Una niñera china se encarga de cuidar el niño de una madre que trabaja en un espectáculo de marionetas; la niñera hace prácticas de cine mientras lo cuida y prepara una cinta del niño con un globo rojo; la madre tiene problemas con un vecino de la casa en la que vive; y además se siente algo sola porque ella sola se tiene que encargar de sacar a delante a su hijo.

Estas líneas argumentales resumen prácticamente 2 horas de película y no hay mucho más por no decir nada más. Así que pueden imaginar el grado de letargo que a uno le puede suceder mientras visiona la cinta.

Búsqueda de un excesivo hiperrealismo, donde todos los diálogos suenan reales pero a la vez vacíos.“Sugiere” por su brutal realidad, pero a la vez resulta cansina. Uno puede ausentarse durante unos cuantos minutos de la película, y no dude que seguramente no habrá pasado nada, tal vez sencillamente uno de los personajes esté discutiendo con un taxista si el precio que le ha cobrado es excesivo, mientras que el taxista tal vez le responda que la vida se ha vuelto más cara, y así ad continuum.

Destacable la fotografía que intenta obtener nuevas imágenes a través por ejemplo de cristales, o encuadres especiales con paisajes urbanos, pero aún así no salva la película. Si no hay un guión aceptable, no se porque se empeñan algunos en rodar películas y no cortos (que sería el espacio recomendable para este tipo de historias). Los planos secuencia llegan a aburrir porque todo el rato más o menos es lo mismo, sin un diálogo que llame demasiado la atención.

Resumiendo: aparte de algunos hallazgos experimentales, para ver esto prefiero hablar yo con mi vecino y que me cuente sus problemas, que igual me entretengo más.

Puede que esta versión sea mucho más fiel a los relatos de Robert E. Howard (que no cómics como dicen algunos, que esos vinieron luego), sin embargo tras visionar la primera de John Milius el recuerdo de las escenas rodadas suele perdurar en la memoria, mientras que ésta de Marcus Nispel -que la vi hace tan solo un dia- ya he comenzado a olvidarla.
La película es un contínuo de mandobles a diestro y siniesto, con una cámara que parece haberse vuelto loca intentando seguir la acción, pero con un resultado bastante desafortunado. ¿Pero dónde está el guión? Sabemos que Conan no es demasiado hablador, pero la gracia en la versión de Milius es que lo poco que hablaba Conan era brillante, y aquí no deja de ser una serie de frases que pretenden sonar rimbombantes, pero que en realidad rascas un poco y suenan huecas. Y ni siquiera los personajes secundarios alcanzan a tener el suficiente carisma. Repito: ¡Qué pena de guión!
Desde luego Jason Momoa tenía el listón alto al tener que compararse con el hipermusculado Arnold Schwarzenegger, pero si le hubieran puesto un guión y un argumento a la altura, hubiera sido otra historia. El guión...
Lo único que se salva de la quema es la ambientación y los vestuarios, que al menos parecen los apropiados para una película que pretende situarse durante la era hiporbórea.
Otro lamentable error creo que ha sido el no contar con una banda sonora que estuviera a la altura de su predecesora, que es extraordinaria.
La verdad es que me da un poco de pena que una película tan esperada por los fans de Conan, termine siendo una total decepción, ya que me hubiera encantado encontrarme con un peliculón, que diera pie a una nueva saga, pero lamentablemente me temo que no será así.

Es la segunda vez que veo esta película, y con el paso de los años sigo pensando que es una gran película. A algunos quizás le parezca muy lenta, pero entonces quizás es que se han equivocado de género, y, o mejor se ven películas de pura acción o de humor desenfrenado.

Ghost World, es una película llena de matices que para disfrutarla uno se ha de meter en el mundo de Daniel Clowes, tan bien reflejado por Terry Zwigoff. Enid y Rebecca son dos amigas que una vez acabado su etapa del instituto se enfrenta con el qué hacer en su futuro. Sus aspiraciones son distintas, mientras Rebecca (una jovencísima Scarlett Johansson) piensa en coger cualquier trabajo para vivir una vida independiente, Enid (Thora Birch y la verdadera protagonista) no sabe como orientar su vida.

La película es bastante fiel al cómic hay planos y diálogos en los que uno ve reflejado las viñetas del cómic. Las actuaciones de Thora y Scarlett son casi el puro reflejo de las protagonistas del cómic. El giro más novedoso respecto el cómic es la parte de Seymour (Steve Buscemi en una gran actuación) donde la película en cierta manera sirve como expiación a la escena que ocurre en las viñetas.

Si hubiera rodado la película me hubiera encantado hacerla casi igual, sólo hubiera aprovechado un poco más la banda sonora para poner a Enid y Rebecca bailando con algún clásico del rock de los años 70.

En lo demás, nada más que decir, solo recomendarla y darle una alta puntuación.

PD. Si solo oír la palabra gafapasta ya te da repelús, no te gustará la película, y si no te gusta la película no leas el cómic, porque seguramente aún te gustará menos.

Drama carcelario de gran intensidad, que hace que las dos horas y poco más que dura se te pasen en un momento, lo cual suele ser síntoma de que uno está ante una buena película. Comparto por ello la opinión del circuito cinéfilo que ha galardonado a esta película con varios premios.

Malik El Djebena, es un joven árabe francés condenado a seis años, que comienza a vivir los duros días que le esperan en una prisión francesa. No tiene a nadie que le ayude ni fuera ni dentro y desde el primer momento sufre la violencia de los otros presos. Pero Malik aprenderá rápidamente las reglas de la prisión y pronto se integrará como una especie de chico de los recados dentro de la mafia corsa, que es la que manda en la prisión. Poco a poco irá ascendiendo en el organigrama mafioso. La ventaja de Malik es que aún que entra sin saber escribir ni leer en la cárcel, tiene una extraordinaria capacidad de adaptación que le permitirá aprender, sobrevivir, y aprovecharse de los cambios que van ocurriendo en la prisión.

Hay escenas de gran carga narrativa que desde luego quedan grabadas en nuestras retinas, como en las que Malik practica intentando mantener una gillette dentro de la boca o su relación con su jefe corso. Destacable la música, y el cuidado con el que está rodadas algunas imágenes, que reivindican que en el fondo es una película donde Jacques Audiard ha querido dejar una importante huella personal.

No deja tampoco de ser una dura crítica del sistema carcelario donde la rehabilitación de los presos es más bien pobre, y la violencia y la compra-venta de drogas, es el día a día en la vida carcelaria del joven Malik. Donde se muestra que el mismo sistema de prisiones o está corrupto o presenta una cruda ceguera a lo que ocurre en el interior de sus muros.

Si uno ya ha visto la primera versión de Travolta tampoco hay mucho más que añadir: la misma historia contada dos veces y con un final más abierto.
Queda claro que la pretensión era la de iniciar una serie que tuviera como base la película de Travolta, pero seguramente sólo se rodaron dos capítulos piloto y ya nunca más se supo (lo que vendría a ser dos horas de metraje). Y luego los juntaron y los vendieron como película para la televisión.
Si uno no ha visto Phenomenon -a secas-, pues igual le parece un producto aceptable y curioso que bordea temas de ciencia ficción con toques de drama. Pero si la ha visto… pues rodar dos veces la misma historia sin casi aportar nada nuevo y con un presupuesto más bajo que la primera pues tiene algo de decepcionante.
Para colmo ese final abierto que queda la espera de unos nuevos capítulos (que supongo que nunca se rodaron) no deja mucho lugar a otros calificativos que no sea redundarme en el de decepcionante.