El esperado comienzo de los caballos no resulta creíble, pues ningún ser vivo se congela en esa posición, ni tampoco la carretera por la que circula el camión que transporta a los divisionarios, pues resulta impensable encontrar una via tan limpia de nieve y barro en el frente oriental en febrero de 1943. Sin embargo, resulta difícil encontrar más fallos reseñables en un filme que gana en intensidad conforme avanzan los acontecimientos. A pesar de lo que dicen aquí algunos, los decorados resultan sumamente convincentes, así como la fiel recreación del equipaje de los soldados de la División Azul.
No ha sido un esfuerzo baladí el del equipo de rodaje, pues la trama resulta novedosa en muchos aspectos respecto a lo visto en cintas anteriores. El desenlace no defraudará a nadie ni tampoco ciertas situaciones que ocurren durante el filme. Durante el juego de la "violeta", se alcanza un climax sorprendente e hipnótico (el personaje interpretado por Sergi Calleja está repleto de matices, y la interpretación del actor resulta soberbia).
Quien crea que una investigación policial dentro de una guerra cruentísima resulta impensable, se equivoca, pues si mueren los tuyos y sospechas de la existencia de un quintacolumnista, vas a tratar de desenmascararle.
En todo momento las situaciones resultan creíbles, así como los personajes. Excelentes secundarios, y notable interpretación de los protagonistas. Los aspectos bélicos y políticos se dejan de lado, y las referencias a la España opaca y decadente de los años cuarenta son justas, adecuadas y asépticas. Tal vez se echan en falta más referencias a la situación del frente norte, donde andaba ocupada la división azul y en cuanto a las expectativas de victoria de aquellos hombres. Pocas referencias a la Wehrmacht y a la intervención española en Rusia en general, si bien interesa más la trama criminal que cualquier otra referencia.
En resumen, interesará y gustará a los amantes del thriller, y no defraudará a los que gustan de las recreaciones históricas.

Filmaffinity es fantástica, porque está repleta de fariseos y pretenciosos eruditos, que creen saber más que nadie. Si esta película fuera al estilo de "Braveheart", la criticarían por excesiva y poco realista en la escenas bélicas; y si "El oficio de las Armas" es lenta y carente de grandes batallas, la menosprecian precisamente por carecer de lo que le sobra a la oscarizada película de Mel Gibson. De resultas de esto, diré que hay que conocer un poquito la historia de las Guerras de Italia y la idiosincrasia del Renacimiento para comprender el espíritu de esta película. En Hollywood hubieran convertido esta historia en algo parecido a un Rambo al servicio del Papa, al tiempo que hubieran cuajado la cinta de batallas más o menos acertadas y realistas; porque allí ni de eso pueden presumir, pues en sus afanes de realismo, tan pronto exageran como convierten las batallas en operetas simples y ñoñas.
Mi reflexión resulta sencilla: Estamos ante una obra maestra. Quien tenga ojos, que vea; quien tenga oídos que oiga. Realismo absoluto, cuidado absoluto del más mínimo detalle, acierto absoluta del rigor histórico.
En el odioso Hollywood actual hubieran elegido a una "Top" para el papel de esposa de Juan de Medici, sin embargo aquí, el director, ateniéndose al buen gusto y al verismo máximo presenta a una muchacha cualquiera, más bien fea; y sin gesticulaciones exageradas, sin diálogos rocambolescos y fatuos; tan solo una adecuada exposición de la realidad del siglo XV,
Niebla, nieve y frio constituyen la realidad del norte de Italia, Atuendos completamente compatibles con la época; rostros que nos trasportan al pasado y una ambientación tan impecable como real.
Señoritos y señoritas, estudien las tácticas de combate a finales del siglo XV y principios del XVI; busquen las batallas de Ceriñola, Garellano, Bicoca y Pavía; y lean la historia de las Guerras de Italia y disfruten con esta cinta. Cierren las puertas al nuevo cine americano bélico y contemplen a unos personajes que pugnaban por la perla italiana, un tesoro codiciado por el rey francés, a quien tanto disgustaba los amplios dominios castellanos y aragoneses en la península de la bota.

El Asunto del Collar fue una espectacular estafa en la Francia Pre-revolucionaria. Apasionante acontecimiento, que una vez más los del cine moderno consiguen estropear. Sin ánimo de ser exhaustivo:

1-Película superficial, sin alma ni carisma (Como todas las modernas desde los años 90).
2-Diálogos anacrónicos y miradas estúpidas (Como todas las modernas desde los años 90).
3-Música estridente en situaciones donde no se necesita (Como todas las modernas desde los años 90)
4-Rollos lacrimógenos y sentimentalismos baratos y burdos (Como todas las modernas desde los años 90)
5-Falseamiento de los hechos históricos tras la correspondiente coletilla del ya soporífero basado en hechos reales (Como todas las modernas desde los años 90)

Desde hace más de veinticinco largos años tengo la sensación de que siempre estoy viendo la misma película... La misma basura indigerible preparada exclusivamente para retrasados mentales...

La Segunda Guerra Boer (1899-1902) fue sucia y dura. Y ambas partes cometieron crímenes tremendos. Harry “The Breaker” Morant no fue una excepción, pues integrado en los Bushveldt Carbineers, asesinó a prisioneros de guerra boer y a un pastor luterano alemán. Esta infantería montada bajo bandera australiana al servicio de la Corona Imperial Británica, y a la que pertenecía Morant, fue un grupo creado por el Ejército Británico para hostigar y realizar acciones de contra-guerrilla, y a los que se permitía acciones poco ortodoxas contra el enemigo Boer.
El apodo Breaker viene de la dedicación de Morant a desbravar caballos en Australia, la tierra a la que viajó desde su Inglaterra natal.
La película trata sobre el juicio al que son sometidos tres integrantes de esta unidad australiana por haber atentado con alevosía y de modo indiscriminado contra estos prisioneros. La defensa argumentará que los acusados cumplían órdenes, y que incluso desde el alto mando de Lord Kitchener se lanzaba la proclama de no hacer prisioneros.
La película es impresionante en cuanto a su verismo. Fotografía magnífica, rodada en Australia, nos traslada sin embargo de un modo increíble a las praderas, riscos y llanuras de África del Sur. El sonido es superlativo, observe el espectador cómo suenan los disparos y los taconeos durante el juicio. La caracterización de británicos y Boers insuperable. Las actuaciones son auténticamente inmejorables. Obra Maestra.

Roman Polanski se mete a Forense para diseccionar por completo el complejo y terrible Caso Dreyfuss, el cual conmocionó a la sociedad francesa y europea a finales del siglo XIX. Y la verdad es que lo logra con bastante aciero. Interpretaciones pragmáticas, sobrias y serenas. Fotografía y Música cuidadas al máximo para recrear el ambiente de la época. Tal vez demasiado color y mucha limpieza, se echa de menos la suciedad propia del momento, con más grises y marrones, y menos retrato multicolor. Uniformes demasiados limpios y brillantes, siempre recién sacados de fábrica. Pero en general una película muy acertada, a pesar de incluir a la insufrible y mala actriz Emmanuelle Seigner, a la sazón esposa de Roman Polanski y señora de un buen ver espectacular, que en esta cinta, como va tapada de acuerdo al rigor de la época, pues no muestra nada, y claro, entonces te fijas en lo malísima actriz que es.
No obstante la película cuadra en todos los aspectos, y demuestra que Polanski, a pesar de su edad, aún man tine un pulso firme.