Cuando vi ésta película sueca en el 4to lugar de la clasificación me dije que tenía que verla a como diera lugar. Así lo hice y quedé de una sola pieza. ¿Cómo es posible que ésta historia contada una y cien veces en torno a los vampiros haya gustado tanto? La verdad es que a mí me decepcionó. No encontré sorpresas de ningún tipo sino los lugares comunes de siempre. Creo que el "Dracula" de Coppola puso el listón muy alto y ésta “Dejame Entrar” es una mala imitación, y reitero, una propuesta muy menor, es más, por un momento pensé en estar viendo una variación de Harry Potter, es decir, cine infantil. La mezcolanza de situaciones en el argumento es terrible, y las secuencias melancólicas entre los principales protagonistas, con una indisimulada carga homosexual, un llamado al tedio.

La verdad es que ésta película inglesa creo que ha sido sobrevalorada. Ni es seria ni es interesante. Es un mosaico de muchos géneros pero sin la gracia ni la frescura que pretende mostrar algo nuevo. Es eso sí, un entretenimiento banal, como tantas y tantas películas que los buenos espectadores saben que hay que prescindir.

Película destinada para el público afro descendiente. Es decir, todos los habitantes de éste planeta llamado Tierra ya que el primer ancestro humano proviene de África. África es sinónimo de negritud, esclavitud, territorios salvajes y continente colonizado por los europeos desde el siglo XV hasta bien entrado el siglo XX.

África es el culo de la Historia Universal y merece un lavado de imagen. La mujer rey va en éste camino. Ya uno sabía por las clases de África y Medio Oriente de mi querido profesor Antonio Soto en la Universidad del Zulia que hubo reinos respetables en África sólo que ignorados por la prepotencia de una historia universal contada al ritmo de los ganadores, es decir, la Europa blanca e industrial.

La mujer rey es un espectáculo para exaltar los combates de un cuerpo de elite de amazonas negras en defensa de un reino. Supuestamente su filosofía es la defensa de la libertad humana y contrario a la odiosa institución de la esclavitud. Ya aquí el anacronismo hace de las suyas. Ya aquí el invento se impone como discurso. Ya sabíamos que el cine es uno de los principales deformadores de los hechos del pasado y termina imponiendo otras versiones imposibles. Que una persona sin cultura ni criterio toma al pie de la letra.

Así que La mujer rey, con una aceptable y muy digna Viola Davis, se reduce a ser un espectáculo glorificador de la grandeza ficticia del orgullo negro aunque sin la rigurosidad histórica que pretende. Es sólo una película de acción más, para medio pasar el rato en familia. Por lo menos, ayuda a reflexionar sobre la existencia de que en África, la negra, había algo más que elefantes, leones y cebras.

Una película floja pero muy floja que falla basicamente en el desarrollo del argumento. Una historia tan mal contada que no logra captar la atención del espectador; personajes grotescos y pocos creibles como el inocuo Michael Caine y la sub-utilizada Julianne Moore. Película del montón.