, salvo sueño.

Si en esta película en vez de Tarantino, ponemos en los créditos a, qué se yo, M. Night Shyamalan, estoy segura de que más de la mitad de los que ahora lo consideran obra maestra, la catalogarían de insulsa, vacía y sin sentido. Es una pena que solo por el nombre del director ya condicionemos nuestra opinión…


Dos horas y media de mi vida desaprovechadas, si lo se me pongo Chicas Malas, que también es una película de culto y me entretiene más que esta bazofia.

Cuando narras la película de tu vida, la historia de tu pueblo, cuando te rodeas de los mejores, de la mejor interpretación que ha dado Liam Neeson, de unos grandísimos secundarios como son Ralph Fiennes (incomprensible su derrota en los oscars) y Ben Kingsley, cuando John Williams te compone una BSO que transmite tantos sentimientos, no te puede salir más que una de las mejores películas de la historia del cine.