Debido a que es muy complicado meter en poco más de dos horas todo lo que la gran novela de Alejando Dumas nos enseña, paso por alto ciertas libertades que se han tomado en la película, puesto que lo que se nos entrega es un extracto bastante acertado y fidedigno del folletín de M Dumas.

Esta nueva “joya” del cine Hollywoodense nos muestra una vez más que muchos productores y directores de la llamara meca del cine han comido mierda o simplemente son deficientes mentales, porque no concibo que alguien que tenga aunque sea solo medio dedo de frente sea capaz de engendrar una imbecilidad tan grande como esta bazofia, salvo que esté expresamente realizada para la clase política, parlamentarios, magistrados, la directiva de la CUT o alguna ONG relacionada con el nuevo orden mundial posto pandemia.
Está por comenzar la 2ª guerra mundial pero eso es un pequeño accidente sin importancia para Catherine Langford una joven “americana” que junto a su anciano padre le saca lustre a lo que es escupitajo limpio a un artefacto que hace 10 años descubrieron cerca de unas pirámides de cartón levantadas en medio de un desierto fabricado con sacos de arena, se trata de una puerta confeccionada con una aleación de estroncio y antimonio sulfurado, decorada profusamente con símbolos fálicos formados por estalagmitas de feldespato envejecido. Este artilugio que no es una simple puerta como la que tienen en sus casas los cristianos que viven como la gente, es una que tiene más poderes que la misma mierda, tantos que el huevas que sea su dueño bien podría convertirse en el amo del universo, pero para este par de giles, eso no tiene importancia, primero está la ciencia y el museo hipocondriaco del Bronks que es donde piensan llevar este descubrimiento. Pero no todos piensan igual, pues donde hay una minita, aunque sea medio huevona y de monjeril sonrisa, es obvio que debe haber un caliente tras el aroma a ala que deja a su paso y este no es otro que un oficial británico, más huevón que canuto en cuarentena, un ahuevonado que al parecer aun no le ha visto el ojo a la papa y que a donde va lo hace acompañado de su fiel ordenanza un egipcio que gusta bañarse con el calefont apagado después de saborear hasta la médula una docena de patas de chancho sazonadas con arroz quemado, que compra donde el Danny, un rarito que lo vende a la vera del camino de tierra.
Pero como a los productores de esta basura le pareció insuficiente que tanta estupidez junta pueda entretener a un perraje que por 5 lucas va a comer o a atracar a los comederos de pop corn llamados pomposamente salas de cine, colocaron un par de milicos nazis de esos que visten de negro y que en las películas yankis, andan más elegantes que la yegua del cura y que hablan gangosamente por la nariz, los de nuestra “joya cinematográfica” son científicos expresamente enviados por Adolfo que pretenden llevarse la puerta para usarla en una de las letrinas que tiene frau Eva en la Kehlsteinhaus.
En resumen, una soberana huevada apta solo para imbéciles y constitucionalistas con menopausia precoz.

Realmente excelente, entretenida de principio a fin. Que el argumento sea una tontera infantil propio de series o películas hollywoodenses, no importa. Los alemanes dan a los "señores americanos" una clase magistral de como con un guion bastante tonto, se `puede hacer algo realmente bueno. No es apta para tontos graves ni amigos de Super Héroes asexuados.

Un caballero templario francés, pechoño pero de esos pechoños del verbo pechoño y más sanguinario que el propio Stalin vaga por el desierto, ya moribundo es auxiliado por un sarraceno con una dentadura tan perfecta que envidiaría a los mejores odontólogos de nuestra época. Al cabo de un tiempo en medio de tediosas discusiones religiosas, son asaltados y el sarraceno que no es otro que el mismísimo hijo del "Viejo de la Montaña" gran maestre de la secta de los asesinos, queda moribundo, tan muerto en vida como vivo permanece el templario. Van a dar a una tienda levantada a orillas del mar, donde son atendidos por una árabe, ex esclava y viuda con un hijo, ambos hombres, cada uno a su modo la rechazan afectivamente, uno por su pechoñería innata y el otro por la misión que se la ha encomendado.... En resumen una verdadera lata, que más de alguno catalogará como "película histórica".

Queda en esta película patente una vez más, que los norteamericanos, jamás han sido objetivos en sus películas, ni siquiera cuando se tratan de temas históricos. Un personaje, uno de los más importes y sanguinarios del siglo pasado, casi tanto como el jerarca soviético Stalin, es siempre material inagotable para realizar un excelente film, pero aquí se malogró. se nos presenta un Hitler acartonado, más parecido a maniquí de tienda de modas de barrio marginal que alguien de carne y hueso. Cabe notar también el aire tan yanki de la película, a nombrar continuamente a "América" el diminutivo ridículo de "Dolfi" con que su parientes trataban a Hitler. Esos largos y tediosos pasajes de espectáculos tipo Brodway con la voz de Marlene Dietrich cantando en inglés de música de fondo. Esos escenas cliché y frases para "el bronce" que parecen de cuando en cuando finalmente creo que se da mas importancia en esta película al enfermizo afán de mostrarnos al líder nazi como un pederasta degenerado, obsesionado por su sobrina, que el problema alemán de la época.